Se cuenta que Jesucristo quiso fundar su iglesia junto a los pescadores del mar de Galilea. Fue en ese contexto que el hijo de Dios le dijo a Pedro, uno de sus apóstoles en medio de barcas y redes, que fuera el que liderara la institución.
"Tú eres Pedro y sobre ti, Pedro que significa piedra, construiré mi iglesia y las puertas del infierno no podrán contra ellas", rememora el obispo de Temuco, Héctor Vargas, sobre la festividad del santo patrono de los pescadores, fecha que se celebra en todas las costas y que en La Araucanía tuvo a Nehuentúe, la pequeña localidad cercana a Carahue, como punto neutral de los homenajes a San Pedro y San Pablo, quienes protegen a los trabajadores del mar antes de ir en busca de comida, como así también a sus familias y cercanos.
Este año la fecha tuvo algo particular. Por primera vez los fieles pudieron acompañar la romería en el mar, ello producto de que en esta ocasión la caleta local cuenta con 14 botes a motor, gestionados por el departamento de acción social del Obispado, herramienta que apoyará en el día a día a trabajar en el cultivo de choro maltón que se realiza en la zona.
"Es primera vez que viene mucha gente a la romería en los botes. Son 130 personas", explica la máxima autoridad religiosa en la Región quien lleva cinco años participando en la zona, permitiendo concretar una ceremonia que tanto pescadores como ciudadanos del pueblo llevan gestionando labores por más de un mes y que tuvo un aplaudido resultado.
Detalles
La fiesta diocesal contó con 26 jóvenes acólitos que llegaron a ayudar en el altar, quienes en palabras de Ariel Valdés, sacerdote de la parroquia San Bautista, "los hicimos participar a ellos para que vieran que la Iglesia es mucho más que una parroquia y que se vayan dando cuenta de la fuerza del apóstol Juan Pedro sobre todo en la costa".
Pese a que el clima ha sido tema obligatorio para los nehuentuinos, ayer todo coincidió. El mar estaba calmado y un tenue sol ayudó a calmar el frío que calaba los huesos. Pasadas las 10 de la mañana, la comitiva encabezada por el obispo junto a fieles del lugar y de otros puntos de la Región, comenzó a caminar por las avenidas costeras.
"Somos errantes peregrinos en busca de un destino", ese fue el verso que resonaba por las tranquilas calles que pocas veces se movilizan con tanta fuerza
Un acto que en los ojos de Diego Geldres, quien con 22 años decidió abandonar todo en Santiago para seguir su oficio de buzo en Nehuentúe, destaca el "movimiento distinto que se vive acá en base a estas mismas tradiciones".
"Aquí hay una esencia de comunidad. Le ocurre algo al vecino y todos quieren ayudar. El gesto de saludo, de amistad, acompañado de esta naturaleza es un privilegio que pocos pueden tener, por eso ellos agradecen por lo que tienen", agregó.
La jornada culminó con una misa, un curanto pero sobre todo, con la fe intacta de quienes entregan su espíritu al patrón del mar.