A 10 años del 27/F: la catástrofe que remeció a toda La Araucanía
TERREMOTO Y TSUNAMI. Hoy se cumple una década de aquella fatídica madrugada en la que fallecieron catorce habitantes de la Región.
Eran las 3.34 horas de la madrugada del sábado 27 de febrero del 2010 cuando un terremoto 8.8 Richter remeció a los habitantes de la zona comprendida entre las regiones de Valparaíso y Los Ríos. Las placas tectónicas se movieron de manera súbita bajo el Océano Pacífico, entre Cobquecura y Dichato, provocando un movimiento telúrico que era "esperable pero nunca predecible" para los estudiosos del tema, que sabían que se estaba acumulando energía entre el epicentro del terremoto de Valdivia (del año 1960) y el terremoto de Valparaíso.
Pero eso no lo sabía la gente que estaba en sus casas durmiendo, afuera disfrutando de la noche o bien de vacaciones en la zona costera y lacustre. De un rato a otro, todo fue una película de terror en vivo que dio paso a una incertidumbre en medio de la oscuridad.
Pura incertidumbre
Apenas la tierra se dejó de mover y antes de que los teléfonos comenzaran a cortarse, todas las llamadas recayeron en los funcionarios de la Onemi de La Araucanía. Su director subrogante, Juan Cayupi, recuerda que luego de chequear que su familia estaba bien, se fue a las oficinas del organismo a enterarse de la situación.
A esa hora, la gente de la costa ya había comenzado a evacuar, por dos razones: porque se les había educado con que si el temblor era tan fuerte como para no mantenerse en pie había que evacuar y, también, porque los que vivieron el terremoto del '60 supieron de inmediato que el mar podría comenzar a recogerse.
Y aunque un operativo de evacuación artesanal permitió salvar la vida de miles de personas en la costa de La Araucanía, también hubo fallecidos. 14 habitantes de la Región murieron aquella madrugada: tres en Puerto Saavedra, dos en Villarrica, dos en Temuco y el resto en Angol.
Mirada científica a 10 años
El doctor en geofísica Cristián Farías, académico de la Universidad Católica de Temuco, dice que la mayor preocupación que debe alertar a las autoridades es que, a 10 años de los errores cometidos por el Shoa y la Onemi, hay "una buena parte de la comunidad que simplemente no cree y no confía en lo que estas instituciones dicen".
"Eso es terrible e indica que allí hay un trabajo profundo por hacer, donde el conocimiento científico/técnico debe bajar a la ciudadanía, para que todos sepamos exactamente a qué nos enfrentaremos con el próximo gran terremoto y tsunami", advierte el geofísico.
"Las placas tectónicas no van a dejar de liberar la tensión que ya están acumulando (...) y hoy no tenemos un cuerpo legal que obligue a tomar en cuenta los mapas de peligros", concluye.
"Hay un trabajo profundo por hacer para que la gente vuelva a confiar en los organismos de protección civil".
Cristián Farías,, doctor en geofísica de la UCT
27/F dejó 370 mil casas con daños
De acuerdo a la información entregada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la Onemi, los daños producidos por el terremoto y maremoto se calcularon en 370 mil 51 viviendas con daños de distinta gravedad. De ellas, 81 mil 444 resultaron completamente destruidas, 108 mil 914 sufrieron daños mayores y 179 mil 693 tuvieron daños menores. A nivel regional los mayores daños habitacionales se concentran en las regiones del Biobío (44%) y Maule (21%).