Dos casos de locales afectados: el Club Radical y el Dunkas Schop

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"La gente se paró y se fue, muchos reclaman que por qué no se atiende adentro. Es una desesperación y un estrés, una tristeza, porque se podría atender perfectamente adentro", cuentan José Salazar y Sofía López, del Dunkas Schop, ubicado hace 30 años en la esquina de Prat con Rodriguez. "Teníamos paraguas y no fueron capaces con la lluvia, no teníamos donde colocar la gente. Es una angustia, estamos en un momento crítico, endeudados y no se gestiona nada para ayudarnos", dice apenada Eliana Araneda, del Club Radical.