"Viví una verdadera tortura en la cárcel"
Casi dos años privado de libertad estuvo Álex Smith Leay. Desde julio de 2018 hasta este lunes, luego que el Juzgado de Garantía de Temuco decretara el cambio de medida cautelar, quedando con arresto domiciliario total, arraigo nacional y la prohibición de acercarse a las víctima.
Smith está imputado por el Ministerio Público como autor de los delitos de asociación ilícita, obstrucción a la investigación, falsificación de instrumento público y sabotaje informático, en el denominado Caso Huracán.
La solicitud de su defensa fue acogida en consideración al tiempo que ha pasado en prisión preventiva y que se acreditó que presenta una patología de salud que lo hace vulnerable al contagio del covid-19.
A 24 horas de haber salido de la cárcel, y adaptándose a un mundo que cambió bruscamente producto de la pandemia, Smith cuenta cómo fue estar privado de libertad.
-¿Cómo fueron estos casi dos años de prisión preventiva?
-Horrible. Es como estar en el inframundo. Pasé por Santiago I donde eran como animales, el Centro de Detención Preventiva de Pitrufquén y la cárcel de Temuco. Vi mucha violencia en estos recintos, personas que se suicidaban y acuchillados. Es la ley de la selva, el más fuerte domina. Las condiciones sanitarias son horribles, el tener que orinar en una botella, las necesidades, por otro lado, en una bolsa y sacarlas al otro día. Uno vive con el miedo a los allanamientos en las celdas. Viví una verdadera tortura en la cárcel, con este cambio de cautelar siento que recuperé las ganas de vivir.
- ¿Sufrió agresiones?
-En Temuco Gendarmería me protegió, como hay presos políticos mapuches dentro de la cárcel me gritaban huinca y asesino, al comienzo ellos pensaban que yo era carabinero, pero después eso fue cambiando y vieron que yo era uno más dentro del sistema, además como yo peleaba por los derechos de los reos y no permitía el abuso, terminé por caerles en gracia a la mayoría de los internos.
- Su defensa informó que padece de hipertensión arterial crónica compensada y un problema odontológico. ¿Cómo se encuentra su salud?
-Yo entré sano al sistema penitenciario, pero mi salud se fue deteriorando. Me dio hipertensión, aunque trataron de controlármela y perdí cuatro piezas dentales sin que pudiera hacer nada porque no hay tratamiento odontológico. Mi vista también está deteriorada, me molesta la luz del sol porque pasé gran parte del tiempo sin poder salir al patio.
-¿Le preocupa que se siga alargando el juicio ?
-Me preocupa demasiado y, sobre todo, por mi familia. Yo tengo cuatro hijos y el menor tiene solo cuatro años. Los dos mayores están trabajando para pagarse sus estudios y de eso me siento muy orgulloso. Me preparé para demostrar mi inocencia dentro de plazos razonables, pero jamás me imaginé que aparecería una pandemia en medio de todo esto.
-¿Qué le parece que los otros imputados no estuvieran presos en cárceles como usted?
- Precisamente eso me quitó las ganas de vivir porque al final soy yo quien está pagando los platos rotos, arriesgando 21 años de cárcel, mientras ellos estuvieron en recintos policiales. Todo es muy injusto porque yo solo trabajé seis meses con ellos y cumplí con las órdenes que me dio el mando en calidad de civil. Yo nunca postulé a la institución, a mí me buscó el excapitán Osses, a quien conocí en cursos de capacitación que yo dictaba. A mí me postularon y se me contrató como ingeniero forestal para que elaborara un Sistema de Información Geográfica en donde aparecían los incendios vinculados al conflicto mapuche. También me pidieron fórmulas para acceder a la información de los correos de los flancos investigativos, como le decían ellos. Mi rol era entregar las herramientas, pero yo no lo hacía, además se supone que todo estaba dentro del marco de la Inteligencia, yo siempre pensé que todo era legal, si hasta me citaban la ley.
- El Ministerio Público posee la convicción de que los exfuncionarios policiales se habrían organizado con la finalidad de cometer de manera permanente, indefinida y sistemática diversos delitos e inculpar a los comuneros. ¿Usted lo sabía?
-La Fiscalía me acusa de haber confeccionado informes policiales falsos y que nos asociamos de manera ilícita, lo que no es verdad. Yo nunca vi esos informes, tampoco los firmé. Mi rol era el de un asesor para posicionar delitos en distintos software. Nunca me imaginé el tremendo montaje que estaban haciendo con la implantación de los mensajes y yo fui el primero en denunciarlo en la institución en febrero de 2018 al general Pineda.
-¿Está arrepentido de haber sido un puente en este montaje?
-Es bien complejo el tema porque yo también me siento una víctima. Me usaron para entregar herramientas en contra de personeros de la nación mapuche que eran inocentes, así es que les pido disculpas porque no es grato estar preso injustamente. Estoy arrepentido de haber entrado a Carabineros, no tenía ninguna necesidad, yo estaba bien haciendo mis clases y vivía tranquilo. Mi error también fue no haber dicho todo de un comienzo, pero estaba presionado por Carabineros, llegué a pensar que me podían desaparecer.
-¿Lo habrán elegido para la misión con pinza?
-Puede ser porque yo siempre he dicho que todo se puede hacer en la vida. Al final entregué herramientas a personas que no estaban capacitadas.
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"Me usaron para entregar herramientas en contra de personeros de la nación mapuche que eran inocentes, así es que les pido disculpas porque no es grato estar preso injustamente".