El 13 de abril de 2020, a las 16.30 horas, suena por primera vez la "Campana de la Esperanza" en el Hospital Hernán Henríquez Aravena. Ese día, un adulto mayor sale en silla de ruedas por el acceso principal del recinto asistencial y levanta sus brazos en señal de triunfo mientras se oyen aplausos.

Entonces, como ahora, la emoción es máxima entre funcionarios y pacientes porque lo que ese singular gesto representa es el alta de una persona que ha sobrevivido al covid-19 y en un elemento que a estas alturas de la pandemia se alza como un símbolo de vida que ha tañido en 300 oportunidades.

Así lo informa el director del principal centro hospitalario de La Araucanía, Heber Rickenberg, quien recuerda el origen y las razones que condujeron a materializar esta iniciativa. "En abril estábamos bastante asustados, toda la ciudadanía tenía miedo a este virus porque las actuales generaciones nunca habíamos enfrentado una pandemia; así que como equipo directivo empezamos a armar un plan de crisis y dentro de él nos propusimos acciones para reforzar el ánimo de nuestros funcionarios y para mostrarle a la ciudadanía que estábamos sensibilizados con lo que pasaba".

Así, en una reunión, surge la idea de un elemento para celebrar como un triunfo la superación de la enfermedad por parte de los pacienhace tes, dado que al interior del hospital y fuera de este sufrían funcionarios y familiares, y todavía había mucho que aprender sobre el manejo del covid. "Había que subir los estados de ánimo, mirar al futuro y generar esperanza (…). Y eso es lo que representa el toque de esta campana, es el alta de una persona que vuele a casa", acota el director.

A la fecha, agrega la autoridad del HHHA, por el centro asistencial han pasado 583 pacientes covid y la campaña ha tañido 300 veces para resaltar el triunfo sobre la enfermedad.

Vale recordar que la pieza metálica que permanece colgada en el acceso principal del hospital fue prestada por la Tercera Compañía de Bomberos y permanece allí junto a la foto de Mario Aravena Álvarez, un joven bombero que fallece a los 24 años en el mismo recinto asistencial, y cuya historia refuerza el concepto de esperanza y vida, por lo ejemplar que fue como paciente, por infundir ánimo a otros pacientes y por jamás darse por vencido.

SEGUIRÁ EN 2021

La enfermera y supervisora del Centro de Responsabilidad Médico del Adulto, Soraya Sanzana, centro que tiene supervisión sobre nueve servicios, incluido el de Medicina Interna que recibe a pacientes covid, comenta que - en honor a la verdad - la "Campana de la Esperanza" llega un poquito después de los primeros egresos de pacientes y, de hecho, las primeras expresiones de ánimo fueron los pasillos humanos que formaban los propios funcionarios de cada unidad para despedir entre aplausos a las personas dadas de alta.

"Recuerdo que uno de los primeros videos que hicimos de esto fue para un adulto mayor de Curarrehue que se infectó luego que se contagiara un familiar y su cuidadora. Dada su edad el pronóstico era incierto y pese a ello salió adelante con los cuidados recibidos. A él lo despedimos entre aplausos, algo que todavía se hace", rememora Sanzana.

Cuando se hacen virales esas imágenes viene la donación y instalación de la campana, algo que muy bien recuerda el director Heber Rickenberg, porque es precisamente la enfermera Soyara Sanzana quien resuelve la falta de un cordel para hacer sonar la pieza metálica. "No había un cordel para tocar la campana aquella vez, así que Soraya se quitó el colgante que usamos para sostener las credenciales y lo amarró. Y así quedó hasta ahora".

La instalación de la "Campana de la Esperanza", comenta la supervisora del Centro de Responsabilidad Médico del Adulto, vino a sacar de un espacio muy íntimo lo que estaba pasando con los pacientes dados de alta y le dio un sentido hospitalario al gesto, "vino a mostrar que era posible salir de esta situación y a inyectar energía al personal del hospital", precisa.

A lo largo de estos meses son muchos los casos y las emociones vividas, pero hay uno que el personal del HHHA recuerda con especial cariño. Se trata del alta del Dr. Bustamante, médico de Urgencias que también trabajó en la Clínica Alemana, quien después de estar muy grave y de pasar por la UTI logra superar la enfermedad. "Como aún estaba convaleciente invitamos a su hijo - que también es profesional de la salud - a tocar la campana con nosotros. Eso fue muy emocionante, porque se trataba de un par que lo pasó mal y que logró superar la situación", recalca la enfermera.

Con él hay cientos de otras personas y funcionarios que han logrado sortear el covid-19, y cuyo regalo de vida ha quedado expuesto también en cartas de agradecimiento que son publicadas en los ficheros de las unidades. Esto igual se refleja en las video llamadas que a diario se realiza para contactar a pacientes en recuperación con sus seres queridos.

A nueve meses de la instalación de esta singular campana, el director del Hospital de Temuco comenta que esta seguirá funcionando hasta superar la pandemia y que es un sueño del equipo hospitalario que esta quede en el hospital como símbolo de esperanza y del trabajo realizado en esta crisis sanitaria.

El espíritu de Mario Aravena Álvarez (Q.E.P.D.), sin duda, refuerza el concepto de esperanza que representa esta campana perteneciente a la Tercera Compañía de Bombero, donde fue voluntario. "Esta campana", recuerda Mario Aravena (padre), "se ha usado en sesiones solemnes de la compañía. Y se toca habitualmente para homenajear a los mártires. El hospital la pidió prestada, pero al final yo creo que la familia Aravena Álvarez y la Bomba Germania deberemos estudiar la opción de donarla porque hoy se ha convertido en un símbolo de vida". Algo muy propio de Mario, acotan sus padres, dado que él siempre quiso vivir y luchó por ello. "Además - agrega Oriana Álvarez (madre de Mario) - hoy es más significativa porque nosotros también tuvimos covid y lo superamos, así que esta historia y símbolo cobran más sentido".