Las últimas cifras de empleo evidencian un profundo y generalizado deterioro en el mercado laboral de La Araucanía, situación que fue analizada por el Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera (OES-Ufro), y presentada en el informe "Covid-19 y el Empleo en La Araucanía", actualizado con las cifras al trimestre móvil de marzo-mayo 2020 y que incluye el análisis de los principales indicadores del empleo para dar cuenta del efecto de la pandemia sobre el mercado laboral regional.

De acuerdo con las conclusiones del informe, se señala que dado que el trimestre marzo-mayo considera la pandemia desde sus inicios, era esperable contar con datos negativos, sin embargo, las cifras han sido peores de lo proyectado. La Región se anota en esta última medición varios récords negativos a su haber en materia de empleo: la tasa de desocupación llega a los 2 dígitos (10,1%) y se transforma en la más alta desde 2010. Sin embargo, el dato más devastador ha sido el derrumbe de los ocupados, que llegó al 24,2% en términos anuales, lo que se tradujo en la destrucción de 106.812 puestos de trabajo, la más alta desde los registros de empleo en la Región. Esta brusca caída de los ocupados experimentada por La Araucanía en esta última medición la transformaron en la región más afectada del país en cuanto a pérdidas de puestos de trabajo, superando ampliamente el promedio nacional.

último lugar

Para el último trimestre marzo-mayo 2020, la creación de empleo anual (variación de ocupados) en La Araucanía fue de 106.812 personas, es decir, se destruyeron 106.812 puestos de trabajo en la Región en comparación a igual trimestre de 2019.

Este desplome en la cantidad de ocupados casi duplica al registrado el trimestre inmediatamente anterior y se transforma en el mayor que sufre La Araucanía en la última década, desde la incorporación de los estándares internacionales en la medición del empleo a partir de 2010.

"Con esta histórica y devastadora caída de los ocupados, se destruye todo y más del empleo generado en los últimos 10 años en la Región, marcando el significativo y profundo impacto de la crisis sanitaria sobre el mercado laboral de La Araucanía", señaló en este informe el coordinador de OES-Ufro, Patricio Ramírez.

El experto señaló que en términos porcentuales, esto se tradujo en una disminución anual de 24,2% en la cantidad de ocupados en la Región, superando la contracción de 16,5% registrada en los ocupados a nivel nacional, con lo cual La Araucanía se transformó en la región más afectada del país en disminución de puestos de trabajo.

Para el trimestre marzo-mayo 2020 (por segundo trimestre móvil consecutivo) todas las regiones del país sin excepción anotaron disminuciones en la cantidad de ocupados. La Araucanía lideró este ranking regional al anotar una caída de 24,2% en la cantidad de personas ocupadas.

"La fuerte contracción de los ocupados es uno de los peores indicadores que ha dejado esta última medición de empleo para La Araucanía, y es una potente señal de los efectos de la pandemia sobre el mercado laboral local, que muestra el efecto devastador de la crisis sanitaria sobre la destrucción de más de 100 mil empleos en la Región", apunta este informe.

Protección al empleo

Se debe considerar también que en abril comenzó a regir la Ley de Protección al Empleo que permite al empleador suspender la relación laboral y que el trabajador pueda cobrar el seguro de cesantía. Esto ha sido un factor positivo que ha incidido y atenuado en alguna medida a que el desempleo no haya visto una mayor alza de la ya registrada.

Según el último reporte al 28 de junio de 2020 de la Superintendencia de Pensiones, en la Región de La Araucanía se registran 26.570 trabajadores acogidos a dicha protección, los que no figuran como desocupados, sino como ocupados ausentes en las estadísticas del empleo.

Panorama complejo

El informe de OES-Ufro concluye que "el panorama laboral regional es complejo, se ha generado un daño profundo que ha hecho retroceder más de una década en empleo. La prioridad deberá ser la reactivación económica regional, donde habrá que colocar todos los esfuerzos e incentivos necesarios para retomar la actividad que contribuya a recuperar y crear mayor bienestar para las personas".

10,1% es la tasa de

24,2% desocupación de la Región de La Araucanía para el último período informado por el INE (marzo-mayo 2020).

Más allá de los planes de mitigación y contingencia que hoy se aplican para aplacar los efectos económicos y laborales de la pandemia, el foco debe también ponerse en las medidas de reactivación económica y empleo que se necesitarán para reimpulsar la compleja situación que nos dejará en el plano económico la crisis sanitaria. En la Región se han destruido más de 100 mil plazas de trabajo, se ha borrado una década de avances en creación de empleos. La tasa de desocupación llegó a los dos dígitos después de 10 años y si no fuera por el aumento de casi 110 mil personas inactivas, probablemente la desocupación se empinaría por sobre el 20%. La recuperación del empleo será tarea clave y urgente para la región donde el 17,2% de sus habitantes vive bajo la línea de pobreza por ingresos según la última encuesta Casen, cifras que aumentarán postpandemia por la caída de ingresos familiares. La gran cantidad de inactivos saldrá a buscar empleo después de la crisis y se encontrará con una golpeada economía.

El empleo es un derivado de la inversión, si queremos a mediano plazo un stock importante de ocupados, necesitaremos flujos constantes y crecientes de inversión. La inversión será la reina en la reactivación. La mirada a mediano y largo plazo pasará necesariamente por el aumento de la inversión en la Región, pública y privada, en especial de esta última ya que la pública seguramente estará disponible para un plan de reactivación nacional y regional, pero la inversión privada es clave para el crecimiento sostenido y los mayores niveles de empleo necesarios para la región. Inversión privada que ha sido típicamente un punto débil en La Araucanía, especialmente en inversión extranjera. El gran desafío de seguir promoviendo un clima pro inversión en la Región, de generar confianza en los potenciales inversionistas nacionales y extranjeros.

Hay un trabajo positivo del gobierno regional a través de InvestAraucanía que debe seguir fortaleciéndose. La atracción de inversiones es multicausal, el tema de seguridad también influye, por lo que hechos de violencia no contribuyen en esta línea y es un tema a abordar por autoridades y parlamentarios de la región. La Región necesita inversión y emprendimiento para estimular el crecimiento y este a su vez el empleo.