Tendiendo puentes
La semana pasada nos mostró quizás lo mejor y peor de nosotros mismos, y es un espejo de la profunda dualidad que como seres humanos enfrentamos día a día. Nos mostró violencia y deshumanización del otro, quien es alguien tan digno de amor como yo mismo.
También fue una semana en la que los actores políticos fueron capaces de llegar a un acuerdo para poner la paz delante de cualquier consideración, de postergarse por un fin mayor.
Si algo nos deja este proceso que estamos viviendo es que, como sociedad, hemos destruido los puentes que permiten tender espacios de comunicación para integrar estas dualidades. No sabemos sentir rabia y al mismo tiempo validar como ser humano a quien sentimos es el responsable de ésta. No sabemos negociar sino para derrotar al otro.
Por eso resulta curioso, e incluso paradigmático, que en el centro del trabajo de prevención social que realiza la Fundación San Carlos de Maipo, encontremos elementos que son tan necesarios para un nuevo Chile.
En nuestro programa ICPS, orientado a prekínder, se le enseña a los niños y niñas la diferencia entre las palabras "y" versus "o", para que después ellos entiendan que la justicia es aquello que es bueno "para ti y para mí", no "para ti o para mí". En programas orientados a padres y madres de adolescentes, hemos aprendido la tremenda diferencia que hay al comunicarnos con nuestros hijos e hijas usando expresiones como "tú eres flojo", "tú eres desconsiderado", lo que descalifica y estigmatiza, versus el "yo me siento cansado porque no puedo contar contigo", o "yo me siendo triste, porque mi opinión no te interesa".
¿La violencia engendra más violencia? Sin lugar a dudas. ¿Somos o hemos sido parte de esta violencia? Completamente, todos tenemos un rol en esta historia, porque todos compartimos esta comunidad llamada Chile.
¿Podemos cambiar el futuro por un Chile sin exclusión, sin injusticia? De todas maneras, pero esto sólo ocurrirá cuando entendamos que el mejor desarrollo de cada uno de nosotros depende exclusivamente de la calidad de los puentes entre nosotros. Solo en dichos puentes podremos construirnos a nosotros mismos, y podremos cerrar nuestras dualidades para encontrar la paz.
Raúl Perry, director social Fundación San Carlos de Maipo
Pensión básica y discapacidad
El Gobierno y las autoridades políticas han anunciado acuerdos para aumentar la pensión básica solidaria (PBS) de las personas mayores. De verdad, qué alegría. Pero, ¿logramos equidad con la medida? Sin duda mejora para los adultos mayores, pero... ¿y las personas con discapacidad que reciben la misma PBS?
Más de dos millones seiscientas mil personas tienen discapacidad en Chile. Un número importante de ellos recibe PBS. Las personas con discapacidad pobres, son los más pobres entre los pobres, y sin duda debieran recibir el aumento del 50% de la PBS en el mes de enero de 2020, tal como se sugiere para los adultos mayores de 85 años.
No nos olvidemos de las personas con discapacidad, también son chilenos y merecen mejorar su calidad de vida y salir de la extrema pobreza cuando viven en ella.
Sumémonos al cambio que Chile está haciendo y avancemos hacia un Chile más inclusivo que los considere a todos.
Andrea Zondek presidenta Fundación TACAL
¿Innovación o agilidad?
Muchas empresas se están embarcando con gran entusiasmo en la implementación del enfoque "ágil". Lo que partió hace 20 años con el "Agile Manifiesto", documento escrito por unos especialistas en desarrollo software que propusieron un nuevo paradigma para el proceso de diseño y codificación de aplicaciones, se ha generalizado al extremo de constituirse en un marco de trabajo que aplica incluso a desarrollos que trascienden el mundo tecnológico.
¿Qué empresa podría decir que no quiere o no necesita ser ágil hoy día? Los mercados y consumidores cambian a velocidad vertiginosa; nuevas regulaciones exigen modificar propuestas de valor completas en corto tiempo. Es clave entonces implementar una cultura y procesos ágiles a todo nivel y en todas las áreas de una empresa.
Todo esto está muy bien, pero nuestra experiencia nos ha permitido detectar un error conceptual de alto impacto en la capacidad para innovar, que es muy común: se confunde agilidad con innovación.
Claramente, no son la misma cosa: se puede ser extraordinariamente ágil para seguir haciendo más de lo mismo.
Focalizar los esfuerzos de transformación cultural en una empresa para hacerla más ágil no es lo mismo que hacerlo para crear una cultura más creativa e innovadora.
El desafío es entonces volverse ágiles siendo a la vez innovadores, porque como dice un antiguo refrán, "para ser el rey no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar".
Guillermo Beuchat, director de Transforme Consultores