Con el avance de Temuco a la fase de Transición, luego de una segunda cuarentena que se extendió por 51 días, y tras una modificación en el Plan Paso a Paso, que flexibilizó algunas de las medidas restrictivas contempladas en el protocolo, el pasado lunes los restaurantes de la capital regional pudieron abrir nuevamente sus puertas y recibir público, lo que vino a ser un salvavidas a un gremio que se hallaba -en palabras de sus propios dirigentes- al borde del precipicio.

La medida permitió que cafés y restaurantes puedan atender en terrazas o aquellas instalaciones sin techo o que, teniéndolo, posean más del 50% de su perímetro abierto, con hasta el 25 por ciento de su capacidad, con distanciamiento mínimo de dos metros entre mesas y por periodos de dos horas, de manera de permitir la sanitización de las áreas.

Esta apertura es fruto de una mesa interinstitucional donde participan Economía, Transportes, el municipio de Temuco, los gremios del sector gastronómico y también Salud, que permitió establecer las coordinaciones que posibilitan que hoy haya 20 establecimientos del rubro gastronómico de Temuco que han pedido los correspondientes permisos al municipio y pueden hacer uso del espacio público como las veredas. Y dieron este paso que vino a reactivar un área en extremo alicaída a causa de las restricciones sanitarias y cuya importancia en la economía es altamente relevante, tomando en cuenta que solo en la Avenida Alemania de la capital regional el rubro gastronómico da trabajo a más de mil 200 personas.

Ahora bien, mantener las actuales libertades y avanzar a etapas aún más flexibles es el gran desafío, no solo del rubro gastronómico, sino de toda la capital regional. De ahí que sea necesario extremar los cuidados y llamar a la prudencia, en el entendido que de aumentar nuevamente los contagios el retorno a la cuarentena será inminente.

Por ello, si bien se viven días de ajetreo dada la naturaleza de las fiestas de fin de año, se debe privilegiar la salud individual y colectiva y no exponerse a potenciales riesgos. El gremio gastronómico de Avenida Alemania adoptó para ello todos los protocolos recomendados por la autoridad y ahora es menester de los clientes hacer su parte, acatando las recomendaciones sanitarias y cumpliendo a cabalidad la normativa. De ello dependerá seguir avanzando hacia instancias de mayor normalidad.

Para muchos y me incluyo, este ha sido si no el peor, uno de los peores años vividos. Los efectos de la crisis sanitaria no se han remitido a los obvios problemas de salud pública observados, los costos sociales y personales han sido cuantiosos en lo emocional, económico y en la convivencia diaria, tanto en el espacio privado como público. Dentro de este escenario, la semana pasada un gran amigo con quien no hablaba hace varios meses me llama y hace la pregunta coloquial obvia: ¿Cómo estás?; y bueno Diego, eso depende desde el punto que establezca mi respuesta, contesté.

Hace 4 meses terminó un proyecto de vida que esperaba me acompañara hasta el final de mi existir, luego producto de la crisis sanitaria se cancelaron definitivamente todos los emprendimientos que habíamos iniciado en Chile y Sur América, para rematar me contagié de covid; ¿responde eso a tu pregunta?

Ahora también hay otra forma de mirarlo. Hablemos un rato desde la felicidad estadística de los economistas.

Grafiquemos en un cuadro la evolución por mí experimentada estos 4 meses, donde el eje de las X es el tiempo y la Y representa mi estado de bienestar; te puedes imaginar después del mes 2 (superé el covid) lo maravilloso de esa curva creciente a tasas crecientes.

Entendiendo lo simple y reduccionista de mi segunda aproximación, me gusta pensarla, necesito pensarla, como el primer impulso para transformar el deseo de que todo tiene que mejorar, en la visión y misión que estamos llamados a construir desde lo personal, como sociedad y Región de La Araucanía, aprovechando los procesos políticos trascendentales viviremos los próximos meses como el punto de inflexión para hacer los cambios cualitativos que necesitamos; pues como diría J. M. Serrat:"Bienaventurados los que están en el fondo del pozo. Porque de ahí en adelante solo cabe ir mejorando" (Bienaventurados, Joan Manuel Serrat).

Mauricio Partarrieu Vistoso,

académico Facultad de Ciencias Jurídicas

y Empresariales, Universidad de La Frontera