Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Cartelera y Tv
  • Clasificados
  • Espectáculos

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

"La mayoría de los niños ha tenido un retroceso en sus etapas de desarrollo"

La pandemia ha propiciado cambios en las personas a nivel biopsicosocial, expresa la psicóloga clínica infanto juvenil y coaching educacional del Centro de Salud Signum de Temuco, Catherine Zambrano Styl, quien opina que en el actual escenario que vivimos se debe tener en cuenta que los efectos psicológicos del confinamiento tienden a "cronificarse" y son un factor de riesgo patológico para la aparición y evolución de trastornos como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático y las fobias, especialmente, en niños y adultos mayores.

Desde su experiencia profesional, como psicóloga infantil, reconoce que en este momento de la historia mundial "la mayoría de los niños de etapa preescolar y primer ciclo han tenido un retroceso en sus etapas de desarrollo. Por ejemplo, han generado conductas propias de cuando eran más pequeños, otros niños están más tristes por no ver a sus amigos y compañeros de colegio, se sienten más ansiosos, están más irritables, son desobedientes, presentan cambios en los hábitos alimenticios, han aumentado de peso por la disminución de ejercicio físico, se pelean continuamente con sus hermanos y también suelen tener un desorden en sus horarios, en especial en la hora dormir. A esto se agregan distintos malestares comunes que se viven en el confinamiento: dolores de cabeza, estómago y la sugestión de tener los síntomas del coronavirus".

¿Cómo hacerle frente a esta montaña rusa de emociones? Catherine Zambrano que pese a la incertidumbre y miedo somos capaces de sobrellevarlo como seres adaptativos y poseedores de capacidades y recursos emocionales que hemos empleados en otros momentos de nuestras vidas. "Es cierto que estas circunstancias son muy distintas y que tienen características que afectan de un modo muy radical a nuestra vida cotidiana, pero - agrega - nuestras fortalezas son notables y, además, no estamos solos, podemos recibir ayuda profesional cuando nos veamos acongojados".

La invitación de esta especialista es a prestar atención a las señales y a nuestros sufrimientos para responder de manera concreta, y "si ya hemos pasado tiempo con este malestar debemos pedir ayuda".

"Es importante reconocer nuestras capacidades que nos han ayudado en el pasado"

E-mail Compartir

Uno de los grupos que ha estado en el centro de la preocupación institucional, sanitaria y familiar durante estos últimos trece meses en La Araucanía, es el de los adultos mayores, segmento etario de alto riesgo frente al covid-19 que tampoco se libra de los efectos emocionales y mentales de la pandemia.

Así lo reconoce la doctora Carlina Paz Muñoz, médico internista y geriatra de la Facultad de Medicina de la Ufro, quien precisa que el coronavirus ha golpeado duro a este sector, de hecho, el 80% de las personas fallecidas por la enfermedad corresponde a mayores de 60 años.

Fuera de las consecuencias físicas producidas por el covid, donde se incluye las consecuencias propias del encierro prolongado al que se ven expuestos los mayores, está el deterioro de la salud mental, acota la doctora, donde asoma la depresión (ya existente en un 20% del grupo), los trastornos del sueño, las crisis de ansiedad y la angustia (incrementada 3 a 4 veces, según datos de Senama).

Lo recomendable para atravesar la situación en la que estamos, en este caso, comenta Carolina Paz, es cuidar la sociabilización, mantener la actividad física, una dieta saludable, controlar las patologías de base y seguir las medidas preventivas, pero más importante aún es mantener las rutinas, el contacto con familiares o relaciones significativas, y tener acceso a nuevas formas de comunicación. "Por otro lado - agrega -, es importante reconocer nuestras capacidades de afrontamiento o adaptación que nos han ayudado en el pasado a enfrentar crisis, así como buscar nuevas estrategias de manejo emocional".

"La ansiedad y la frustración están provocando una mala disposición al aprendizaje"

E-mail Compartir

De los efectos de la crisis sanitaria ningún grupo etario se salva y prestar atención a sus efectos para superar la alterada vida que llevamos es crucial. Así lo cree la psicopedagoga, licenciada en educación y aspirante a diplomada en arte terapia, María Fernanda Vásquez Rain, profesional del centro Signum, del Liceo Rayenco y la Escuela Raluncoyan, quien advierte que la ansiedad y la frustración al interior de los hogares hoy generan una mala disposición hacia el aprendizaje.

"Una de las consecuencias más grandes de la pandemia es la salud mental, el no conseguir leer, no comunicarse con los compañeros o no llegar a la meta que exige el nivel escolar se transforma en estrés, ansiedad y frustración de niños y padres, y eso genera una frustración familiar, lo que está provocando una mala disposición al aprendizaje", recalca esta profesional, que reconoce, además, que a raíz de este escenario su sector profesional ha aumentado las consultas.

Sortear esta situación se puede, admite Vásquez, y para ello es importante que el escolar pueda expresar lo que está sintiendo, que los padres le enseñen a expresarse, mientas que para los papás, si no están las herramientas para ayudar en los procesos de estudio, lo recomendable "es trabajar desde la práctica, con la lateralidad, que son las habilidades. Esto es aprender haciendo, jugando, creando, por ejemplo, yendo a buscar leña pueden contar los trozos recolectados o al poner la mesa, calcular los cubiertos. Esas prácticas son importantes para mejorar la predisposición al aprendizaje", opina la psicopedagoga, quien recuerda que el equivocarse también es parte del proceso.