Desde el inicio de la pandemia el panorama laboral ha sufrido nocivos efectos. No solo por el desempleo, sino que también porque muchas personas que lograron, hasta momento, mantener sus empleos han sufrido reducciones de sueldos, producto de que a la mayoría de los empleadores ha visto resultados negativos durante todo este periodo. Todo esto, sin embargo, ha servido para que las empresas refuercen su valor por el capital humano, y por lo mismo uno de los elementos que no han sido reducidos, son los beneficios.

Comprender el momento al que se enfrentan los trabajadores en los tiempos actuales es fundamental. Las organizaciones deben ser capaces de acompañar en el proceso de cambio a sus colaboradores y no dejarlos a la deriva, y por lo mismo, el plan de beneficios que se les entrega debe ir redefiniéndose acorde a estos cambios y nuevas necesidades.

Según el director de MMB Chile, Miguel Gumucio, el encierro y el trabajo desde el hogar han desencadenado que los temas de salud mental y flexibilidad sean dos imprescindibles al momento de pensar en el bienestar de los trabajadores y sus necesidades, y las empresas ya están actuando frente a esto. De acuerdo a un estudio elaborado por la compañía que dirige, denominado "Reinventando los beneficios y la flexibilidad en el nuevo normal", antes solo un 21% de las empresas afirmaba ofrecer beneficios de asistencia psicológica y durante la pandemia la cifra llegó al 46%. Así también, se incrementó el tiempo flexible, donde un 34% afirmaba tenerlo antes de la pandemia y hoy un 64% lo tiene.

Hoy producto de la pandemia, los beneficios ya no son vistos como un gasto monetario, hay que ampliar la visión. Un plan de salud complementario, asesorías psicológicas familiares y personales, son elementos relevantes, plantea Gumucio.

Sin duda, la sociedad se está adaptando a un nuevo escenario. En ese sentido, el papel de las compañías está en su capacidad de diseñar beneficios que se ajusten al cambio y a los objetivos de sus trabajadores. La nueva normalidad ya llegó, por lo que desde ahora hay que determinar el foco en cómo nos enfrentamos y adecuamos a esta de la mejor manera.

El plebiscito y el triunfo del Apruebo han tenido una importancia simbólica y real en este nuevo Chile. El 67% del Apruebo en Temuco significó decirle a toda la clase política que nuestra comuna necesita ser escuchada, que debe haber un nuevo trato hacia la ciudadanía, ya que todos y todas queremos construir un país y una ciudad nueva y mejor.

Es relevante tener una constitución legitimada, donde todos los sectores de Chile se sientan representados e interpretados. El 49% de participación comunal nos dice algo claro: ¡Temuco quiere cambios! Ya basta de continuismo, y quienes decimos ser representantes tenemos que estar a la altura.

La nueva constitución y el debate constituyente nos abren una tremenda oportunidad de transformar a los municipios en verdaderos gobiernos locales y no en meros administradores. Para lograrlo, creo que debemos avanzar al menos en dos puntos a nivel local para poder impactar la calidad de vida de la gente: a través de la justicia distributiva de recursos y la participación ciudadana.

En el primer punto, el Fondo Común Municipal es el principal ingreso de la mayoría de las comunas, y debido a su forma de distribuir los recursos hace persistir la desigualdad entre los territorios. Es necesario que este aporte estatal pase del 3% al 10%. Con el solo hecho de aumentar a un 10%, el aporte de este fondo al municipio de Temuco se triplicaría, lo que podría significar un aumento de al menos 40 mil millones de pesos y que podrían ir en directo beneficio de las personas, como por ejemplo, en la construcción y reposición de consultorios en Santa Rosa y Pueblo Nuevo; la construcción de un Polideportivo para potenciar distintas ramas del deporte comunal; generación de políticas más eficaces para la disminución de contaminación, como la construcción de un bioparque con planta de reciclaje y compostera municipal; la construcción de un laboratorio de innovación municipal que concentre y oriente a emprendedores y emprendedoras, fomentando a las Pymes y contribuyendo a la reactivación económica; construcción de espacios cívicos culturales y el desarrollo de presupuestos participativos.

Sobre la participación ciudadana, es necesario fortalecer y trabajar en consultas previas sobre proyectos estratégicos para la comuna, desarrollando presupuestos participativos que promuevan el trabajo colaborativo entre las organizaciones territoriales y funcionales. De esta forma, resolveremos de forma concreta problemáticas en los macro sectores y poblaciones. Mejorar nuestro entorno es tarea de todos y todas, pero es tiempo que asumamos ese desafío.

Es importante que, junto con los eventuales cambios que se están debatiendo a nivel nacional, el próximo alcalde o alcaldesa de Temuco desarrolle una política de transparencia de uso de sus recursos, aclare pedagógicamente a los vecinos en qué se gastan los dineros y cómo estos gastos tienen un impacto en la calidad de vida. En lo personal, yo quiero una ciudad moderna, que valore la ciencia y la tecnología, la innovación, que supere las desigualdades territoriales, y que nuestra diversidad cultural sea un polo transformador y una oportunidad para el desarrollo para todos y todas. Llegó la hora de hacerlo.

Roberto Neira,

candidato a alcalde por Temuco