La seguridad, transparencia y la participación serán los pilares sobre los cuales debemos construir el Chile que queremos.

Debemos decidir de manera consciente, responsable e informada los destinos de Chile y de las nuevas generaciones. Esto no es una elección cualquiera. El plebiscito es una instancia en donde nuestros valores, nuestras raíces, nuestra cultura y tradiciones y, por supuesto, nuestras instituciones democráticas, están en juego. Usted no decide sobre un candidato en particular, usted, a través de un lápiz y un papel podrá cambiar el destino de nuestro país.

Tal acto cívico requiere un alto grado de compromiso, no solo con la democracia y nuestros valores, sino con el futuro. Exige un ejercicio intelectual simple, pero trascendente, viajar al futuro unos 30 o 40 años y, mirar hacia atrás y pensar si tal decisión aportó al crecimiento desarrollo, convivencia y al buen vivir.

Debemos pensar en nuestros hijos, nietos, y cuál es la mejor herencia que les puede dejar a partir de un voto. El país del futuro debe construirse, sobre la base del respeto y la tolerancia. La violencia y descalificación son antivalores que contaminan la atmósfera social.

Las virtudes cardinales o, aquellos elementos que son esenciales para las relaciones humanas y el orden social y que inspiren nuestras decisiones futuras, deben contemplar la sabiduría, la rectitud, la fortaleza y la bondad.

Cuando levantamos la mirada hacia el mañana y pensemos en nuestros hijos, cualquier acto o determinación debe ir acompañada de la firmeza y templanza. La templanza es una respuesta, al desorden de la concupiscencia, a ese deseo terrenal exacerbado y evidentemente desordenado. Para ello, la persona antepone el uso de la razón.

Ese es el nivel de responsabilidad y seriedad al cual nos enfrentamos. En consecuencia una decisión tan importante, no debe basarse en lo que exalte o exprese el Facebook, Twitter o cualquier otra red social.

Nuestro voto debe ser guiado por la razón y la información seria. Así haremos grande a nuestra tierra y nuestro país.

El obrero, el trabajador, la asesora del hogar, el feriante, el agricultor, la dueña de casa, el emprendedor, todos son valiosos e importantes. Su decisión, su voto y su participación constituyen la arcilla que la mano de la democracia moldea para el futuro de nuestro país.

La libertad es la herencia del bravo y, la participación es el legado de la paz y el diálogo.

Richard Caifal,

gobernador de Cautín

Con la finalidad de brindar apoyo pedagógico a las mujeres que hoy son parte de la Ruta Digital de Prodemu es que la Facultad de Educación de Universidad Autónoma de Chile desarrollará un plan piloto con estudiantes de la carrera de Pedagogía de Educación Parvularia, quienes orientarán y ayudarán a las beneficiarias de los programas y sus familias a través de recursos educativos digitales creados en sus respectivas prácticas de iniciación temprana.

Según explicó María Angélica Arán, directora de esta carrera, "la experiencia práctica considera una amplia diversidad de contextos educativos que permiten al profesor y educador en formación, conocer una variedad de escenarios para su ejercicio profesional, con especial énfasis el ofrecimiento de oportunidades adecuadas y desafiantes para aprender a ser profesores en contextos educativos diversos".

Constanza Marchant, directora regional de Prodemu, señaló que "las acciones colaborativas son fundamentales para atender las necesidades que surgen en la vida de las mujeres con la llegada del covid-19. El fortalecimiento de las familias exige una mirada integral para su desarrollo y el enfoque de género es fundamental. La educación es una herramienta que genera transformaciones más igualitarias en las relaciones sociales y representa un puente de integración necesario".