Poco antes de que se aprobara el tercer retiro de los fondos de pensiones, una encuesta de Chiledeudas.cl expresó que el 58% de la población de La Araucanía haría uso del beneficio. Los motivos: para inversiones y para pagar deudas. Lo cierto es que la medida fue aprobada en mayo y tres días después de la entrada en vigencia de la ley ya había 4,8 millones de solicitudes y administradoras habían pagado 78 mil 577 millones de pesos.
Son los hechos y las cifras que acompañan a esta singular medida para salvar la crisis económica que desde 2020 avanza junto a la sanitaria, y que hoy, ante la discusión de un eventual cuarto retiro, encuentra resistencia entre los parlamentarios de la Región, sobre todo, por la puesta en marcha del IFE universal y por el hecho que el 40% de las y los cotizantes del sistema habrían quedado sin fondos en sus cuentas luego de los tres retiros aprobados, lo que significa que - hasta ahora - gran parte de las carencias de la situación que afecta a las familias del país la han cubierto los trabajadores y trabajadoras con sus ahorros para la tercera edad.
Lo cierto es que el cuarto retiro no figura como una opción tan clara como las anteriores y su mera discusión levanta las cejas de nuestras autoridades parlamentarias, en cuando a qué hacer con los baches previsionales existentes y sobre todo, con el tema de fondo: una reforma al sistema de pensiones.
Cinco de los ocho diputados que representan a La Araucanía en el Congreso respondieron a la consulta si aprueban o no la opción que comienza a discutirse y la mayoría está de acuerdo en que la solución para la situación social del país no es seguir horadando las cuentas previsionales, sino procurar consensuar un modelo que releve a las AFP.
PARLAMENTARIOS
Así lo cree Jorge Rathgeb (RN), quien recalca que las razones de los retiros de los fondos de las AFP obedecieron siempre a que el gobierno no estaba entregando lo que se las familias pedían. "Siempre se pidió un aporte universal. Esa fue la justificación para los retiros de 10%, sucesivamente. Hoy, eso ya está operando, entonces, no sé cuál podría ser la argumentación para hacer nuevos retiros cuando unánimemente el Congreso aprobó las medidas que el gobierno propuso, dando con ello satisfacción a lo que se pedía en su momento", comenta.
Por su parte, el diputado Andrés Molina (Evopoli) estima que lo que el país debe hacer hoy es ocuparse de cómo recuperar las pensiones de las millones de personas que quedaron con cuenta cero en sus ahorros. "Y - agrega - debemos incentivar con recursos a los nuevos empleos para recuperar el millón de trabajos perdidos. Esa es la tarea. Un nuevo retiro es por temor a aquellos que quieren expropiar y adueñarse de esos fondos. Pero eso no se hará en un gobierno de Chile Vamos".
En sintonía con Molina, el diputado Sebastián Álvarez (Evopoli) también opina que la gran deuda del Congreso de Chile con todas las personas, hoy, es avanzar en la reforma del sistema de pensiones que fue aprobada por la Cámara de Diputados y que lleva más de dos años "bloqueado" en el Senado por la oposición.
"Considero la prioridad es avanzar en esto, porque existen más de 5 millones de chilenos amenazados con jubilaciones más bajas que las que existe en el presente y por los próximos 5 años. Esta situación es muy grave (…). Así que más que avanzar en retiros parciales estoy por legislar una reforma profunda al sistema de pensiones", acota Álvarez.
Desde otra vereda política, la diputada Andrea Parra (PPD) recuerda que costó un año de presión legislativa contar con un IFE universal y medidas de alivio para las Pymes, justamente, para que las personas no tuvieran que pagar la crisis con sus propios ahorros. En este sentido, expresa: "mientras se mantengan los beneficios universales no soy partidaria de un cuarto retiro. En regiones con altos índices de pobreza como La Araucanía los fondos de pensiones son la peor alternativa y esperamos no tener que volver a tocarlos. La decisión la tendrá el Gobierno en agosto, último mes en que está previsto el pago del IFE a un 100% de su monto".
El diputado Fernando Meza (independiente) se muestra menos tajante ante la posibilidad. En su opinión, como la situación económica de la mayoría de las personas se ha deteriorado en pandemia y las ayudas del Estado, si bien han sido mayores que en países vecinos, se han hecho insuficientes ante las peticiones realizadas por el daño en los ingresos, cree que los retiros no cesarán.
"Las ayudas económicas del Gobierno no serán eternas y el cuarto retiro asoma en su reemplazo. Ante esta situación extrema votaré a favor. Los fondos de los trabajadores nunca debieron usarse para esta urgencia, pero ante la lentitud del gobierno para abrir la billetera del Estado no hubo otra solución. Espero que la reforma previsional repare este daño en las pensiones de quienes se han quedado sin fondos", expresa.
COMERCIO / NO + AFP
Fuera del ámbito parlamentario, las opiniones también se dividen. Para el gremio del comercio, si bien los retiros significan un reto mayúsculo para la seguridad de los pensionados y pensionadas, existe un efecto positivo e inmediato en la economía local cada vez que aumenta la liquidez de las personas. En tanto, para los trabajadores unidos en la Coordinadora No + AFP toda esta situación no ha hecho más que acelerar la necesidad de generar un sistema previsional mejor que el existente.
La opción del cuarto retiro tiene una arista positiva a juicio del presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Temuco, Gustavo Valenzuela, porque los retiros han hecho que el movimiento en el comercio sea bastante importante, no en vano, acota, el Imacec de mayo fue de un 18,1%, y eso está relacionado directamente.
"Para una región que según la Casen 2020 sigue siendo la más pobre del país, al haber liquidez se posibilita que las personas adquieran bienes. Pero también - acota - hay que reconocer que lo que está pasando hoy es que nos estamos comiendo los ahorros del futuro. Mirado desde ese punto de vista esto requiere un análisis más profundo y ver qué genera. En el tema comercial y ventas es esto favorable para el sector, pero hay que analizar que hoy se está hipotecando el sentido para el cual fueron creados los fondos de pensiones. Así que por un lado es bueno y por otro, no tanto".
A su parecer, lo importante es que el Estado pueda seguir ayudando a las personas para que puedan cubrir sus necesidades más imperiosas.
Desde la vocería nacional y regional de la Coordinadora No + AFP, la dirigenta Sandra Marín plantea que cualquier análisis y opinión respecto de un cuarto retiro, debe partir del hecho que gran parte de los costos de la pandemia la están pagando los trabajadores con sus ahorros previsionales, que están dirigidos a nuestra tercera edad; y aquí - dice - "a quien le corresponde ir en ayuda de los trabajadores afectados en pandemia es al Estado, al Gobierno de turno, y este gobierno no ha estado a la altura, porque los aportes que ha entregado han sido insuficientes, o un mero cuenta gotas".
Para Sandra Marín, un cuarto retiro significa que las cuentas bajarán a piso en cuanto al ahorro previsional, esto - agrega - considerando que con el tercer retiro cerca de 5 millones de trabajadores quedaron sin fondos, entonces, un cuarto retiro dejaría en una condición muy precaria la seguridad social de trabajadoras y trabajadores.
Aquí - recalca - el llamado al Gobierno es a asumir su responsabilidad. "La idea de esta coordinadora es consolidar una propuesta para resolver el tema de pensiones. Nosotros tenemos una propuesta de pensiones dignas y la estamos colegiando con los constituyentes para que sean conocedores y que al momento que revisen la seguridad social se den cuenta que sin las AFP los recursos se podrían administrar a través de un ente público, lo que resuelve el tema de las pensiones en Chile y no se sigue entregando dinero a estos entes privados, que se aprovechan del esfuerzo de los trabajadores".
Lejos de estar de acuerdo con el retiro del 100% de los fondos previsionales, Marín afirma que la coordinadora siente que esa opción es una burla a la población e implica jugar con la necesidad que hay en este momento. "Esto es populismo y significa que nuestras cuentas quedarían en cero. La verdad es que cada uno ve si retira o no sus fondos, pero que el asunto es que Gobierno no resuelve los temas de fondo y no hubo voluntad política tampoco para instalar un sueldo mínimo digno, sobre los 500 mil pesos líquidos".
La coordinadora - agrega - es partidaria de un modelo tripartido, donde el aporte provenga de los trabajadores, del empleador y del Estado, "porque en este momento solo los trabajadores aportamos. Y hoy queremos un modelo universal para todos y todas las trabajadoras, y también solidario. El piso mínimo es un sueldo mínimo digno. No un sueldo bajo la línea de la pobreza", enfatiza.
Es la discusión del momento. Son las opiniones regionales que genera un eventual cuarto retiro, el cual lleva a casi todos los opinantes a ir al tema de fondo que aún aguarda, y que representa el futuro modelo previsional que merece la población nacional.