Alzas de contagios y vacunación
Es necesario insistir en que una adecuada forma de enfrentar la pandemia es avanzar con la inmunización, sin descuidar el autocuidado y las medidas. Se debe enfatizar que es altamente inconveniente caer en la sensación de falsa seguridad que puede significar el avance de la inoculación masiva de la comunidad.
Los antecedentes confirman el complejo escenario que vive la Región en torno a la pandemia. Por un lado, existe un creciente aumento de los casos y de allí que no haya muchos argumentos en contra de la actual cuarentena total que afecta a la mayoría de las comunas de La Araucanía.
Esta situación lleva a que las autoridades y dirigentes del gremio médico hayan enfatizado el mensaje para extremar las medidas de cuidado ya que -lamentablemente- los datos de alza de casos se mezclan con la segunda de las "caras" de la pandemia, como es la esperanza que abre el rápido proceso de vacunación que se ha registrado en la Región y el país.
Conectando ambos elementos, eso sí, se debe enfatizar que es altamente inconveniente caer en la sensación de falsa seguridad que puede significar el avance de la inoculación masiva de la comunidad.
Al respecto, se debe consignar que varios expertos han alertado en torno a esta situación, que si se extiende puede tener nefastas consecuencias en las próximas semanas y meses.
Esta preocupación -que se expresa con fuerza en la Región y el país- tiene un carácter global.
De hecho, hace algunos días el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, fue tajante al respecto: "Las vacunas ayudarán a salvar vidas, pero si los países solo confían en ellas se están equivocando", dijo y precisó que es imperativo que se mantengan las medidas de precaución que se pusieron en marcha en todo el mundo el año pasado, antes de que existieran los fármacos de inmunización.
Por todo esto, es necesario insistir en que una adecuada forma de enfrentar hoy la pandemia es continuar con la celeridad de la inmunización, pero -a la vez- no bajar en absoluto los brazos en materia de autoprotección. Hay que recordar que la vacuna logra la mayor inmunidad dos semanas después de la aplicación de la segunda dosis y, más allá de eso, todavía se está muy lejos de alcanzar los indicadores que permitan pensar en que se alcance la denominada "inmunidad de rebaño".