Canoístas de Carahue reemplazan el trabajo en agua por rutinas en sus casas
PLANIFICACIÓN. Sin la posibilidad de entrenar en el Cendyr de la comuna, los palistas armaron improvisados gimnasios en sus domicilios.
Lejos del agua entrenan los valores del Club de Canotaje y de la Escuela Municipal de Canotaje de Carahue. La experiencia la empezaron a vivir los palistas de la comuna hace tres semanas, cuando se intensificaron las medidas sanitarias en la Región para evitar el avance del coronavirus.
El panorama les obligó a buscar opciones para no perder la forma y apostaron por una que poco a poco internalizan: entrenar en casa.
"No podíamos quedarnos de brazos cruzados frente a esta situación tan delicada y que se origina por temas de salud. Frente a este escenario optamos por generar un plan de entrenamiento para que nuestros alumnos ejecuten en sus casas", dice Fernando Nicolás, técnico del Club Carahue y de la Escuela Municipal que tiene la disciplina en la comuna.
La medida llevó a los integrantes de ambas instituciones a acondicionar sus domicilios y a transformarlos en improvisados gimnasios.
"A quienes no cuentan con implementación propia les facilitamos colchonetas, mancuernas y ergómetros. Con esas herramientas ellos tienen la posibilidad de ejecutar rutinas que no son iguales a las que hacemos en agua, pero que sí les ayudan a no perder la forma física", añade Nicolás.
El programa diseñado por el DT considera tres días de trabajo por semana, divididos en dos turnos y dos días para hacer actividades paralelas. El plan ha encontrado buena acogida entre sus alumnos.
"Al principio costó acostumbrarse porque lo que nos gusta es entrenar en agua. Ahora poco a poco encontramos más entretenidas las pautas que nos entregan", afirma Joaquín Riquelme, kayakista de 15 años y especialista en la distancia de 1.000 metros.
Pesas
"Hacemos hartas pesas y también trabajos en colchonetas. Así nos mantenemos en forma", agrega Riquelme.
"En mi caso, tengo a disposición un ergómetro (simulador) y eso me hace más llevaderos los entrenamientos. Así puedo hacer ejercicios parecidos a los que hacemos en agua", complementa Yael Llancaleo, otra de las palistas carahuinas.
"Acá todos somos especialistas en pruebas de kayak y entrenamos todo el año porque lo queremos es mejorar día a día y alcanzar logros importantes. Siempre destacamos en los nacionales y nuestras intenciones son también empezar a destacar a nivel internacional", recalca la deportista de 16 años y que compite en la categoría cadete damas.
Las rutinas, que consideran alrededor de seis horas de entrenamientos por semana, tienen principalmente fines de mantención. La modalidad se mantendrá por tiempo indeterminado y permitirá preparar a los palistas para el momento en que se dé la posibilidad de volver a trabajar en agua.
Ese instante lo esperan a punta de pesas, abdominales y trabajo en ergómetros.
"Al principio costó acostumbrarse porque lo que nos gusta es entrenar en agua. Ahora poco a poco encontramos más entretenidas las pautas que nos entregan".
Joaquín Riquelme,, kayakista del Club Carahue.