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Agradecimiento al Cesfam de Pueblo Nuevo
Soy una sobreviviente al covid-19, profesora pensionada de 68 años. Después de ser dada de alta desde el Hospital Regional, el regreso a mi hogar no fue nada de fácil, pero estas dificultades fueron siempre apoyadas por los funcionarios del Cesfam de mi sector. Primero fue el doctor Caballero quien me visitó en mi casa para resolver todas las dudas que tenía respecto a mi recuperación, luego las kinesiólogas Ximena y Fernanda hicieron un excelente trabajo a través de videollamadas.
Hoy estoy camino de recuperación total y esto es gracias al trabajo que ha hecho el profesor kinesiólogo René Rivas (recuperación respiratoria) y Paulina, también kinesióloga quien me apoya en recuperación muscular y cardiovascular.
Agradecida de todos los funcionarios del Cesfam Pueblo Nuevo.
Rosa Guerrero Quevedo
La vida en primer lugar
Con mucha preocupación estamos observando expectantes el avance de los casi 80 días de huelga de hambre que llevan una decena de personas en las cárceles de las regiones del Biobío y La Araucanía. En este escenario, cada día que pasa es un milagro estar vivo. Las condiciones extremas a que el cuerpo es sometido frente a tal nivel de privación pueden llevar a la muerte en cualquier momento. Muerte que puede significar un hecho lamentable que tendría repercusiones políticas nacionales e internacionales y que se nos estarían enrostrando por tiempos históricos.
Cuando la dignidad de la vida está en juego, no puede esperarse de la "autoridad" una actitud pasiva, indolente y enajenada, más bien lo que se espera de toda autoridad de gobierno es que actúe de manera ecuánime, pensando en el bien mayor de una sociedad y propiciando una convivencia acorde a la diversidad cultural de ambas regiones.
En estos momentos tan difíciles es cuando la cordura y los diversos valores humanos deben primar para encontrar una salida y destrabar el conflicto.
En estos tiempos de pandemia que se han manifestado con muchas situaciones de dolor y muerte en nuestro país y en el mundo, no podemos seguir promoviendo la naturalización de la muerte, más bien se debe proteger y amparar el derecho a la vida, como derecho humano fundamental.
Es tiempo de enarbolar otras banderas de relaciones entre nuestras sociedades y las diversas poblaciones que la componen, en donde se privilegie el güxamkawün (la conversación, el entendimiento) más allá de los orgullos y las posiciones que legítimamente defienden y desde las que se sitúan los actores políticos responsables.
José Quidel Lincoleo, director Cátedra Fray Bartolomé de Las Casas Universidad Católica de Temuco
Sobre el informe Bloomerg
En la edición anterior, se informó sobre el análisis de especialistas con lo señalado en el informe Bloomerg, el cual ubicaba a Temuco como la ciudad más contaminada del mundo. Aquí se dijo que, para tener certeza, habría que basarse en la data de un año.
Efectivamente, considerar una muestra de tiempo mayor permite elevar los grados de confiabilidad de un estudio estadístico. Sin embargo, lo central de este debate debería orientarse a que los niveles de contaminación se asocian al nivel de pobreza en nuestra Región.
La ciudadanía recurre a insumos que están acordes con su nivel adquisitivo y si se compra leña húmeda o de mala calidad, más bien es porque no hay otra opción. Sin duda, hay planes de descontaminación atmosférica, pero por algún motivo estos no alcanzan a llegar a todos los hogares que lo requieren, por lo cual no se puede responsabilizar a la ciudadanía. Por ello, el debate se debiese centrar en mejorar los mecanismos de alcance de los planes regulatorios en una de las regiones con mayor desigualdad y que siendo una ciudad pequeña en comparación con Nueva Delhi y Beijing, ubicada al sur del mundo, presenta el peor nivel de contaminación a nivel global.
Gustavo Troncoso Tejada, profesor, curriculista de formación ciudadana, Universidad de La Frontera
Necesidades y polarización
En los últimos meses, muchos chilenos con reales necesidades se manifestaron por su desesperanza de no lograr ser escuchados por una elite ignorante, ensimismada en mezquinos intereses y que no solucionaba sus problemas, a pesar de contar con recursos para hacerlo.
Violentistas, anarquistas e ideologizados obsoletos se apropiaron de esas movilizaciones con quemas, saqueos, asaltos y robos destruyendo muchas ciudades del país y dejando sin empleos a miles de trabajadores, emprendedores y pequeños empresarios. Dejando claro que solo esperaban una chispa para crear el caos y la violencia.
Posteriormente, en plena pandemia hay algunos a los que solo les interesa que al gobierno le vaya mal y ojalá caiga.
Tenemos que aislar a esos violentistas que solo quieren el poder.
Todos sabemos quiénes son esos personajes, partidos y movimientos no democráticos, con financiamiento ilegal y adherentes a movimientos internacionales cercanos al terrorismo y al narcotráfico. Y tienen la desfachatez de venir a dar clases de demócratas, en esta democracia que ha mostrado una debilidad inexplicable con quienes la quieren destruir.
Jorge Porter Taschkewitz