Uno de los más extraños modelos económicos que me ha tocado conocer es el tratamiento que recibe el pueblo mapuche en medio de una de las economías más pujantes de Latinoamérica y más abierta del mundo en la actualidad, en lo que yo me atrevería audazmente a definir como una "rara fusión de capitalismo con elementos y matices socialistas para una cultura de naturaleza comunitaria innata del pueblo mapuche".

Su condición de vida en comunidad y su economía de subsistencia, arraigada a una carga ancestral de larga data, fueron convertidas repentinamente al capitalismo en un irreversible proceso de occidentalización a través de una iniciativa del gobierno del general Pinochet convirtiendo a las comunidades en fracciones de títulos de dominio privado. Dejando atrás el primitivo concepto que consideraba la tierra como un bien común de usufructo individual.

Desde entonces a la fecha no ha sido fácil para la cultura mapuche transitar del bien comunitario al bien privado, sobre todo en un sistema político y económico donde justamente el Estado garantiza a través de su Constitución la libertad y la propiedad privada como derechos fundamentales y necesarios para vivir en una economía de corte liberal y capitalista, y que curiosamente deja a esta fracción de habitantes indígenas sin la libre voluntad de enajenar, vender o hipotecar sus bienes de capital, haciéndolos categóricamente propietarios de un bien del que no pueden disponer y donde el Estado a través de esta acción les reconoce sus derechos pero no les permite ejercerlos.

Será quizás otra arista del conflicto que adicionalmente la política económica de muchos gobiernos anteriores ha errado anexando otro ingrediente socialista a la economía indígena, queriendo llevar instrumentos de fomento y desarrollo a las comunidades bajo la figura del cooperativismo a través de activos que operan como propiedad comunitaria para el uso privado.

Galpones, frigoríficos, tractores y equipos agrícolas han fracasado muchas veces en su intento de colaborar con la comunidad, quedando en el camino abandonados después de múltiples desencuentros e irreparables divisiones en una comunidad confundida y lejana a un extraño modelo económico que los hace ser dueños de todo y dueños de nada al mismo tiempo.

Iván Cerda, Pensamiento Centro Liberal

Hace años que se vienen levantando diversas voces respecto de la indefensión en que se encuentra el país ante las olas de incendios forestales que se reiteran año tras año desde la llegada de la época primaveral y estival, que suelen traducirse en pérdidas irreparables en la flora y fauna regional. El ejemplo más dramático y nítido es lo ocurrido en China Muerta en el año 2015, la reserva natural de Melipeuco, donde las llamas arrasaron con especies nativas que costará generaciones recuperar.

La pregunta es con qué y cuántos medios cuentan la Región y el país para combatir estos incendios tan frecuentes, provocados casi en un cien por cien por la conducta humana, ya sea accidentalmente o a propósito. Y la respuesta brinda escasa tranquilidad.

Las discusiones en el Parlamento han advertido que mucha de esta responsabilidad se está dejando en manos de Bomberos, entidad a la que no corresponde atacar incendios forestales. Las opciones materiales para lidiar con estos siniestros, más allá de la formación de brigadas y la coordinación entre Conaf, Bomberos y la Onemi, son bastante paupérrimas.

Si bien en La Araucanía se ha invertido al respecto, es impensable que la compra de algunos instrumento para combatir estos siniestros bastaría para detener un incendio forestal desatado, a la espera de recibir alguna ayuda a nivel nacional, donde la carencia de aviones especializados y/o helicópteros es conocida por todos.

La Araucanía muestra una compleja geografía, al igual que el resto del país, donde las patrullas muchas veces ven imposibilitado su accionar e incluso los aparatos aéreos -tan escasos- limitan su labor. Ante la inminente llegada de la temporada primaveral es obligatorio pensar en que el país debe hacer una fuerte inversión para contar con una flota aérea capaz de hacer frente a las grandes emergencias con alguna posibilidad de éxito.

Hace 40 años | 29 de agosto de 1978

Construcción de la piscina municipal entra en fase final

Las obras de la piscina municipal de Temuco entraron en su fase final. En definitiva se determinó que en el mes de diciembre la obra sería inaugurada oficialmente dándose inicio también a la temporada veraniega 1979. Se barajaron fechas y se estimó que entre el 15 y el 23 de diciembre se fijaría un día determinado para la inauguración.

Hace 10 años | 29 de agosto de 2008

Rosa Oyarzún: "Espero que la verdad se imponga"

La alcaldesa de Padre Las Casas, Rosa Oyarzún, que hoy conocerá de boca del abogado Cristián Crisosto las acusaciones de fraude al Fisco y negociación incompatible aseguró que "soy una mujer honesta y eso lo he demostrado en mis 26 años de vida laboral y no tengo miedo a lo que pueda ocurrir hoy".

Hace 1 año | 29 de agosto de 2017

Ataque dejó pérdidas sobre 10 mil millones de pesos

Pérdidas por sobre los 10 mil millones de pesos dejó el ataque incendiario contra 29 camiones forestales Mercedes Benz, y sus acoplados, de un total de 35 que estaban estacionados en un recinto de aparcamiento en la comuna de Mariquina, en la Región de Los Ríos, y que eran propiedad de la empresa Sotraser.