Correo
Huelga de hambre de Celestino Córdova
Celestino Córdova tuvo la posibilidad de decidir si participaba o no en el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay. Optó por involucrarse y se convirtió en un criminal. Celestino Córdova tuvo la posibilidad de decidir si realizaba o no la huelga de hambre. Él decidió hacerla. No puede ahora traspasar a otros la responsabilidad de sus propias determinaciones. Debe asumirlas como hombre, esa misma hombría que no tuvo cuando una noche y estando encapuchado junto al resto de quienes participaron en el homicidio, todos apatotados como lo hacen los cobardes, cometieron uno de los hechos delictuales más horrorosos que se recuerden en La Araucanía.
Si las actuales autoridades acceden a las exigencias de los mal llamados "presos políticos mapuches", será un precedente nefasto y una burla para las víctimas de estos sujetos, la mayoría condenados por delitos de absoluta gravedad.
Cristóbal Martini Iriarte
Pensar en verde
Sin animo de polemizar, solo para poner en valor el asunto, respondo al señor Pablo Rojas que me encantaría, al igual que a muchos de los habitantes de nuestro querido y hermoso Temuco, que tuviéramos una ciudad descontaminada, pero le recuerdo que nuestra Región es de las más pobres de Chile y desgraciadamente nuestros índices de desarrollo y carencias están muy lejos de poder lograr el propósito en forma individual. No es por romanticismo como usted señala que se usan las estufas o chimeneas a leña, la razón es el bolsillo: es la calefacción mas económica al día de hoy.
Estudios científicos señalan que la contaminación ambiental por humo y otros agentes ayuda a la propagación de virus y otros patógenos, por ello, es que en lo inmediato y para terminar con este problema de un día para otro, se hace necesaria la suscripción de un subsidio importante al consumo de energías más limpias para nuestra zona, tales como el caso de la electricidad durante los meses de invierno. Esto se ha dicho en muchas oportunidades pero hoy en el contexto sanitario que estamos viviendo es una obligación del Estado de Chile evitar una catástrofe mayor en la salud de nuestra población, sin perjuicio de todos los estudios y proyectos que puedan estar en carpeta que probablemente requieren mayor inversión y plazos que desconocemos.
Hago un llamado, casi un grito de auxilio a nuestras autoridades regionales, para que se pongan a la altura de las circunstancias y resuelvan a la brevedad.
Alejandra Nualart González
Mala calidad de alimentos de segunda canasta
En estos dos últimos meses estamos viviendo los inconvenientes de una pandemia a nivel mundial, razón por la cual es necesario analizar ciertas situaciones que a nuestra forma de ver son insólitas e inexplicables.
Junaeb es una institución de prestigio que se encuentra a lo largo de nuestro país. No me parece justo que se le enlode por culpa de las empresas a su servicio. Me dirijo a usted para manifestarle mi molestia por la composición de la "segunda canasta entregada por la empresa Alicopsa, quienes representan a Junaeb. Es algo realmente vergonzoso, por la cantidad y calidad de estos productos, que me imagino no será poco lo que se paga (calculamos que en estas canastas no se gasta más de $10.000).
En relación a esto, en las escuelas rurales hemos vivido una situación que nos deja avergonzados y con la sensación de... ¿Cómo puede estar ocurriendo esto?, respecto a la distribución de alimentos que realiza Junaeb a los hogares de cada alumno.
Se repartió últimamente cajas con alimentos con 460 gramos de lentejas, 2 huevos y 15 manzanas en mal estado. ¿Acaso nuestras comunidades no merecen más respeto y dignidad, ¿por qué no se entrega de manera más adecuada dicha ayuda?, ¿quién es la persona encargada de aprobar esta forma de distribuir los alimentos?, ¿qué hacen las autoridades frente a estos hechos de burla y menosprecio por la población rural?, ¿cómo dicha institución no implementa una forma más adecuada de distribuir la alimentación a los alumnos?, ¿sucede lo mismo en las escuelas urbanas?, ¿sabrán las autoridades cómo se está realizando esta distribución o es la empresa la que realiza dicha acción y sin ser supervisada?
Está claro que dicha situación ha sido una burla para las personas de nuestra comunidad. Asimismo, este hecho deja al descubierto una mala administración y poca consideración de parte de una empresa que gana mucho dinero cada año y que en tiempos de pandemia debió haber tratado de atender óptimamente a la población estudiantil.
Yo como directora del colegio, soy la cara visible de Junaeb y me da vergüenza ajena de ver como a las familias más vulnerables y pobres de esta comuna se les hace llegar estos productos.
Por eso es necesario que las autoridades supervisen dicha entrega, porque de lo contrario las empresas hacen lo que se les da la gana.
Amanda Jerez Sepúlveda, directora Escuela Particular Santa María N° 267, Galvarino