"El pronóstico del tiempo, pero del tiempo que una persona en situación de calle pasará ahí, en la calle, indica un promedio de casi 6 años", declara el texto que esperamos lean esta noche en televisión populares meteorólogos, que día a día y en especial en invierno, cobran inusitado protagonismo. Las personas en situación de calle, que son unas 15 mil, también se vuelven visibles en los meses en que domina el frío, pero en relación a ellos el pronóstico no cambia. Su tiempo de permanencia en calle es de 6 años; suena como una condena.

Este año ha estado marcado por las acciones de un gobierno muy centrado en las políticas sociales, con destacada presencia del Ministerio de Desarrollo Social, en que el propio Presidente acaba de lanzar el llamado "Código Azul", un programa de asistencia de emergencia que se activa cuando las temperaturas bajan de 0 grados. Pero es eso: asistencia. Valiosa, claro, porque puede salvar vidas, porque ya ha habido una decena de muertos por hipotermia en todo el país. 4 de ellos, en el sur del país.

Pero lo que más nos interesa en el Hogar de Cristo es cambiar el pronóstico y conseguir que las personas dejen la calle y recuperen sus vidas, su dignidad, sus derechos.

Las personas que están en calle no son todas iguales. Las encuestas indican que son en su mayoría hombres (84%), que tienen en promedio 44 años, que llegaron a esa situación por graves quiebres familiares o emocionales. Pero cuando se afina la lupa aparecen las particularidades de estas vidas fracturadas. Especialmente grave es el caso de los adultos mayores, porque son ellos los que menos se plantean una vida distinta. Viven no sólo en calle, sino en una suerte de desesperanza aprendida. El 34% nunca ha pensado que es posible dejar la calle contra el 8% de los jóvenes. Los viejos han llegado a la calle tarde, tienen nula vinculación con sus familias, un mayor consumo de alcohol que de drogas, una nostalgia por el pasado que duele y un alto deterioro físico y mental.

Por eso, tras vivir la noche más larga del año, en que partió el invierno, te invitamos a involucrarte y a ayudarnos a cambiar realmente esas vidas, siendo socio, voluntariado permanente, con medidas robustas, más allá del simple asistencialismo. Con una política pública permanente, sistemática e intensiva que realmente salve vidas. Sólo así cambiaremos el pronóstico.

Pedro Urrutia Arévalo, jefe social, Fundación Hogar de Cristo sede Araucanía

Autorizan importación de 850 televisores a color

Ya están para la venta en Temuco con entrega inmediata, los primeros televisores a color. No son muchos, pero pronto se espera contar con una cantidad suficiente para satisfacer la alta demanda que existe. Durante el mes de mayo el Banco Central autorizó la importación de 850 televisores de estas características para Temuco.

Confirman restricción para los taxicolectivos

Los altos índices de contaminación que presenta la ciudad de Temuco, fue uno de los argumentos que la Corte Suprema consideró para revocar el fallo de la Corte de Apelaciones y confirmar la restricción que la Seremi de Transporte la IX Región le impuso los colectiveros que transitan por la capital regional.

Fiscalía exige mejorar protocolos de seguridad

El intento de fuga de dos imputados desde el interior de una sala de audiencia del Juzgado de Garantía de Lautaro, nuevamente enciende las alarmas en cuanto a los protocolos de seguridad. El fiscal Juan Pablo Salas, que oficia como dirigente en calidad de presidente regional de la Asociación de Fiscales, pidió más seguridad.

Al estar en plena etapa de restricción al uso de la leña se aprecia la falta de correspondencia entre las severas medidas prohibitivas y los resultados obtenidos, pese a que en el último tiempo se han duplicado los sumarios sanitarios, lo que llama a la reflexión, considerando, además, el incremento de los días críticos de contaminación y las emergencias.

Muchos han rechazado las medidas adoptadas hasta hoy para evitar el alto grado de contaminación ambiental en la intercomuna y en otras ciudades de La Araucanía, pero lo concreto es que sigue ingresando clandestinamente leña en pésimas condiciones, húmeda y sin certificación, lo que complica el escenario ambiental de la zona.

Lo anterior es vital al entender que el uso de este combustible constituye una tradición arraigada en la idiosincrasia sureña y que no es tan fácil erradicarlo. Hay antecedentes claros de una ciudad norteamericana que, en presencia de un problema tanto o más grave que el de Temuco, lo superó por completo gracias al uso de un producto óptimo y una tecnología apropiada.

En el caso nuestro se decidió por la prohibición y el castigo y los resultados están a la vista; no siempre hay obediencia y miles prefieren pagar la multa y continuar utilizando la leña.

La autoridad, tras múltiples fracasos y prohibiciones, inició una política de recambio gratuito de calefactores por estufas a pellets, que no han satisfecho las expectativas de los beneficiarios; o, aparatos a parafina -cuyo valor oscila en el millón 300 mil pesos- que obligan a un consumo de alto costo no al alcance de cualquier hogar. Por ello, y tratándose de una necesidad vital, la gente sigue utilizando la leña. ¿Qué puede hacer una familia ante cinco días consecutivos de prohibición, con bajísimas temperaturas y personas enfermas en el hogar?

Las políticas han sido oscilantes, aunque la autoridad sigue insistiendo en máximos esfuerzos para utilizar bien la leña, evitando los humos visibles.