Más de 110 familias de la Villa Las Brisas de Labranza se vieron afectadas con cuadros de cólicos abdominales, vómitos, diarrea y fuertes dolores de cabeza, lo que llevó a muchos de ellos a acudir al Cesfam (Centro de Salud Familiar) de la localidad.
En todos los casos se diagnosticó gastroenteritis aguda producto en una primera instancia por el consumo del agua potable, lo que generó las alertas de inmediato en la comunidad y las autoridades.
Marcia Mardones, presidenta de la Junta de Vecinos de Villas Las Brisas de Labranza, denunció que "desde el fin de semana varios vecinos comenzaron con los primeros síntomas y luego en los grupos WhatsApp que tenemos comenzamos a ver que no era un hecho aislado, sino generalizado. Familias enteras se enfermaron y comenzamos a pedir explicaciones a la sanitaria que entrega el servicio, Aguas San Isidro, quienes vinieron a tomar muestras, pero aparte de eso, nada más".
Rodrigo Faúndez, uno de los vecinos afectados, señaló que "toda mi familia está con problemas estomacales, estamos con tratamiento y medicamentos, pero lo peor es que no estamos tomando agua de la llave por temor a enfermamos. Eso no puede ser, que paguemos por un servicio que nos enferma".
reacciones
El concejal de Temuco Roberto Neira y el comunicador social Alex Vargas, llegaron hasta el lugar para enterarse de los hechos, encontrándose con la sorpresa de que no era solo esta villa la afectada, sino que además afectó a las villas Isla Negra, Teillier y Labranza centro, entre otras.
Neira indicó que "los vecinos nos contactaron por una intoxicación masiva en Labranza donde aducen que fue por el consumo del agua. Hemos tomado contacto con la Superintendencia de Servicios Sanitarios, quienes nos informaron que iniciaron una investigación por las denuncias que ya realizaron los vecinos. Lo importante acá es que se aclare cuanto antes qué es lo que pasó y quiénes son los responsables".
Alex Vargas fue enfático en señalar que "acá las familias llevan casi una semana sin tomar agua en sus casas, tienen temor y se sienten muy molestas por un servicio que no está funcionando. Se han tomado muestras, pero la confianza se perdió y alguien debería pronto dar una respuesta concreta de lo que pasó aquí".
Otra de las afectadas, Rocío Mena, fue más allá e indicó que "estamos indignados como vecinos, tengo un hijo de seis años con vómitos, mi esposo y mi mamá igual. Esto es grave. Aguas San Isidro no nos da una respuesta satisfactoria y seguimos comprando agua envasada ya que la de la llave no nos da confianza".
al consumo de agua potable