Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

"Queremos que la ciencia comience a ser parte del imaginario de las personas". Es el comentario entusiasta del ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve, al recordar una de las actividades que vino a celebrar a La Araucanía esta semana: el lanzamiento del concurso de ciencia pública que fomenta que la ciudadanía se apropie del conocimiento científico y que los saberes se encuentren y se potencien en instancias como esta.

Y es que ese es uno de los ejes u objetivos que mueven hoy a este joven ministerio, el cual acaba de lanzar también su propia política de equidad de género. Con estas novedades bajo el brazo y una serie de opiniones positivas acerca del aporte de La Araucanía al desarrollo del sector, Couve se refiere al trabajo desarrollado a menos de dos años de instalación de esta cartera ministerial y a los retos que esta tiene por delante, entre ellos la generación de un agenda de datos para la toma de decisiones.

- Este ministerio recién va de camino a cumplir dos años de funcionamiento, ¿cómo le ha ido en el propósito de fomentar y fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación?

- Primero, nos ha tocado instalarnos en un momento de grandes transformaciones a nivel global y nacional. Hemos nacido con un sello, porque nos tocó vivir muy temprano el estallido social y todo que ha sido la pandemia y el manejo de esta. Eso nos marca de manera indeleble. En particular, en la pandemia se ha hecho bastante evidente que un ministerio como el de Ciencia, y articulando a la comunidad científica, a los distintos actores del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación, logra aportar de manera significativa a enfrentar esta crisis sanitaria, y en temas tan diversos como la estrategia de vacunas, la red de laboratorios PCR, la disponibilidad de datos de la pandemia, la fabricación de ventiladores mecánicos y la promoción de la investigación en todas las áreas del saber sobre la pandemia, a través del Fondo Covid que financió 75 proyectos por más 5 mil millones de pesos. Producto de toda esta actividad nos hemos fortalecido. A pesar de la dificultad de la pandemia el ministerio ha respondido bien y hemos logrado contribuir de manera significativa a que el país enfrente de mejor manera la crisis.

- ¿La crisis no ha frenado otros objetivos ministeriales?

- Como este ha sido un período de instalación, hemos tenido que seguir con las tareas propias del ministerio, que eran los objetivos iniciales que nos planteamos. Hoy, estamos funcionando con cinco secretarías regionales ministeriales (5 macrozonas), estamos instalando el Consejo Asesor Presidencial en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), estamos funcionando en nuestras oficinas definitivas, hemos elaborado la política nacional de ciencia, una política de inteligencia artificial, una política de género y hemos avanzado en un plan de centros de excelencia. A pesar del covid, hemos avanzado en nuestras tareas propias y, de acuerdo al calendario establecido, estamos progresando adecuadamente en el cumplimiento de metas.

EN REGIONES

- Ministro ¿cuál es la relación entre el desarrollo científico del área metropolitana y el que se da en regiones?

- Creo que el ministerio, a través de las seremías, ha permitido un despliegue territorial que es inédito en la institucionalidad científica, y eso nos ha posibilitado interactuar de una manera muy cercana con las universidades de las distintas regiones. En La Araucanía, pudimos establecer una relación muy cercana con la Universidad de La Frontera durante la pandemia para desarrollar el ensayo clínico de CanSino, que lideró esta universidad en colaboración con otras universidades, y se logró el ensayo clínico más grande que se hizo en Chile, con más de 3.500 voluntarios y voluntarias, lo que llevó a un acuerdo comercial con CanSino y hoy tenemos en Chile una vacuna autorizada por el ISP que está haciendo utilizada en la población. Por lo tanto, la relación es muy cercana con todas las universidades, en particular con las de regiones, y en esto han ayudado mucho nuestras seremías, en particular la seremi de la macrozona sur, para poner en valor el potencial que tiene La Araucanía en términos biomédicos. También tuvimos dos laboratorios de diagnóstico PCR y proyectos adjudicados en el concurso de investigación, uno de ellos específicamente para investigar la relación entre el SarsCov2 y las personas inmunosuprimidas. La relación con las regiones y universidades es algo que se ha potenciado con esta nueva institucionalidad y ha tenido resultados muy concretos.

- Usted acaba de visitar el Centro de Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola, CGNA, con sede en Temuco, ¿qué opinión tiene de este centro y su aporte al desarrollo local?

- Aquí tenemos otra área donde la vinculación con las regiones ha sido muy cercana y, en lo particular, en lo que tiene que ver con investigación y desarrollo para una economía del conocimiento (…). Fuimos a visitar el centro de genómica nutricional esta semana y es un ejemplo muy concreto de cómo una investigación científica de gran calidad se pone al servicio de las necesidades de la Región y del país, por lo tanto, se hace investigación con pertinencia local y, a la vez, con valor global. En ese sentido, celebro el enfoque que tiene el centro donde incorpora temas como genética, proteómica y química, con conocimiento de fisiología vegetal, procesos agroindustriales, combina su quehacer con la innovación y se está rodeando de un ecosistema de emprendedores de la Región. Es un centro de investigación que acerca el conocimiento al mundo productivo, le agrega valor y estamos contentos porque esto se pueda hacer con un financiamiento conjunto de los fondos regionales del Core y de la ANID.

- Al cumplir 10 años de trabajo, el director del CGNA, Haroldo Salvo-Garrido, comentó que si bien la pandemia ha visibilizado este quehacer se requiere más ciencia y esas son definiciones de Estado. ¿Diría que aún estamos muy rezagadas las regiones en este ámbito?

- Sin duda, hay tarea pendiente. Este ministerio comenzó a operar el 1 de octubre de 2019, así que es un ministerio muy joven y queda muchísimo por hacer. Pero hemos puesto énfasis al trabajo regional. En este corto período he visitado todas las regiones, muchas de ellas más de una vez, promoviendo las iniciativas regionales, lanzando iniciativas y fomentando este plan de fortalecimiento de los centros regionales; tenemos concursos de nodos para articular el ecosistema regional, para que se pueda hacer más investigación científica y que esta agregue valor a la actividad regional. Además de eso, necesitamos empoderar a la ciudadanía a través del conocimiento, porque esta no es solo una tarea de las universidades, sino de un ecosistema que tiene muchos actores, y parte importante de esto es que muchas más personas participen de la generación y transferencia de conocimiento.

CIUDADANÍA

- ¿Cómo se involucra la ciudadanía en el desarrollo de la ciencia?

- Para esto le hemos generado la División de Ciencia y Sociedad. Una de las actividades que hicimos en La Araucanía tuvo que ver con la invitación a participar de un nuevo concurso de ciencia pública que se abrirá esta semana, el cual permite le permite a las personas apropiarse del conocimiento. Este concurso tiene tres categorías: espacios públicos, productos de divulgación y proyectos de investigación comunitaria. Y esto tiene que ver con que la investigación y el conocimiento se genere a través del encuentro de saberes. Queremos que la ciencia comience a ser parte del imaginario de las personas.

- Ministro, la red de laboratorios universitarios covid que mencionó y que ha sido un aporte al sistema de salud, ¿podría quedarse para prestar apoyo en otras situaciones?

- De todas maneras, ahora, no como una red estática porque la red se conformó buscando capacidades muy específicas, en este caso para diagnósticos por PCR, pero justamente ahora estamos trabajando con universidades para incrementar las capacidades, ahora, para potenciar la capacidad de secuenciar genomas del coronavirus, es decir, tener una vigilancia genómica, conocer la secuencia genómica del virus para ver si se han introducido mutaciones en los que circulantes en el país. Por lo tanto, estamos complementando el trabajo de vigilancia genómica que hace el ISP con una red de universidades que están comenzando a participar. Esto nos va a permitir trazar las mutaciones, saber cuáles tenemos y cómo se relacionan con el comportamiento del virus o de las vacunas frente a este. Así que la capacidad de trabajar en red llegó para quedarse. Ahora, ¿qué red se va a formar? Eso será dinámico y responderá a las necesidades.

- En su visita a Temuco conoció la planta piloto para alimentos saludables libres de gluten que funciona al alero del CGNA. Considerando este ejemplo, ¿cómo está la Región en materia de transferencia tecnológica?

- Tuvimos una muy buena experiencia en el CGNA (…). Pudimos aprender que en este centro hay dos grandes líneas, una que tiene que ver con transferencia tecnológica e innovación, y eso se basa no solo en el conocimiento, sino en la generación de tecnología que puede ser patentable o licenciada; y además, un área de emprendimiento para agregar valor a la innovación. En CGNA vimos una actividad muy rica de innovación y emprendimiento en base a la investigación agrícola; en cómo se le agrega valor a una proteína vegetal (lupino) que puede tener muchos usos. Este es un muy buen ejemplo de transferencia.

- El ministerio de ciencias acaba de anunciar la "Política de Género 50/50" para promover la participación femenina. ¿Cómo se aplicará en la práctica?

- Esta es una política nacional de igualdad de género en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación. Esta convoca a un número importante de actores y lo primero que motivó fue un diagnóstico respecto de las brechas de género en el mundo de la investigación, en el ingreso de la universidad, las brechas entre niñas y niños, y las que existen en el desarrollo de una carrera académica. A esto hemos denominado radiografía de género. Después, hay una propuesta con cuatro objetivos: niñez inclusiva; sistemas inclusivos CTCI (carrera académica), datos para la toma de decisiones y la atracción de más investigadoras e investigadores para conocer más sobre cuáles son las brechas y potenciales soluciones.

- Sobre la base de la experiencia ganada, ¿cuáles son los próximos desafíos del ministerio?

- Hemos hablado de algunas iniciativas que forman parte de nuestros ejes programáticos. Un eje son las vacunas o el covid, otro es cómo aporta la ciencia y la tecnología a la economía del conocimiento y cómo empoderar a la ciudadanía en el conocimiento a través de la ciencia pública; pero existe un par de temas adicionales que marcan la ruta de este ministerio. Uno tiene que ver con el cambio climático y cómo el conocimiento científico debe estar en la base de las decisiones, por eso en La Araucanía también visitamos el humedal de Monkul donde se está poniendo en valor un territorio con una biodiversidad y un conocimiento ancestral riquísimo (…), también hemos avanzado en la descarbonización de la matriz energética y en una agricultura sustentable. Finalmente, hay una agenda que tiene que ver con datos de interés público. Acabamos de lanzar la plataforma Observa que contiene datos del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación, estamos trabajando en una política de inteligencia artificial, en la creación de una propuesta gobernanza de datos de interés público y en el fortaleciendo la base de datos covid-19. Estamos haciendo un esfuerzo significativo en esta agenda, que es fundamental para una economía del futuro, la toma de decisiones y para incorporarnos de lleno a la revolución tecnológica.

"En La Araucanía, pudimos establecer una relación muy cercana con la Universidad de La Frontera durante la pandemia para desarrollar el ensayo clínico de CanSino (…), lo que llevó a un acuerdo comercial con CanSino y hoy tenemos en Chile una vacuna autorizada por el ISP que está haciendo utilizada en la población".

"En CGNA (Temuco) vimos una actividad muy rica de innovación y emprendimiento en base a la investigación agrícola; en cómo se le agrega valor a una proteína vegetal (lupino) que puede tener muchos usos. Este es un muy buen ejemplo de transferencia (tecnológica)".

"Una de las actividades que hicimos en La Araucanía tuvo que ver con la invitación a participar de un nuevo concurso de ciencia pública que se abrirá esta semana. Este concurso tiene tres categorías: espacios públicos, productos de divulgación y proyectos de investigación comunitaria".