Atentado a equipo de Televisión Nacional de Chile
El periodista Iván Núñez, junto Esteban Sánchez, fueron atacados hace algunos días en Tirúa, dejando a este último, sin la visión de un ojo y con variadas lesiones. Este hecho se suma a más de 310 atentados desde el 2018, 5 homicidios el 2020 y más de 500 denuncias el mismo año por diferentes hechos de violencia.
Pero algo ha cambiado, ya no estará en cuestión si hay o no terrorismo en la Macrozona Sur y las palabras de Núñez en su Instagram, así lo reconocen: "Efectivamente fuimos víctimas de un ataque terrorista, esto no es delincuencia común".
Esta dolorosa evidencia, de un periodista con presencia importante en medios, abre una luz de esperanza para muchas personas que han sufrido como él y para otros que no duermen atentos a que les ocurra lo mismo. Con las policías que tenemos hoy, la pregunta es cómo enfrentamos el terrorismo.
Teniendo a la vista la cantidad de carabineros heridos, los asesinatos de Hugo Albornoz y Eugenio Naín y el operativo de la PDI en Temucuicui, que dejó un funcionario asesinado y otro herido... ¿Será entonces con presencia militar en zonas determinadas? Pero si esas acciones dan como resultado la muerte de un joven de 19 años, ¿qué pasará? ¿Qué dirán los organismos de derechos humanos, los políticos de izquierda que insisten en que este es un tema solo de índole político y la prensa? ¿Se acordarán de lo sucedido a su colega?
Este desafío requiere que los tres poderes del Estado tengan un real compromiso, que se generen urgentes políticas que trasciendan los gobiernos y que seamos capaces de separar las legítimas demandas de los pueblos originarios, haciéndonos cargo en forma responsable de ellas como Estado, sin caer en la inocencia de no entender que el crimen organizado y el terrorismo buscan justamente causas justas para anidarse y perpetuarse.
Andrés Molina Magofke, diputado presidente nacional Evópoli
Guerra no declarada
"Somos los nadie" diría Galeano en estos días, somos una familia que estamos en medio de los conflictos entre personas ajenas a este lugar y que por algún motivo llegaron diciendo tener "derechos ancestrales" sobre éste, y los dueños de grandes paños de terreno para los que tampoco somos significantes.
Vivimos con miedo porque no somos ni lo uno ni lo otro, pero estamos ahí, siendo testigos de todo y sin duda, recibiendo actos de violencia que no merecemos.
Las autoridades deben mediar lo antes posible, porque hay una guerra no declarada y en una guerra todos pierden.
Gonzalo Peña Figueroa, arquitecto, residente en zona Desagüe lago Riñihue
Postergación de elecciones
Mucho se discutió sobre la necesidad de postergar, o no, las elecciones fijadas para los días 11 y 12 de abril. Sin embargo, y aunque muchos abogamos, porque éstas se pudiesen realizar, objetivamente, era impracticable. Varios países han tenido elecciones en pandemia y, sin ir más lejos, nosotros mismos, realizamos un exitoso plebiscito. No obstante, la realidad de octubre pasado difiere bastante de los estragos que el coronavirus está causando hoy en nuestro país.
Al respecto, hay un par de datos que vale la pena consignar. Por un lado, se plantea que estamos igual que en el peor momento de la pandemia en el 2020, sin embargo, la base de comparación es completamente desigual.
En la actualidad existen cerca de un millón de excontagiados, quienes hoy cuentan con anticuerpos para disminuir su transmisión, y además, alrededor de 4 millones ya están vacunados con ambas dosis. Siendo así, en marzo estamos muchísimo peor que en junio pasado, porque tenemos similares contagios, pero con una base de comparación un 25% menor que hace un año y eso ya es demasiado grave.
El otro aspecto para considerar tiene que ver con la disponibilidad de camas. La autoridad puede afirmar que queda un 5% de ellas, pero ese dato también induce a error, la realidad es que se han casi duplicado estas camas en el último tiempo. En otras palabras, estamos sobregirados en relación con la dotación habitual y la posibilidad de incrementarlas más, es a la luz de los expertos, casi imposible. Frente a ello, no están dadas las condiciones para que las y los chilenos podamos sufragar. Y con condiciones necesarias me refiero a un bajo riesgo de contagio, lo que redunda en una mermada participación electoral por temor al covid-19.
La democracia no se sostiene si la libertad de elegir nuestras autoridades no está garantizada.
Felipe Vergara, U. Andrés Bello