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"El paso más importante es cómo descentralizamos nuestra Región"

Una Región que debe estar en paz, con equilibrios entre lo urbano y lo rural, más justa con las 32 comunas, con una agricultura y turismo de nivel mundial y liderazgos más conectados con lo que la ciudadanía quiere, es parte de lo que se propone este expresidente de la Multigremial en su candidatura.
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El expresidente de la Multigremial de La Araucanía, Luciano Rivas Stepke es uno de los dos candidatos que enfrentarán la segunda vuelta del 13 de junio para resolver quién ocupará el cargo de gobernador regional, el que por primera vez entrará en funciones en los distintos territorios del país como primer paso hacia la anhelada descentralización.

Este ingeniero acuícola que figura como candidato independiente por la coalición de Chile Vamos se plantea como un rostro nuevo para la política y desde allí se la juega con propuestas para una Región más justa con sus 32 comunas y una representación ciudadana frente a los poderes del Estado para exigir mejores respuestas y mayor presencia en el territorio con miras a una solución al histórico conflicto de La Araucanía.

- ¿Cuáles son las ideas fuerza que sustentan su candidatura a gobernador regional?

- Hemos centrado esta candidatura en cuatro pilares fundamentales: uno es la modernización del Estado a nivel local. Es importante que el Estado llegue de forma eficiente a nuestra Araucanía. Necesitamos una Araucanía más justa. Hay un desequilibrio entre lo urbano y lo rural, y esto tiene que ver con conectividad, con un mejor sistema de salud y de educación. Esto tiene que darse en base a un programa de desarrollo productivo regional, que es tan necesario, con inversiones, con una agricultura de talla mundial y un turismo de primer nivel. Tenemos que trabajar de forma distinta, descentralizada, en un trabajo mancomunado con las municipalidades (…) y esto se da en una Araucanía que tiene que estar en paz.

- La descentralización es un anhelo largamente acariciado, sin embargo, esta no basta por sí misma. ¿Qué oportunidades tiene este nuevo cargo y gestión de doblarle la mano al centralismo?

- Hay que reconocer que este es el primer paso de la descentralización. Nos falta mucho. El paso más importante que tiene que dar el gobernador es cómo descentralizamos nuestra Región. La Araucanía tiene 32 comunas que necesitan las mismas oportunidades en relación a la postulación a proyectos y otros temas. En ese sentido, debemos hacer un trabajo mancomunado con los 32 alcaldes y buscar estrategias distintas para coordinar diferentes acciones. Tenemos que hacer un trabajo virtuoso entre la academia, el gobierno regional y los municipios para tener mejores proyectos y pensar en una Región con más oportunidades.

- En cuanto al conflicto de La Araucanía, ¿podrá el próximo gobernador aportar a allanar el camino?

- Creo que aquí hay dos líneas a trabajar de forma separada. Los gobiernos no le han dado una solución a la violencia y este es un problema de Estado. Hay un poder Ejecutivo que no ha estado a la altura para enfrentar este conflicto y hay un poder legislativo donde descansan leyes pensadas para un país moderno, como la modificación a la Ley Antiterrorista, la Ley de Inteligencia y del robo de madera. Por otra parte, está el poder judicial. Tenemos menos del 2% de condenados lo que da cuenta de que algo está fallando en el sistema. Estos son temas que debemos ver por cuerdas separadas. Aquí hay una posibilidad de desarrollo (…) pero ahí es donde necesitamos un gobierno más eficiente. Y cuando hablamos del conflicto o violencia no hablamos del pueblo mapuche, en general.

- Hay diversas teorías acerca del conflicto, se ha dicho que es un negocio político, que es obra del narcoterrorismo o que hay grupos radicales apoderados de la situación. ¿Cuál es su percepción?

- No podemos desconocer los hechos de violencia y la pérdida de vidas humanas. Cuando hay organizaciones que actúan como guerrilla rural, donde hay líderes que manejan esto, hay armamento de guerra y personas con indumentaria paramilitar haciendo una reivindicación a una causa política, claramente, eso es terrorismo, y le hace un tremendo daño al pueblo mapuche, que es pacífico. Aquí las soluciones no han dado el ancho; necesitamos un Estado más eficiente y más presente.

- Esta sigue siento la región más pobre del país. ¿Cómo mejorar la calidad de vida de la población local y la distribución en beneficio de las 32 comunas?

- La Araucanía tiene particularidades y algunos números son lamentables. Me preocupa especialmente la pobreza rural. Más de 19 mil familias aún son dependientes de camiones aljibe para tener agua; necesitamos soluciones. No es posible que los comités de agua potable rural deban esperar 12 o 14 años para lograr una solución. Ahí es cuando hablamos de una modernización del Estado. Lo mismo para resolver los problemas de viviendas. En este sentido una atribución que tendrá el gobernador regional es manejar algunos presupuestos de vivienda para agilizar procesos. Tenemos un problema de conectividad que requiere respuestas inmediatas porque es una brecha que nos hace perder competitividad. Y necesitamos un desarrollo agrícola, pero no tenemos solucionado el riego. Debemos plantearnos planes a mediano y largo plazo. Y bueno, hemos hecho propuestas desde el punto de vista tributario. Pensar en una zona franca para La Araucanía, por ejemplo.

- Cerca de 20 mil familias de La Araucanía aún reciben agua potable en camiones aljibe y se habla de un potencial regable de miles hectáreas. ¿Por qué estamos en esta situación?

- Un tema de fondo es el uso del agua. En la Región contamos con el 25% de las aguas continentales que tiene el país, es un número grande y hoy lo que vemos es que el 99% de las aguas que nace en la cordillera se pierde en el mar. Tenemos que liderar estrategias distintas de riego. Hoy existen técnicas y tecnologías para tener un uso eficiente de las aguas. Aquí, más que un tema de posesión hay tema del uso del agua. No olvidemos que a comienzos de este gobierno se remataron derechos de aguas que no se utilizaban y fueron entregados a comunidades, a diferentes sectores, para solucionar temas de APR y de riego. Creo que la alternativa está ahí, cómo buscamos soluciones de mediano y largo plazo para una Araucanía regada.

- Después de la revuelta social 2019 y de las recientes elecciones, ¿cómo se representa a una sociedad desconfiada, enojada y altamente expectante?

- En mi caso nunca he militado en un partido; la verdad es que me involucré en esto porque creo que se pueden hacer cosas importantes para La Araucanía y creo que lo que han dicho las elecciones en el último tiempo está claro, aquí la gente está valorando las figuras independientes, rostros nuevos y tenemos que dar respuesta a esto escuchando y estando mucho más conectados, porque si hay algo que le ha faltado a la política es que hay un distanciamiento con la ciudadanía, y ahí es donde se debe volver a construir política. Lo que pide la ciudadanía es mayor conexión y que quienes estemos dispuestos a postular a estos cargos de elección popular estemos comprometidos a escuchar, involucrarnos y entender los problemas de la gente.

- ¿A qué presta atención un candidato rumbo a una segunda vuelta?

- El trabajo que hemos hecho es mucho de escuchar, de entender lo que está sucediendo en la Región, no quedarnos con lo que plantean los medios, sino que involucrarnos saliendo a la calle para tener claridad de lo que la gente necesita. Esta es una Región llena de oportunidades, las personas quieren una oportunidad de progreso, necesitan esperanza y ver qué Araucanía queremos a 30 años; una Araucanía en paz, con posibilidades para las 32 comunas y con líderes preocupados de la gente.

"Cuando hay organizaciones que actúan como guerrilla rural (…) eso es terrorismo, y le hace un tremendo daño al pueblo mapuche, que es pacífico. Aquí las soluciones no han dado el ancho; necesitamos un Estado más eficiente y más presente".