Asamblea de Testigos de Jehová plantea que Chile debe recuperar sus valores
FE Y SOCIEDAD. Reunida en dos jornadas durante el fin de semana en Temuco, esta congregación hizo su propio análisis de la crisis social del país. Su compromiso es trabajar para que se cumpla el "ser cristiano".
Los valores se han perdido y debemos trabajar en esa dirección. Es uno de los temas esenciales identificados durante el fin de semana por los asistentes a la Gran Asamblea de los Testigos de Jehová 2019 que tuvo lugar en el Gimnasio Olímpico Regional de Temuco, una doble jornada en la cual la crisis social que experimenta Chile estuvo presente de principio a fin, y para la cual - como salida - aseguran que el reto país es recuperar los valores perdidos.
Bajo el eslogan "El amor nunca falla", 2 mil 800 personas el sábado y 3 mil asistentes ayer, acudieron a este encuentro que contó con la participación de adultos mayores, adultos y jóvenes provenientes de distintas comunas de La Araucanía, quienes estuvieron atentos a un programa que no pudo abstraerse de la contingencia.
El vocero de la congregación regional, Claudio Guzmán, comentó que los movimientos políticos están orientados a cambiar los sistemas y el cristianismo, en tanto, está orientado a cambiar a las personas para mejorar su entorno. Bajo esta lógica, respecto de la responsabilidad de las iglesias en la crisis social de Chile, está en que no se ha cumplido la condición de Jesús de educar a la gente para que sean mejores personas.
"Los sistemas o las ideas políticas en esencia son buenas, pero fracasan por la falta de compromiso de quienes las ejecutan", precisa Guzmán, que además identifica la pérdida de los valores, "la esencia del ser humano", como la dirección en la cual las iglesias deben para hacer su aporte a un Chile más mejor, más digno y más justo.
"Nuestro aporte debe ser desde la educación cristiana (...). Si yo soy un empresario o un dueño de un fundo, donde primero debo aplicar los valores cristianos es en mi espacio de trabajo, con mi gente. Si esto ocurriera así el mundo sería mucho mejor", acota.
Lucha desde el amor y la paz
En sintonía con esta opinión, otro de los voceros de la asamblea, Manuel Reyes, de Victoria, concuerda en que la lucha de las iglesias hoy debe darse desde el amor y la paz, algo que promueven a diario los Testigos de Jehová, pero también lanza una pregunta para revisar dónde y cómo estamos como sociedad. "¿Cuántos se dicen cristianos y no tienen idea del mensaje bíblico que hay detrás? Esa ignorancia - agrega - inconsciente muchas veces desencadenan reacciones no deseables.
A su parecer, el compromiso del mundo cristiano con la sociedad chilena que ha salido a reclamar sus demandas sociales insatisfechas, pasa en gran parte por generar cambios individuales que se vuelvan colectivos, y especialmente, "ocuparse de ayudar a los jóvenes para que superen el egoísmo imperante. Hoy, hablar de tolerancia y empatía a los chicos parece chino. Trabajar con ellos es una tremenda tarea".