Locura por empanadas para el "18" da un leve repunte a los negocios locales
GASTRONOMÍA. Emprendimientos trabajaron a toda máquina.
Horneadas o fritas, no hay duda alguna en que las empanadas son por lejos una de las comidas más apetecidas y requeridas por todos los chilenos en Fiestas Patrias. Con pandemia y todo, el aroma al "pino" fue más fuerte y traspasó las mascarillas de temuquenses que llegaron hasta los diversos locales que venden la preparación, ansiosos por abastecerse tanto para llevar y compartir en el último día de trabajo antes del fin de semana largo, o bien, para llevar a la casa y comerlas con la familia.
La verdadera locura por comprar empanadas que se vivió ayer en algunos comercios del centro y la periferia de la capital regional fue replicada en diversas comunas, como Padre Las Casas, Villarrica, Angol, Victoria y Traiguén, donde las tradicionales panaderías que día a día ofrecen empanadas fueron doblemente requeridas por sus fieles clientes.
En el centro
Así fue, por ejemplo, en las sucursales de la panadería Licán Ray, en Temuco. Tanto en la sucursal de calle Varas como en la de Vicuña Mackenna, las amables funcionarias del local no pararon de vender a clientes que esperaron por varios minutos haciendo fila en la calle.
Desde la conocida Licán Ray contaron que la venta estuvo "muy buena", aunque en cantidad, fue menos que en otros años. A eso se agrega que, además, hubo muy escasos pedidos masivos y en grandes cantidades para los eventos de empresas o obras de construcción, encuentros de celebración que solían hacerse en horarios de trabajo en diferentes espacios laborales, tanto abiertos y cerrados, y que ahora no se realizaron debido a la pandemia del coronavirus.
Un respiro
Una ajetreada jornada también vivieron en la fábrica de empanadas "Rosycar", ubicada en Lagos con Portales, una de las más tradicionales del centro de Temuco. "El 17 de septiembre siempre es el día peak, y no paramos, como cada año. Esta vez lo hicimos con más ganas, estando agradecidos de poder estar trabajando y vendiendo para la gente y haciéndola feliz con una empanadita", comentó Marisol Zurita, de Rosycar.
"Estuvimos cerrados por dos meses y volvimos a fines de mayo, por eso, esta venta sin duda nos de un respiro y nos sirve para amortiguar lo que se sufrió", explicó.
"Por eso lo estamos haciendo con la precaución de que los retiros de pedidos fueran a horas determinadas, agendadas, para evitar que se nos formara una fila muy grande afuera", agregó Zurita.
Ese mismo "empujón" en el flujo de caja tuvieron los negocios de panaderías que están partiendo, como Dulce Ángel, en Avenida Inés de Suárez.
"Esta alta solicitud de empanadas nos sirvió para levantar el negocio, nos sirvió mucho", sonrió Paulina Castillo, dueña del emprendimiento.
"Tuvimos muchos pedidos y eso nos permitirá repuntar" explicó la propietaria.
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"La gran cantidad de pedidos que tuvimos quizás no es como la de otros años, no sabría asegurarlo, pero sin duda que nos viene bien. Estamos agradecidos de poder seguir trabajando y vendiendo".
Marisol Zurita,, Empanadas "Rosycar"