Crisis global
Existen guerras políticas, económicas, comerciales, sociales, culturales, raciales, religiosas, terroristas, territoriales, por el petróleo, bélicas, nucleares, espaciales y tecnológicas.
Siempre el hombre ha propiciado y ha vivido un sinfín de guerras a causa de: orgullo, codicia, egoísmo, egocentrismo y ansias de poder. Pero el problema ahora radica que hoy todos los países de la tierra estamos lidiando con una guerra biológica que pudiera ser probablemente el comienzo de uno de los desafíos más grandes que tenga que enfrentar la medicina en las especialidades de la Epidemiología y de la Infectología.
La fragilidad y el orgullo humano están en el presente puestos a prueba en toda la humanidad. Y la ciencia de la medicina a nivel mundial en este preciso y crucial momento está atravesando por un período de extremada vulnerabilidad y de muchas limitantes, por no conocer realmente este nuevo virus mortal, cuyas manifestaciones y conducta en algunos aspectos del organismo humano son todavía impredecibles. Incertidumbre para todos los profesionales de la salud del mundo.
El coronavirus tiene en jaque la vida de todos los que vivimos en este planeta. En esta tremenda crisis sanitaria que estamos viviendo, Dios verá nuestros corazones. Pues en el sufrimiento y en la prueba grande, es cuando los seres humanos sacamos lo mejor y lo peor que tenemos adentro del corazón. "Todos los sentimientos de todos los habitantes de este planeta están siendo probados en este preciso instante. "Desde el más poderoso e importante hasta el más sencillo y pequeño, comencemos a acercarnos a Dios de manera humilde, sincera y cariñosa. Reconociendo que nuestras naturalezas son débiles, frágiles, limitadas, e imperfectas, y lo peor es que llevamos en el corazón mucha maldad, la cual se ha encargado de destruirnos a nosotros mismos.
Humildemente y urgentemente pidámosle ayuda, consejo, orientación y apoyo a Dios con el propósito que podamos soportar paciente y valientemente esta crisis sin desesperarnos; sino confiando plenamente en Él y poniendo cada uno, lo mejor de nuestra parte.
Dios es quien mejor puede orientarnos: alumbrándonos el camino a seguir para que podamos manejar este gran conflicto de la manera más inteligente y acertada posible.
Porque precisamente Dios es el principal Padre de todos los humanos, porque Él nos creó y Él es también el médico de todos los médicos porque "es el padre de la medicina".
Dice la Biblia en el libro de Isaías Capítulo 34 versículo 1 y 2: "¡Acercaos, naciones, a escuchar, pueblos, oíd! Oiga la tierra y lo que la llena, el mundo y todo lo que produce".
Porque el Señor está enojado con todas las naciones, indignado con todo el ejército de ellas. Las destruirá y entregará al matadero.
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Apoyo a emprendedores
Este 29 de abril se celebró el Día del Emprendimiento, fecha que nos invita a destacar el esfuerzo y la capacidad de reinvención de los emprendedores, quienes han debido sortear semanas muy complicadas luego de la llegada del coronavirus al país. Han sido tiempos desafiantes para todos y, especialmente, para los emprendedores informales que no acceden a la banca por falta de requisitos. Esos emprendedores buscan financiamiento y oportunidades en instituciones como la nuestra, donde gracias a las distintas alianzas público/privadas hemos podido seguir trabajando a favor del emprendimiento en Chile, buscando alternativas y fondos que nos permitan seguir adelante.
En este Día del Emprendimiento el llamado es a no olvidar a los pequeños comerciantes, a seguir apoyándolos, recordando siempre que el emprendimiento transforma realidades y sin lugar a dudas, es el motor de desarrollo para nuestro país.
Héctor Feeley, Fundación Banigualdad
Día Mundial del Trabajo en tiempos de coronavirus
La pandemia en curso ha puesto sobre la mesa dos necesidades urgentes: evitar el aumento de contagios y entregar la mayor cobertura a todas las personas que requieran tratamiento. Este escenario también exige poner atención a la prevención de la patología y a su abordaje interventivo y, paralelamente y con la misma fuerza, a las condiciones de trabajo y a las repercusiones que esta contingencia ha desencadenado en los trabajadores.
Largas jornadas, sueño y descanso disminuido, estrés, ansiedad, factores de riesgo ergonómico, sumado a la alta posibilidad de contagio (sobre todo en profesionales de salud), son elementos que se han instalado y avanzan de forma progresiva y sigilosa. Bajo este contexto, los equipos de salud y los trabajadores en general han tenido que adaptarse, modificando espacios y condiciones laborales en general. Otros, lamentablemente, deben sufrir los estragos económicos devenidos de esta crisis.
No hay que desmerecer los cambios importantes en la voluntad y en la gestión política de los gobiernos a nivel mundial. No obstante, es decisivo actuar con cautela, evitando que, en menor medida, las personas sufran las repercusiones negativas del covid- 19. Esto amerita seguir un camino de alta eficiencia en lo que respecta a la toma de decisiones, manteniendo en equilibrio en materia de salud, economía y trabajo. Solo bajo esta lógica se impactará positivamente en la calidad de vida de todas y todos los trabajadores.
Álex Ríos, U. San Sebastián