Temuco lidera el uso de bicicleta
Según una encuesta del Automóvil Club, el 67% de los ciudadanos está fomentando su traslado a pie o en bicicleta.
Una importante alza ha registrado el uso de las bicicletas como medio de transporte en medio de la pandemia del covid-19, ya que ha permitido reducir el riesgo de contagio con respecto a la locomoción colectiva.
En Chile, el Observatorio Elige Vivir Sano analizó los datos de cinco ciudades, con mayor número de bicicletas, y consignó un alza en la utilización de ese medio de traslado. Las ciclovías donde más aumentaron los viajes entre septiembre de 2019 y octubre de 2020, excluyendo a la Región Metropolitana, fueron Temuco (51,2%), Rancagua (31,6%) y Concepción (15,5%).
El mayor uso de bicicletas y ciclos se observa de preferencia en el segmento joven y de quienes distribuyen alimentos a través de aplicaciones. Sin embargo, también existe preocupación por la cantidad de accidentes que se han registrado. Por ello, el Consejo Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset) y Elige Vivir Sano, lanzaron una guía con recomendaciones para la movilidad activa, el uso de la bicicleta y otros ciclos, con el fin de reforzar las medidas de autocuidado entre quienes se movilizan.
Algunas campañas han llamado la atención acerca de la situación vulnerable que enfrentan los ciclistas, que deben compartir el uso de las calles con los automovilistas, los conductores de locomoción colectiva y del transporte de carga. Según una encuesta del Automóvil Club, el 67% de los ciudadanos está fomentando su traslado a pie o en bicicleta, por el temor a contagiarse en la locomoción colectiva, aunque otro segmento también prefiere el uso de su automóvil, por la misma razón. Eso genera una serie de desafíos que se tienen que pensar, porque la mayor utilización del automóvil trae externalidades negativas. La más importante es la congestión por la ocupación poco eficiente del espacio, y por la contaminación, que no es un tema menor en medio de una pandemia que ataca las vías respiratorias. Los expertos estiman que si bien es entendible que la gente use más el automóvil en estos momentos porque hay una menor probabilidad de contagio, cuando pase la emergencia sanitaria habrá que hacer un gran trabajo para desincentivar su utilización y para que no se mantenga como medio de transporte constante.