Correo
Conflicto en La Araucanía
La inusitada violencia en La Araucanía, ejecutada fundamentalmente por grupos mapuches fuertemente armados, nos motiva a considerar que en ese hermoso territorio de nuestro país nos encontramos ante un virtual "Estado Fallido". Para justificar lo anterior, recordemos nuestra evolución histórica: Bernardo O'Higgins, una vez concluido el proceso independentista, y asegurada la creación del nuevo Estado que surgía de él, ordenó por decreto supremo que todos los habitantes de este nuevo país independiente serían denominados como "chilenos", suprimiendo la distinción hasta entonces utilizada entre los directamente descendientes de españoles, los hijos de éstos, los nacidos en esta tierra, y los nacidos en ella pero con una vinculación cultural distinta, como los aimaras, quechuas, diaguitas, mapuches, lafkenches, y posteriormente rapa-nui.
Con lo anterior, quiero enfatizar que todos los grupos culturales anteriormente individualizados, obviamente, deben someterse al Estado único de Chile, y subordinarse a sus normas constitucionales y legales, esto es, a su Estado de Derecho, a riesgo de enfrentar, en caso de infracción al ordenamiento institucional, las sanciones penales correspondientes. Con excepción de los violentistas mapuches, las demás etnias, aunque minoritarias, han asumido su obligación de respetar el Estado de Derecho.
Y aquí llegamos a la esencia del carácter que tiene el mal denominado "Conflicto de La Araucanía": con generoso apoyo externo, los grupos violentistas mapuches quieren imponer el desconocimiento a la legítima autoridad del Estado de Chile, generando uno propio en la Región de La Araucanía, y con ello, partiendo en dos nuestro territorio geográfico.
Y, desgraciadamente, están teniendo éxito.
Gustavo Cuevas Farren
Racismo
Por años ha habido incendios intencionales en La Araucanía y, en varios casos, algunos recientes, ha habido quema de escuelas públicas e iglesias. Nunca se escuchó que el INDH o la ONU hayan puesto el grito en el cielo frente a esos hechos.
Sin embargo, salieron de inmediato a denunciar que en las quemas de municipios había habido, no municipios destruidos , sino cánticos "racistas".
El racismo es el pecado de moda y, aunque no lo haya en Chile, es lo único que ven estos organismos que siempre hicieron la vista gorda frente a hechos deleznables. Cabe preguntarse, ¿se podrá gritar en La Araucanía: "No a los usurpadores y destructores de municipios"; "No a los incendiarios", "El que no salta es pirómano de escuelas"?, ¿o serán aquéllos también actos racistas y discriminatorios que le darán algún trabajo que hacer a funcionarios nacionales e internacionales?
José Luis Hernández Vidal
Sigue la " pataleta"
A los ciudadanos y trabajadores de La Araucanía (y seguro en breve en el resto del país) finalmente les bajó la "pataleta" y decidieron organizarse y defenderse por sí mismos ante la ausencia del Estado.
Ahora la Izquierda está también con "pataleta" , tratando de justificar su particular estilo de violencia (que eufemísticamente denominan "movilización") y mostrarse como víctimas del legítimo derecho de autodefensa de la ciudadanía.
Reinaldo Reinike Espinoza
Identidad chilena
Nuestra identidad nacional está influenciada por la cultura y lenguaje araucanos, así como lo está por la de los españoles que en el siglo XVI nos trajeron su civilización y por las de los inmigrantes llegados posteriormente de otras latitudes.
En nuestra patria se ha dado un entrecruzamiento de hombres y de pueblos que han convergido, convivido y compartido una suerte común, lo que ha producido un alto grado de mestizaje y de homogeneidad cultural. La nación chilena la hemos construido entre todos. Somos todos chilenos. No hay razones que justifiquen una discriminación entre chilenos por el origen de sus ancestros: indígenas, europeos, árabes, asiáticos u otros.
Al respecto cabría señalar que el director supremo Bernardo O'Higgins, en un decreto firmado el 3 de junio de 1818 bajo el título "Denominación de chilenos", concluía con la siguiente frase: "Entendiéndose que respecto de los indios, no debe hacerse diferencia alguna, sino denominarlos chilenos".
Adolfo Paúl Latorre
Rumbo perdido
Repasemos la reacción del segundo piso de La Moneda frente a los recientes acontecimientos: el ministro del Interior, Víctor Pérez, le pide consejos al senador Huenchumilla.
Se convoca a una reunión de exintendentes (como si alguno de ellos hubiese aportado algo en su mandato). La ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, anuncia que usará a la Conadi como persecutora contra los cantos en Curacautín. El ministro de Justicia, Hernán Larraín, después de haber "negociado" con la ONU, emite través del director nacional de Gendarmería la resolución para allanar el camino a un Punta Peuco II, pero con pertinencia étnica.
En La Araucanía estamos totalmente perplejos ante tanta creatividad. No será más eficaz dar facultades al intendente, cortar la línea con el segundo piso y entregar un pasaje de retorno a los delegados presidenciales.
Francisco Alanís Porcella