Falta de camas críticas
Varios hospitales, incluyendo el Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena, han dado cuenta de una saturación de pacientes con covid-19. Los especialistas clínicos de dispositivos médicos pueden cumplir un rol clave en este momento de reimplementación de camas críticas.
El Ministerio de Salud ordenó, a principios de este mes, que la red asistencial integrada -entre hospitales públicos y prestadores privados- restituya los 3.216 cupos UCI habilitados en julio de 2021, cuando se registró la mayor capacidad de camas críticas en la crisis sanitaria.
Esto, debido al sostenido incremento de nuevos casos de covid-19 en todas las regiones del país, y porque el Minsal advierte y se alista para una eventual tercera ola de contagios. De hecho, varios hospitales, incluyendo el Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena, han dado cuenta de una saturación de pacientes, con casi la totalidad de camas críticas y ventiladores mecánicos ocupados.
¿Cómo volver a implementar camas críticas a un año de la pandemia? Según Gabriela Garnham, gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos, junto con la tecnología médica necesaria para habilitar una cama UCI, es necesario contar con personal de la salud especializado que, después de un año, se encuentra sumamente fatigado y con licencias médicas. Es un escenario diferente al de hace un año, cuando no se tenía casi información del virus, pero los profesionales de la salud estaban en plena capacidad para afrontar la crisis.
En este complejo contexto, los especialistas clínicos de dispositivos médicos pueden cumplir un rol clave en este momento de reimplementación de camas críticas.
Recordemos, según explica Garnham, que las "Camas UCI" se definen como un espacio que permite un monitoreo estricto de la condición de una persona en estado crítico. Sin embargo, y considerando que muchos pacientes no covid y con otras patologías graves pueden necesitar de una cama crítica, los expertos hacen un llamado urgente a la ciudadanía a perseverar en sus esfuerzos de cuidado, evitando las reuniones innecesarias y manteniendo el lavado de manos, la distancia física y el uso de la mascarilla, además de acudir a los controles de salud en casos de enfermos crónicos, ya que aún faltan meses para que el proceso de vacunación tenga impacto en la población.