Tras más de dos años de funcionamiento, "La Plaza Food Truck", ubicada en la esquina de Avenida Alemania con 18 de Septiembre, en Temuco, cerró definitivamente sus puertas producto de las nulas ventas que provocó la pandemia y la cuarentena total que las autoridades decretaron para la capital regional.
"Era un hermoso proyecto que no pudo resistir un serie de golpes que nos fue dando la contingencia", señala Mauricio Martínez, administrador de La Plaza, y dueño de uno de los carros de comida que se ubicaban en el privilegiado sector comercial de Temuco.
El proyecto, ideado junto a Álvaro Molina, tenía como objetivo reunir a un grupo de emprendedores en una plaza de comidas rápidas y con calidad, "bajo una ética de trabajo que permitiera un equilibrio entre todos los miembros", recuerda Martínez.
Sin embargo, el sueño de los 11 propietarios de carros de comida finalmente culminó el pasado sábado, cuando fueron retirados los food truck dejando el espacio que por más de dos años ocuparon como La Plaza.
EVENTOS
"Comenzamos muy bien el primer año", recuerda Martínez. "El lugar se llenaba, todos los carros vendían muy bien sus preparaciones y ya para el segundo año pensamos que la rompíamos. Logramos instalar un techo para mejorar la atención de los clientes y teníamos la mejor ubicación de todas, rodeados de universidades, oficinas y con mucha gente transitando", afirma. Sin embargo, una serie de eventos golpeó a los emprendedores de La Plaza. El primero: la construcción del colector de aguas lluvia de Avenida Alemania. "Por cuatro meses estuvimos con la vereda cerrada, nadie pasaba por fuera y ninguna autoridad nos apoyó con nuestros negocios", señala Martínez.
Tras la reapertura, las cosas marchaban bien, sin embargo, el estallido social una vez más hizo mella en los dueños de los food truck. "Tuvimos que cerrar por un mes y medio porque no había ambiente para mantener abierto y habían amenazas de quemar los carros", señala Martínez.
PANDEMIA
Finalmente, la pandemia vino a sepultar los sueños de los pocos carros que habían resistido a los dos duros embates anteriores. "Decidimos cerrar porque la situación no daba para mantener nuestros carros abiertos. Ya no pasa gente, las universidades están cerradas y la gente que trabaja prefiere traer su propia comida para evitar comprar", comenta con tristeza Martínez.
Amancio Cifuentes, dueño del restorán Perú Fusión, también quiso ingresar al mundo de los food truck, sin embargo, el devenir de La Plaza hizo que decidiera dejar el lugar. "Ahora tengo el carro estacionado, sin ocupar, invertí más de 4 millones y ahora por la pandemia no puedo ocuparlo. Esta crisis que nos ha pegado a los emprendedores ha sido devastadora, estoy viendo de qué forma lo hago en el restaurante para no quebrar", señala.
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"Por cuatro meses estuvimos con la vereda cerrada, nadie pasaba por fuera y ninguna autoridad nos apoyó con nuestros negocios".
Mauricio Martínez,, emprendedor