Rutinas con sentido en tiempos de pandemia
En 1918, Chile conoció la mortífera presencia de la influenza española y en 2009 la dura presencia de H1N1. Nuestros niños y niñas hoy observan una realidad, quizás muy similar a los niños y niñas de 1918 y de hace una década de este siglo, no obstante, quizás lo que hoy vivimos puede, bajo todas las plataformas comunicacionales, generar una dinámica familiar muy diferente para abordar un tiempo en pandemia.
Organizar una dinámica familiar en situación de pandemia resulta una oportunidad valiosa para que ellos comprendan lo que escuchan y ven a su alrededor. Las oportunidades para ello se basan en algo muy simple… establecer rutinas diarias, que, en un ambiente natural de convivencia, les permitan hacerse parte activa, de una realidad familiar, que, sin duda, les proyectará en el tiempo, recuerdos de gran significación. Lo importante es que los significados atribuibles en el futuro puedan reconocerse como una oportunidad en su desarrollo en el tiempo presente.
A través de ellas se potencia la conducta cooperativa y se baja la ansiedad frente a conductas basadas en castigos y recompensas.
Un simple y habitual lavado de manos, sin pandemia hace unos meses atrás, hoy se transforma en una rutina muy importante y educativa.
Para los niños y niñas, romper lo habitual de no asistir a su jardín infantil, escuela o colegio, y pasar a una conciencia muy centrada en la higiene y formas de relacionarse de manera diferente, nos lleva a sugerir organizarlas, bajo ciertas consideraciones.
Las rutinas contribuyen a la formación física y psicológica y crean un ambiente estable y seguro, para los más pequeños. Con el tiempo serán las bases de disciplina y responsabilidad, pues configuran sus capacidades de autorregulación y adaptabilidad a distintas situaciones.
Alfred Adler, psiquiatra austriaco de principios del siglo 20, valoraba el sentido de comunidad y la importancia de las personas de tener un sentido de pertenencia a un grupo y sentirse capaces de contribuir al bienestar del grupo.
La creación de rutinas, en los niños y niñas ha de propiciarse desde su nacimiento, partiendo desde las más básicas, como los son la alimentación, el descanso, el auto cuidado e higiene entre otras. La estabilidad de estas, sin duda aporta a la generación de capacidades de adaptarse a nuevas experiencias. El modelaje de buenos hábitos es crucial; el ejemplo la mejor herramienta.
Maria Angélica Aran, directora Ped. en Ed. Parvularia U. Autónoma
Crisis de 1982
Lo ocurrido en 1982 fue la suma de cinco crisis simultáneas: 1) La productiva, que se tradujo el año 1981 en una menor producción de 14,1%; 2) Del empleo: con 1.200.000 cesantes en el país, una tasa oficial del 21,7% en el gran Santiago. Este porcentaje sobrepasó el 30%, al sumar las personas que estaban en empleos mínimos (PEM y POJH); 3) De la inversión: en 1982 se produjo una inversión bruta de menos 36,8% en comparación con 1981. 4) Crisis externa: por un elevado endeudamiento con la banca internacional, significando que desde 1983 en adelante, el 82,5% de los dineros que ingresen por exportaciones se destinarán al pago de la deuda externa. 5) Financiera: con una gran cartera vencida (no pagada por deudores a las instituciones) y, esa misma deuda traspasada al Banco Central, llegó al 78% del capital y reserva de todo el sistema financiero.
Los bancos acumularon miles de deudas impagas, gestionándose el cobro a los avales, la Asociación de Ahorros y Préstamos de la Vivienda cerró sus oficinas en todo Chile. Después, los deudores hipotecarios debieron renegociar el crédito de sus viviendas con el Banco del Estado, extendiéndose a más años el plazo para pagar deuda. En mi caso, me vi obligado a renegociar en dos oportunidades.
Derico Cofré Catril
Que nadie quede indiferente
Hace pocas semanas fuimos testigos de uno de los crímenes más crudos perpetrados en nuestro país: el asesinato de un hombre por encargo. Su hija, con encomiable entereza, nos relató, uno a uno, como fueron fallando -y fallan- las instituciones que se encargan, precisamente, de prevenir y perseguir la comisión de estos delitos.
Ante esto, no queda más que fraternizar con la familia Correa, y como dijo su hija, Valentina: "Que nadie espere que una acción similar se lleve a su hijo, su papá, su hermano, o su nieto para despertar. Es tiempo de entrometernos en esta tragedia para que no ocurra nunca más. Y eso es tarea de todos. Aquí y ahora".
Por eso, solicitamos con carácter de urgente, que todas las instituciones involucradas hagan una severa autocrítica y tomen la acción que les corresponde; al Departamento de Extranjería; al Ministerio Público; al Poder Judicial y, especialmente al Poder Legislativo y a todos los partidos políticos para que trabajen con celeridad y responsabilidad por una Nueva Ley de Migraciones, ad hoc a nuestros tiempos, para que no tengamos que lamentar nuevas víctimas del sicariato en Chile.
Santiago Matta Miranda, presidente Fundación Libertad Valparaíso