Green Cross le faltó el respeto a Palestino en el Santa Laura
RECUERDOS EN ALVIVERDE. El cuadro temuquense ejerció dominio y se impuso con goles de Eladio Benítez y Edgardo D'Ascenzo.
Mucha irregularidad mostró Green Cross a lo largo de su participación en el Campeonato de Primera División 1965-1966. En su primer torneo como representante de la Región, luego de trasladarse a La Araucanía y fusionarse con Deportes Temuco, evidenció los vaivenes propios de la integración en un solo equipo de jugadores de dos planteles.
Ese rendimiento zigzagueante que le acompañó durante gran parte de la competencia empezó a quedar atrás con el buen triunfo que alcanzó como visita ante Palestino por 2-1. El encuentro se vivió la tarde del domingo 9 de enero de 1966 en el Estadio Santa Laura y tuvo momentos de dominio compartido.
El duelo formó parte de la jornada doble que se abrió con el partido entre Santiago Morning y Santiago Wanderers y empezó con supremacía de la visita. Bajo la acertada conducción del reputado entrenador Miguel Mocciola, el Green no le tuvo miedo a su adversario, lo atacó desde el inicio e hizo daño especialmente por las bandas.
Esa estrategia descolocó al dueño de casa, que se vio incómodo y que sufrió en los instantes iniciales del compromiso con la inspiración de los temuquenses. Esos buenos momentos los aprovechó el Pije para ponerse en ventaja a los 18 minutos por intermedio del delantero uruguayo Eladio Benítez.
La apertura del marcador hizo despertar al cuadro árabe, que se acordó que era local en el césped capitalino. Ese impulso que adquirió con el correr de los minutos le llevó a tomar más protagonismo y a darle trabajo al sólido arquero Francisco Fernández. El portero respondió con su habitual consistencia, pero no pudo hacer mucho ante el remate de Roberto Coll, que emparejó la cuenta en los instantes finales del lapso inicial.
Toma la manija
Tras el empate con el que se fueron al descanso, el Green volvió a tomar la manija del partido y a acercarse al área tricolor. Su mejor juego le llevó a generar peligro y a ponerse en ventaja a los 57 minutos a través del atacante Edgardo D'Ascenzo. En la ocasión más clara que tuvo de convertir, el argentino no perdonó y dejó las cosas 2-1.
Luego del tanto de D'Ascenzo, el encuentro repartió ocasiones de anotar, pero el marcador no se volvió a mover. Como la cuenta se mantuvo inalterable, la visita se alzó con un triunfo que le ayudó a reposicionarse en el difícil Campeonato de Primera División 1965-1966 y a entregarle una alegría a su hinchada.
El encuentro lo dirigió el árbitro Rafael Hormazábal y lo presenciaron 7.000 espectadores.