Crisis de restaurantes y cafés: dueños acusan ser el sector más golpeado por la pandemia
COVID-19. La imposibilidad de atender público al interior de sus locales en la Fase 2 de transición, los tiene al borde del abismo. Aseguran que la modalidad delivery no les pemitirá sostenerse por mucho tiempo.
Fue a fines de julio cuando tras cuatro meses con sus cortinas abajo, los restaurantes y cafeterías de la Región pudieron abrir sus locales al público, eso sí asumiendo la obligatoriedad de respetar un máximo de 25% de aforo.
Cerca de un 30% de los dueños de establecimientos gastronómicos asumieron el nuevo desafío que imponía la pandemia y decidieron levantar sus cortinas, hacer las inversiones exigidas e iniciar la ansiada reactivación económica. Lamentablemente, a solo 2 meses del desconfinamiento y del avance de la Región al Paso 4 o apertura inicial, las cifras de contagios nuevamente se dispararon en distintas comunas, lo que derivó en el retroceso de la capital de La Araucanía a la etapa de transición.
Las comunas en Fase 2 o transición no solo tienen comportamiento de cuarentena los fines de semana y festivos, sino que uno de los sectores que se ven más afectados son los restaurantes, cafés y análogos, por la prohibición de atender público al interior de sus locales, pudiendo funcionar solo bajo la modalidad de delivery.
Muy golpeados
El retroceso cayó como un balde de agua fría para los empresarios gastronómicos, quienes no llevaban ni 60 días de la reapertura cuando nuevamente debieron cerrar.
Así lo manifiesta el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Temuco, Gustavo Valenzuela, quien señala que "esto trae consigo un tremendo nivel de cesantía y además el sector gastronómico había invertido grandes sumas de dinero para habilitar sus locales según lo exigía la normativa".
En su opinón, el drama que enfrenta el sector puede llevar a muchos a desaparecer. "Si esta situación se mantiene por mucho tiempo, se va a producir el cierre de muchos de estos locales que ya están en una situación muy extrema".
Para Anne Marie Rebolledo, dueña del emblemático Dell Maggio, ubicado en pleno centro de Temuco, la situación que les afecta raya en la injusticia debido a que las verdaderas aglomeraciones, a su juicio, se producen en otros espacios como los malls, las grandes tiendas, las notarías, etc..
"Esto me parece súper injusto. Yo creo que hay otras cosas que también deberían cerrar, porque para que esto se pueda controlar, los malls no deberían estar abiertos", expresa la empresaria, quien dice que la modalidad delivery no logra igualarse a la atención en mesa. "A mí me baja la venta a menos de la cuarta parte porque el fuerte nuestro es la atención en el local", subraya Anne Marie.
Una visión similar tiene el empresario Pablo Cinquegrani, dueño de los reconocidos restaurantes Madonna, La Pampa y Lola. En su opinión, no son los restaurantes, precisamente los lugares donde la gente se contagia de covid-19 y por ello cree que se deberían repensar las restricciones que se han impuesto.
"Hay un rebrote y los primeros que caemos somos nosotros. Necesitamos un apoyo de cualquier lado para financiar todo esto que se viene para el futuro, pero ni siquiera hay una programación, por ejemplo para para poder abrir las terrazas como se ha hecho en Santiago, entonces es muy difícil poder soportar todo esto", asegura Cinquegrani.
Asimismo recalca que no hay productos preparados para el delivery. "Uno no puede pretender vender un bife chorizo o un filete a domicilio y que llegue bien después de 20 minutos de preparado, entonces obviamente que nos golpea".
En tanto, el empresario y socio del restaurante de comida peruana Fino Chalán, Alex Ore, comenta que la siuación en que se encuentran es en extremo compleja y esperan que exista alguna solución que les permita salvar sus negocios para no desaparecer. "Estamos llevando delivery para afianzar a nuestros clientes y tratar de mantenernos", asegura y, al mismo tiempo, añade que "nosotros nos hemos proyectado unos dos o 3 meses para poder batallarla y de ahí no sabemos que pueda pasar porque los costos fijos y los créditos no perdonan".
Finalmente, los empresarios gastronómicos han sostenido reuniones entre ellos, se están agrupando y pretenden que esta unión les permita entregar propuestas a la autoridad para evitar una crisis económica mayor que no solo los afectará a ellos, sino también a sus colaboradores, proveedores, garzones, chefs y a toda la cadena productiva que está detrás de este tipo de establecimientos que tan severamente golpeados los está dejando la pandemia de covid-19.