En las últimas décadas hemos conseguido controlar la hambruna, las pestes y las guerras. Desde luego estos problemas no se han resuelto por completo, pero han dejado de ser fuerzas de la naturaleza incomprensibles e incontrolables, para transformarse en retos manejables.

No se necesita rezar a ningún dios ni a ningún santo para que nos salve de ellos. Sabemos lo que es necesario hacer para impedir el hambre, las pestes y las guerras. A principio del Siglo XXI el humano medio tiene más probabilidades de morir de un atracón de comida que a consecuencia de una sequía, del ébola, el coronavirus o un ataque terrorista.

Después del hambre, el segundo gran enemigo de la humanidad han sido las pestes y las enfermedades infecciosas. Al ingresar al tercer milenio desde la aparición del Homo Sapiens, la inmensa cantidad de las personas no muere de enfermedades infecciosas, se muere de cáncer, cardiopatías o de viejos.

El impacto de las epidemias se ha reducido espectacularmente y ello se debe a los progresos sin precedentes de la medicina del Siglo XXI, que nos ha proporcionado vacunas, antibióticos, mejoras en la higiene y una infraestructura médica mucho mejor.

La humanidad ha conocido de estos eventos en el pasado. Ello se hizo presente hace veinte mil años atrás cuando apareció la viruela; posteriormente en el Siglo VI A.C., bajo el emperador Constantino se posicionó la conocida Peste Negra, que aniquiló a 200 millones de personas. Y también hay que recordar la conocida como gripe española y el VIH Sida, que ha aniquilado 75 millones de seres humanos, especialmente en el continente africano.

La crisis sanitaria que nos golpea hasta el día de hoy nos informa que en el mundo existen 218 mil contagiados con el coronavirus; que han fallecido 8 mil, y que 67 mil se han recuperado, o sea, los afectados son aproximadamente en todo el universo algo así como un 4%, mientras que en Latinoamérica se llega a un 1 por ciento.

En nuestro país, Chile, existen más de 600 casos positivos, solo algunos, según informaciones oficiales, han debido ser hospitalizados; personas que fluctúan entre los 30 y sesenta cinco años de edad, siendo solo dos de ellos mayores de 70 años.

Es verdad que aún hay problemas, como el caso que enfrentamos, pero es una verdad que ante ello no nos encogemos de hombros, al revés, nos organizamos y buscamos sin tregua la solución, como hoy está ocurriendo en los casi cien países que enfrentan la infección.

Hoy en día felizmente contamos con inmensos nuevos poderes que la biotecnología y la tecnología nos ofrecen, entonces a enfrentar la situación con solidaridad, racionalidad, y con la confianza de que pronto todo volverá a la normalidad.

Los efectos del coronavirus en el país han tenido un avance insospechado en los últimos días. Hasta ayer los casos de contagios confirmados por el Gobierno llegaban a los 632 y en nuestra Región ya nos acercamos a la veintena, entre ellos la misma secretaria regional ministerial de Salud, Katia Guzmán. Y la noticia más lamentable es que se registró la primera muerte, una mujer de 83 años en la Región Metropolitana.

Esta madrugada, por su parte, comenzó a aplicarse el toque de queda en todo el territorio nacional, de las 22 horas hasta la 05 horas.

Ahora bien, más allá de las medidas de carácter gubernamental que se han tomado -con la respectiva controversia entre quienes sostienen que son todavía insuficientes- es muy cierto que hay también una fundamental dimensión individual que debe tomarse en cuenta.

Tiene que ver con las conductas que cada persona y su grupo familiar adopta para aportar al control de esta contagiosa enfermedad, las cuales pasan en primer lugar por cumplir con las disposiciones legales y las recomendaciones que emanan desde el sistema de salud, pero también van más allá. Tienen que ver, por ejemplo, con comprender que el aislamiento social -por ahora en la mayoría de los casos "voluntario"- es la principal medida que se debe adoptar y se vincula a no salir de cada una de nuestras viviendas, salvo en los casos en que sea absolutamente necesario.

Aquello, por cierto, contrasta con la mala decisión tomada por muchas personas, que creen que este periodo corresponde a vacaciones y se arriesgan a salir de visita a otros puntos de la Región y el país o realizar las actividades habituales, la mayoría de las cuales por esta emergencia hoy no están recomendadas.

Para comprender la relevancia de asumir una conducta responsable, vale por ejemplo mirar el caso de Italia, donde ya se superaron las cuatro mil muertes.

Se requiere, por tanto y con urgencia, una verdadera conciencia individual para frenar la expansión del virus.

Debido al mal estado del puente carretero sobre el río Cholchol y la necesidad de someterlo a reparaciones, el alcalde de Nueva Imperial, Erasmo Soto, dictó un decreto prohibiendo el uso del viaducto a motos y bicicletas. Carabineros e inspectores municipales fiscalizarán el cumplimiento de la medida.

Lista oficial: 14 víctimas

dejó el sismo en la Región

14 fueron las víctimas fatales que dejó el gran terremoto del pasado 27 de febrero en la Región de La Araucanía, de acuerdo con el listado oficial emanado desde el Ministerio del Interior.

Sin embargo, este listado no contempla a una madre y su hija muertas tras caer una copa de agua en Saavedra.