Hugo Soto Cárdenas
Conmovida se encuentra la comunidad escolar del Colegio Montessori de Temuco ante el proceso judicial que uno de sus exalumnos -Felipe Osiadacz- está viviendo en Malasia, y que lo tiene a un paso de ser condenado a la pena de muerte.
Felipe (27 años, ingeniero comercial) y su compañero Fernando Candia -quienes se encontraban de viaje por esa parte de Asia- fueron acusados de haber dado muerte a un hombre en la ciudad de Kuala Lumpur, en octubre del año pasado, en un confuso incidente que tiene a ambos estudiantes universitarios recluidos en la prisión de Kuala Lumpur, a la espera del juicio del 29 de mayo, en el que podrían ser condenados a la horca.
Según trascendidos, los amigos habrían sido hostigados por un tercero, lanzándoles golpes y amenazas en el hostal donde alojaban. En ese contexto los jóvenes habrían inmovilizado al sujeto, quien cayó y luego murió en el lugar.
En temuco
La familia de Felipe Osiadacz vivió en Temuco por cerca de una década. Tanto él como su hermana mayor fueron matriculadas en el Colegio Montessori. Allí, el joven que hoy hace noticia en Malasia, cursó desde los primeros años de educación básica hasta terminar el primer año medio, momento en que su familia abandonó Temuco para radicarse en el centro del país.
La noticia de los hechos ocurridos en Asia impactaron fuerte entre quienes conocieron a Felipe Osiadacz.
"Ayer (jueves) en la mañana, un colega me dijo ¿viste la noticia? ¿te acuerdas del alumno Osiadacz? No podía creer lo que estaba ocurriendo en Malasia", cuenta la inspectora general del Colegio Montessori, Amada Cid Hidalgo, quien agrega que "yo lo conocía bien, tanto él como su hermana Nicole estudiaban en el colegio, y además éramos vecinos".
Felipe y su familia vivían en Villa Andalucía, sector poniente de Temuco. La cercanía con los dos hermanos hizo que muchas veces la inspectora los llevara en su automóvil hasta el colegio, por lo que hubo oportunidad de conocer mejor al joven que hoy arriesga pena de muerte al otro lado del mundo.
"Era muy travieso, loquillo, andaba siempre corriendo detrás de la pelota", rememora Amada Cid, quien agrega que "fue compañero de una de mis hijas por varios años, entonces cuesta creer que ahora esté corriendo riesgo su vida en otro país, es un hecho lamentable, horrible, pues por lo que entiendo ni siquiera estaba viviendo allá", relata.
El 2005 la familia de Felipe abandona Temuco para partir al Quisco.
"Su mamá era de allá, y cuando la hermana de Felipe se licenció del Cuarto Medio en el Montessori, toda la familia partió a la zona central. Felipe alcanzó a terminar el primero medio, y desde entonces le perdí la pista. Es muy triste volver a saber de él en estas circunstancias, ojalá la justicia de Malasia le absuelva y pueda volver a Chile", apuntó la inspectora del Montessori.
Director
Nelson Pinilla, director del Colegio Montessori, recuerda perfectamente el paso de Felipe Osiadacz por el establecimiento.
"Él y su familia vivieron en Temuco, y estudió en nuestro colegio la educación básica y parte de la media", dice el director del Montessori, quien agrega que "era respetuoso, un buen deportista, le gustaba mucho el fútbol... Fue fuerte el impacto cuando supe la noticia, inmediatamente el apellido Osiadacz me pareció familiar, es poco frecuente, así es que junto a la inspectora general y a los profesores de básica nos acordamos de él. Esperamos que todo salga bien, que pueda regresar al país".
Desde Chile está operando la Cancillería para evitar el duro castigo que la justicia de Malasia quiere imponer sobre los dos chilenos. La legítima defensa es la estrategia a la que se aferran ambos estudiantes.