Los problemas de Naomi Osaka (3º WTA) en los torneos del Grand Slam llegan en la primera semana. Sin embargo, en los de pista dura, como el Abierto de Australia, en cuanto supera esa fase comienza a prepararse para grabar su nombre en el trofeo.

Esto fue lo que Osaka ratificó ayer al conseguir su cuarto título en ocho apariciones en majors en una final de Australia, que inicialmente parecía ajustada antes de ganar seis juegos consecutivos que le permitieron alejarse en el marcador y derrotar por parciales de 6/4 y 6/3 a la estadounidense Jennifer Brady (24º).

Con un potente juego de servicio, que le valió seis saques directos, la nipona mejoró a 4-0 su registro en finales de un torneo del Gran Slam. Osaka es la primera mujer en iniciar su carrera de ese modo desde que Mónica Seles lo hiciera hace ya 30 años. Para la oriental, además, esto forma parte de un récord de 12-0 en cuartos de finales y fases posteriores de los grandes torneos del circuito de la WTA.

La jugadora asiática tiene también una racha de 21 partidos ganados de forma consecutiva, que comenzó la pasada temporada e incluye su triunfal paso por el US Open del año pasado. Además, se coronó en Nueva York en 2018 y en Melbourne en 2019.

"Esta noche (ayer) no debía ocurrir esto", dijo Brady, de 25 años, que jugaba la primera final de un grande. "Espero que haya muchas más", agregó.

Talento asiático

Osaka (23 años) nació en Japón de madre japonesa y padre haitiano, y emigró a Estados Unidos con su familia a los 3 años.

Y cuando arrancó la competición en Melbourne Park era la tercera del ranking de la WTA. Con el título puesto, ya aseguró avanzar hasta el segundo puesto del escalafón.

Solo otras dos tenistas activas tienen más títulos de Grand Slam que Osaka: Serena Williams, con 23, y su hermana Venus, con siete.

En la final masculina, el serbio Novak Djokovic (1º ATP), buscará esta madrugada su noveno título en Australia y el décimo octavo en un Grand Slam. Enfrente tendrá al ruso Daniil Medvedev, (4º ATP), que jugará su segunda final de un torneo de primera categoría y que al duelo llega con 20 partidos sin perder.

2 títulos, con el de ayer,

4 suma Osaka en el Abierto de Australia. El primero lo ganó en 2019 a la checa

Un duro golpe a sus aspiraciones de alcanzar su primera final en el Challenger de Concepción tuvo ayer Alejandro Tabilo (167º ATP), quien cayó sin apelaciones ante el argentino Francisco Cerúndolo (146º) por un doble 6/1 en una hora y dos minutos.

El nacional, que venía de bajar al primer favorito en la ronda de cuartos de final, literalmente sucumbió desde el primer game ante el transandino, quien con unos profundos tiros desde el fondo de la cancha, que matizó con bolas cortadas que la mayoría de las veces dejaron parado a Tabilo, abrochó su paso a la final, donde hoy enfrentará a su compatriota Sebastián Báez (312º), que en dos sets dejó fuera de la definición al segundo cabeza de serie, Andrej Martin (102º) por 6/4 y 6/3.

Tras el duelo, Tabilo no buscó excusas para reconocer el rendimiento de su rival.

"Más que nada, él jugó muy bien en las líneas y a mí me costó jugar suelto porque esos tiros siempre eran exigidos. No falló ninguna", señaló la segunda raqueta chilena, quien se tomará unos días de descanso antes de participar en la qualy del Abierto de Buenos Aires.

"Ahora me tomo unos día y después viajo a Buenos Aires para jugar la qualy. De ahí tengo que ver si juego la qualy del Abierto de Santiago o recibo un wild card para entrar directo al cuadro", aclaró Tabilo, que además sumará a su gira sudamericana los Challenger de Lima y Santiago, y eventualmente, el segundo Challenger de Concepción, que se jugará a mediados de abril.

Precisamente ayer se confirmó la noticia en palabras del productor de la gira sudamericana, Horacio de la Peña. "El lunes saldrá el calendario, aunque no sabemos si será con público o no".

Alos 38 años y a través de una sencilla carta publicada en sus redes sociales, el mejor apertura en la historia del rugby profesional, Dan Carter, anunció ayer su retiro de la actividad.

"Hoy (ayer) me retiro oficialmente del rugby profesional. Un deporte que he practicado durante 32 años y que me ha ayudado a convertirme en la persona que soy hoy. No puedo agradecer lo suficiente a todos los que han formado parte de mi viaje, especialmente a vosotros, los aficionados. El rugby siempre formará parte de mi vida. Gracias", publicó en su Twitter e Instagram una de las leyendas vivientes de los All Blacks, cuyo legado fue destacado en una publicación del diario El Mundo de España.

Inagotable éxito

"La sencilla despedida de Carter estuvo a la altura de su fabuloso legado con los All Blacks. 112 partidos, dos veces campeón mundial con Nueva Zelanda (2011 y 2015) y elegido tres veces como mejor jugador del planeta en 2005, 2012 y 2015. Fue el número 10 perfecto, capaz de aunar elegancia y eficacia, creatividad en el juego y una sombrosa precisión gracias a su pie izquierdo".

Con la famosa camiseta negra del XV oceánico y su preciso pie izquierdo anotó 1.598 puntos en los más de 100 partidos que jugó por su selección. Un récord mundial a pesar de las varias lesiones que padeció en su carrera.

Aparte de ganar las dos Copas del Mundo con los All Blacks, conquistó seis Torneos de las Tres Naciones (2003, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2010) y dos de su sucesor, el Rugby Championship (2012, 2013).

Ganó asimismo la Top League japonesa en 2019 y el Top-14 francés en 2009 con Perpignan y en 2016 con el Racing 92.

También logró en dos ocasiones la Copa Webb Ellis, en 2011 y 2015, en el mejor momento de su carrera.

"Ahora está bien disfrutar de los fines de semana con la familia, recoger a mis hijos a las 15 horas, después de la escuela (...) y mi cuerpo me da las gracias por no tener que jugar", reflexionó.