La Araucanía: 3 de cada 10 hogares han bajado sus ingresos a raíz de la pandemia por covid-19
ANÁLISIS. Esclarecedores resultados de la Encuesta de Seguridad Alimentaria y Alimentación en La Araucanía, del Rimisp, Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
La pandemia del covid-19 ha afectado fuertemente la actividad económica, con caídas en la demanda y destrucción de empleo que limitan la capacidad de los hogares para generar ingresos. La pérdida de ingresos, junto con otras limitaciones que ha traído consigo la pandemia, representa una amenaza para la seguridad alimentaria de los hogares.
Para entender mejor cómo la pandemia está afectando a la alimentación en La Araucanía, Rimisp realizó telefónicamente la Encuesta de Seguridad Alimentaria y Alimentación con más de 500 hogares de la Región durante noviembre y diciembre de 2020 de acuerdo a un muestreo aleatorio estratificado para asegurar la cobertura de todas las comunas.
Ingresos a la baja
Los resultados de la encuesta muestran que en La Araucanía 3 de cada 10 hogares han visto sus ingresos reducirse a raíz de la pandemia y que un 18% ha perdido al menos un perceptor de ingresos. Esta erosión de los ingresos de los hogares no ha distinguido, además entre comunas y urbanas y rurales, las cuales se han visto igualmente afectadas.
Sí existen diferencias, no obstante, entre hogares dependiendo del sexo del jefe del hogar, ya que la pandemia ha tenido un mayor impacto en aquellos hogares liderados por mujeres: 36% de estos hogares declaró haber recibido menores ingresos y 28%, haber perdido al menos un perceptor de ingresos en el hogar.
Estos resultados son coherentes con el mayor impacto en los sectores predominantemente femeninos y con el aumento de la carga de trabajo doméstico y del cuidado que recae sobre las mujeres, limitando su capacidad de generación de ingresos.
Este impacto sobre los ingresos repercute sobre la alimentación de los hogares: 15% de los hogares encuestados en La Araucanía se encuentra en situación de inseguridad alimentaria moderada o severa. La escasez de ingresos es la razón principal para la preocupación de los hogares sobre su capacidad de adquirir alimentos, pero el alza de los precios en los alimentos, que erosiona aún más el poder adquisitivo de los hogares, también juega un rol importante en las preocupaciones de las familias.
Cuando no llega a ser severo, el nivel de inseguridad alimentaria moderada se corresponde con una situación en la cual los hogares no tienen seguridad sobre su capacidad para obtener alimentos debido a la falta de recursos y reducen la calidad y/o cantidad de los alimentos que consumen.
Esto se ve reflejado en los cambios en las dietas. La mitad de los hogares (49%) ha reducido el consumo de carne y pescado para enfrentar el impacto de la pandemia y 40%, el de frutas frescas y verduras. Además, 29% ha aumentado en compensación el consumo de alimentos preparados y envasados.
Estas tendencias en la alimentación aumentan el riesgo de malnutrición, con carencias de nutrientes y aumentos en la obesidad. Asimismo, se identifican diferencias según el sexo del jefe de hogar, con mayor tendencia hacia la disminución del consumo de proteína animal y productos frescos entre aquellos hogares liderados por mujeres, reflejando su mayor vulnerabilidad y afectación.
Apoyos
Para enfrentar la crisis, las ayudas externas han sido un recurso frecuente. Un 67% de los hogares ha recibido algún tipo de ayuda. Aunque las principales fuentes han sido el gobierno y las municipalidades (43% y 35% de hogares han recibido ayudas de estas fuentes, respectivamente), las redes de amigos y familiares han resultado también importantes, constituyendo un apoyo para uno de cada cuatro hogares.
Mientras tanto, las organizaciones comunitarias han provisto de asistencia a un 7% de ellos. En un 86% de los casos, los hogares han recibido estas ayudas en forma de alimentos, aunque esto no ha logrado impedir que la pandemia haya hecho mella en la alimentación.
Los resultados que arroja la encuesta delinean un escenario de gran impacto de la pandemia en La Araucanía con repercusiones para la alimentación de los hogares, tanto urbanos como rurales. Además, señalan a la especial vulnerabilidad de las mujeres y los hogares liderados por ellas, que se han visto proporcionalmente más afectados. Ante esta situación, la ayuda pública ha llegado a muchos hogares, pero no ha logrado evitar el empeoramiento de las dietas y que uno de cada seis hogares sufra de inseguridad alimentaria.