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La pena de la dueña de "Las Muñecas del Ñielol": "Esto se muere conmigo"

CRISIS POR PANDEMIA. Angelina Rivera sufrió la muerte de su esposo hace unos meses y ahora enfrenta deudas por intentar mantener el histórico local de comida típica chilena.
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En un día normal antes de la pandemia, llegar a las 13:30 horas al restaurante "Las Muñecas del Ñielol" era tener que esperar en la vereda de Avenida Caupolicán para recién, después de un rato, ingresar y lograr ser atendido, mientras desde adentro emanaba el característico olor a los fondos llenos de cazuela, porotos y guatitas, los platos tradicionales típicos y estrellas.

Hoy, a toda hora, el local permanece cerrado y su dueña, Angelina Rivera Poblete (58), sufre por la muerte de su esposo y la larga agonía del local de comida típica.

"El 27 de septiembre mi marido falleció y fue muy fuerte perderlo porque él me ayudaba mucho. Me da mucha pena ver el local cerrado y sin gente y pensar que nunca más volverá a ser lo que era, porque ya no tengo fuerzas ni los recursos para hacer todas las cosas que estaba haciendo y lo que quería mejorar", dice la mujer entre sollozos.

"Me levanto todos los días a las seis y media de la mañana pensando en que he tenido que endeudarme con tres créditos del banco para intentar subsistir. Ahora estoy viendo hipotecar una propiedad de al lado para no prendar esta", cuenta preocupada.

Local emblemático

La historia del restaurante de comida típica tiene su inicio en el sector de Maite, comuna de Curarrehue. Allí, María Elena Poblete Aguilera (de ahora 93 años) quedó viuda y debió trabajar intensamente para mantener a sus hijos. En el año 1975, luego de aprender el oficio junto a una tía en Los Lagos, decide tomar sus ahorros y abrir "un boliche" llamado "Restaurante Ñielol".

El local adquirió fama entre los trabajadores del sector luego de que se corriera la voz de que era atendido por "una mujer que era mesera y era rubiamozas", según cuenta Angelina, quien a los 13 años comenzó a ayudarle a su mamá. En el año 2010, ella asume la administración del local y decide renombrarlo en honor al nombre con el que se le ha conocido en las últimas décadas: "Las Muñecas del Ñielol".

"En el año 2013 ganamos el premio de "La mejor picá de Chile" y hoy estamos cerrados y sin poder abrir. Así es la cosa. Estoy endeudada y triste porque, a pesar de que tengo reparto, he sufrido mucho y lo que me deja más apenada es que si yo muero, esto muere conmigo, porque la tradición no seguirá", lamenta.

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"Me da una pena tremenda no poder abrir y ver todo esto cerrado... nunca más va a volver a ser lo que era. Todo lo que tenía proyectado no lo podré hacer". Angelina Rivera "Las Muñecas del Ñielol"

1975 se fundó el restaurante Ñielol, que popularmente fue conocido como "Las Muñecas del Ñielol", su nombre oficial desde el 2010.

"Me cursaron una multa injusta"

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Doña Angelina es conocida como "Jefa" por sus comensales que día a día llegan a comprar. Ahora, eso sí, solo puede vender para que consuman afuera o en sus vehículos. "Me da una pena no dejarlos pasar", dice acongojada. En días buenos, durante la cuarentena, aún ha podido recibir a grupos de trabajadores que llegan a comprar sus colaciones estrellas: guatitas, porotos y cazuelas. "Si antes vendía 70 cazuelas, ahora vendo 15 al día, con suerte", dice. En ese contexto, cuenta que un día llegó un grupo de siete trabajadores que le pidieron permiso para comer adentro de su local, que estaba cerrado. "Como vi que no tenían donde, acomodé las mesas con distancia y los dejé. Justo llegaron a fiscalizarme desde la Seremi de Salud y me multaron: 20 UTM es lo que debo. ¡Es injusto!", concluye.

Mujer pierde a bebé en accidente en Villarrica

TRAGEDIA. Embarazada iba en una moto que fue impactada por un auto.
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Una joven embarazada perdió a su bebé luego de sufrir un accidente cuando transitaba a bordo de una motocicleta en la ruta que conecta Villarrica con Loncoche.

De acuerdo a los antecedentes que pudo recopilar El Austral por medio del Cuerpo de Bomberos de Villarrica, el trágico hecho ocurrió a eso de las 00:15 horas a la altura del kilómetro 1,5 del camino que va desde la zona lacustre hacia la comuna de Loncoche.

Por causas que están bajo investigación, la moto tipo scooter en la que se trasladaba la víctima, junto a otra persona, fue impactada por un automóvil, y debido al impacto, a pesar de ir con casco y protecciones, la mujer que tenía más de 30 semanas de gestación sufrió lesiones de carácter grave que obligaron a los equipos de emergencia a trasladarla de urgencia al hospital. Posteriormente, los equipos médicos corroboraron la muerte del bebé que estaba próximo a nacer.

El fiscal Jorge Calderara confirmó que se ordenaron diligencias a peritos de la Subcomisaría de Investigación de Accidentes de Tránsito (Siat) para establecer la dinámica del dramático accidente.