Desde ayer la capital regional comenzó a vivir su cuarta cuarentena, desde que la enfermedad de covid-19 hizo su aparición en La Araucanía, el 15 de marzo del año pasado, cuando fue detectado el primer caso positivo al virus que causa esta patología.

La medida, resistida por los gremios del comercio y gastronómicos, toda vez que obliga a cerrar nuevamente locales comerciales y restaurantes, con el enorme daño económico que ello significa, fue adoptada por las autoridades de Salud sobre la base de los pésimos indicadores que exhiben la Región y en especial Temuco, durante los últimos días, con altísimas cifras de nuevos casos (97 en la jornada de ayer, para la capital regional), una positividad semanal en exámenes de las más altas del país (en torno al 15 por ciento) y el mayor número de casos activos desde que comenzó el conteo de contagios (2.097 casos al día de ayer).

A esto se agrega el alto número de personas hospitalizadas a causa de complicaciones producto de la enfermedad, que hasta ayer alcanzaban a las 267 en La Araucanía, 59 de las cuales se encuentran conectadas a ventilación mecánica, lo que hace que la red asistencial se encuentre al límite.

Ahora bien, a pesar de lo resistida que pueda ser una medida de este tipo, por todo lo que implica someterse al confinamiento, desde Salud advierten que el limitar el desplazamiento de las personas es la medida más efectiva para bajar los niveles de contagios de la infección, toda vez que el virus se mueve junto con los habitantes.

De ahí que para avanzar nuevamente en el plan Paso a Paso y lograr mayores libertades de movilidad, se hace necesario que toda la comunidad asuma con responsabilidad esta medida. Esto implica salir de los hogares solo si es estrictamente necesario y mediante el permisos semanal que otorga Carabineros a través de Comisaría Virtual, usando mascarilla, manteniendo el distanciamiento físico con otras personas y lavándose constantemente las manos. A esto también debe agregarse una rápida detección de nuevos contagios y el correcto aislamiento de las personas que se hallan infectadas con covid-19.

Bajar los contagios y lograr que la cuarentena no se extienda demasiado es responsabilidad de todos.

Hemos comenzado marzo, mes en que nuestros niños, adolescentes y jóvenes comienzan o retoman sus estudios. Por lo mismo, me ha parecido importante identificar: "Algunas exigencias comunes de una educación auténtica".

En primer lugar, hay que decir que, para una auténtica educación, se necesita la cercanía y la confianza que nacen del amor. Pienso en la fundamental experiencia de amor que "deberían" experimentar los niños con sus padres y hermanos, si los hay. Todo educador sabe que para educar debe dar algo de sí y que solo de esta manera ayudará a sus alumnos a superar los egoísmos y los capacitará para un amor auténtico.

Por otra parte, si el sufrimiento forma parte de la verdad de nuestra existencia, debemos poner atención, al tratar de proteger a los más jóvenes de dificultades y dolores, pues corremos el riesgo de formar, por supuesto, sin mala intención, personas frágiles y poco generosas, pues la capacidad de amar corresponde a la capacidad de sufrir, y de sufrir juntos.

Llegamos, quizás, al punto más delicado de la labor educativa, como es lograr encontrar el equilibrio entre disciplina y libertad. Sin normas, de comportamiento y de vida, no se forma el carácter y no se prepara para afrontar las pruebas que no faltarán en el futuro. Pero la relación educativa es ante todo encuentro de dos libertades, y la educación bien lograda es una formación para el uso correcto de la libertad. El niño, la niña, irá creciendo, se convertirá en adolescente y luego en joven; por lo que hay que asumir el "riesgo" de la libertad. No para hacer "vista gorda" respecto de sus errores, sino para estar siempre vigilantes y ayudarle a corregir ideas o decisiones equivocadas.

La educación no puede prescindir del prestigio, que hace creíble el ejercicio de la autoridad. Es fruto de experiencia y competencia, pero se adquiere, sobre todo, con la coherencia de la propia vida y con la implicación personal, expresión del amor verdadero.

En la educación, es fundamental el sentido de responsabilidad, por supuesto responsabilidad del educador, pero también, y en la medida en que crece en edad, responsabilidad del hijo, del alumno, del joven que entra en "el mundo del trabajo". Es responsable quien sabe "responder" a sí mismo y a los demás. Y, para quien es creyente, responder sobre todo ante Dios, que lo ha amado primero (Cf 1 Jn 4,19).

Con fraterno afecto bendigo a todos nuestros estudiantes, niños, adolescentes y jóvenes, rogando a Jesús, el Maestro, les conceda como Él, "crecer en sabiduría, en estatura y en gracia, ante Dios y ante los hombres" (Cf Lc 2,52).

Héctor Vargas, obispo de Temuco

Con millonarios recursos que alcanzan los 7 millones de dólares partió en La Araucanía un vasto programa de construcción de puentes y alcantarillas destinados a los caminos que unen diversas localidades hacia la Cordillera de la Costa y de Los Andes. En total, son 27 puentes, 20 en Cautín y 7 en Malleco.

Buscan evitar alza en las

cifras de contaminación

En La Araucanía ya hay comerciantes certificados que están agrupados en el Consejo de Certificación de Leña Araucanía, Cocel. Es por lo anterior que se realizó un llamado a la comunidad a adquirir leña certificada a fin de evitar el alza de los índices de contaminación atmosférica en Temuco y Padre Las Casas.

A 45 suben seguimientos por eventual contagio

Seremi de Salud confirmó la cifra de personas vigiladas en La Araucanía provenientes de países de alto riesgo de contagio de coronavirus. El Instituto de Salud Pública informó que cuatro exámenes de pacientes sospechosos dieron negativo. Expertos coinciden en que la principal medida para evitar el virus es el lavado frecuente de manos.