Sanciones por fuegos artificiales
La medida cobra relevancia por el uso ilegal que se la ha dado a estos instrumentos como método para intimidar a la población. Normativa sanciona con mayor gravedad los delitos cuando perturban gravemente la tranquilidad pública o infunden temor en la población.
El Presidente Piñera promulgó hace unos días la ley que sanciona como delito el uso, venta y fabricación de fuegos artificiales, mediante la modificación de la Ley de Control de Armas, que actualmente sanciona como falta, con pena de multa, estas acciones, estableciendo ahora como delito -con sanción de presidio- el uso, venta y fabricación de fuegos artificiales y a quien dispare armas de fuego, cohetes, petardos u otros proyectiles.
El nuevo texto legal castiga a quienes "poseyeren o tuvieren fuegos artificiales, artículos pirotécnicos y otros artefactos de similar naturaleza, sus partes, dispositivos y piezas, sin la autorización de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), serán sancionados con presidio menor en su grado mínimo (desde 61 días a 540 días) o multa de 5 a 20 unidades tributarias mensuales".
La ley también castiga más gravemente a quienes "sin la competente autorización fabricaren, armaren, elaboraren, adaptaren, transformaren, importaren, internaren al país, exportaren, transportaren, almacenaren, distribuyeren, ofrecieren, adquirieren o celebraren convenciones respecto de los elementos indicados", quienes serán castigados con "la pena de presidio menor en su grado medio y multa de 10 a 20 unidades tributarias mensuales".
La normativa sanciona con mayor gravedad los delitos cuando, además, perturban gravemente la tranquilidad pública o infunden temor en la población. Las penas de presidio por estas conductas delictivas serán de 3,5 y hasta 10 años de cárcel.
Sin duda, la medida cobra especial relevancia por el uso ilegal que se la ha dado a estos instrumentos como método para intimidar a la población por parte de bandas criminales que asolan tanto la Región como el país.
Junto con el endurecimiento de las penas es indudable que una preocupación central está en cómo aumentar la fiscalización de este tipo de episodios, de manera de poner a disposición de la Justicia a quienes cometan este tipo de ilícitos que tanta inquietud están causando en nuestra Región y el país.