El exitoso proceso de vacunación contra el covid-19 desarrollado en la Región, y que actualmente tiene a más del 90 por ciento de la población objetivo de La Araucanía inmunizado contra la enfermedad, ayer comenzó una nueva etapa con la inoculación de las dosis de refuerzo para ciertos grupos etarios.

La iniciativa liderada por el Ministerio de Salud busca reforzar la inmunidad de las personas mayores de 55 años y también de los inmunodeprimidos, que recibieron como primera dosis el fármaco de Sinovac. Ahora, para elevar su protección contra el virus Sars-CoV-2 se les aplicará una tercera dosis de AstraZeneca, fórmula desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca que utiliza el método de vector viral, en que se inocula un adenovirus con material genético del virus, y que, según sus desarrolladores, tendría una efectividad de 76% contra la enfermedad sintomática y de 100% para prevenir casos graves de covid-19. A las personas inmunodeprimidas, en tanto, se les aplicará una dosis del fármaco Pfizer, cuya efectividad la posiciona como una de las más efectivas.

La iniciativa pretende llegar a 260 mil habitantes de La Araucanía, quienes deben asistir a los vacunatorios, regidos por el calendario que elaboró el Ministerio de Salud, proceso que se inició con los mayores de 86 años.

En la jornada de ayer La Araucanía notificó solo 14 nuevos casos de covid-19, una de las cifras más bajas desde la llegada de la pandemia, el 15 de marzo del año pasado, lo que es una evidencia más que significativa para entender la efectividad de las vacunas.

De ahí que sea necesario incentivar a las personas que deben inocularse esta dosis de refuerzo a asistir a los vacunatorios para complementar su protección, además de llamar a quienes, pudiendo haberlo hecho, aún no han recibido ninguna vacuna.

Acciones de este tipo, además de continuar con las medidas preventivas para evitar posibles contagios, permitirán poner fin a una de las crisis sanitarias más profundas de la historia reciente de nuestro país.

Los resultados de la Encuesta Casen 2020 fueron claros para La Araucanía, que se ubicó como la región con mayor tasa de pobreza del país (17,4%), superando al promedio nacional de 10,8%. En este escenario, es imperativo que las autoridades locales -públicas y privadas- se focalicen en soluciones que contribuyan a la empleabilidad y que, además de responder a las urgencias actuales, se orienten en los cambios que vendrán para las matrices productivas.

La Construcción es el tercer sector más relevante en términos laborales para la Región, por lo que tiene un rol esencial en la reactivación.

Y aquí radica la relevancia de iniciativas como el Barómetro de la Construcción de La Araucanía, que a partir del levantamiento de información busca responder a las necesidades de trabajadores y empresas, en un escenario en el que los procesos de transformación serán cada vez más acelerados.

Hoy este espacio de articulación público-privado trabaja en un estudio sobre los jóvenes en la Construcción, dado que la incorporación y retención de este segmento es un desafío determinante para el desarrollo de la industria. El empleo de jóvenes (de entre 15 a 29 años) en el sector de la construcción muestra una proporción menor al 20% de la mano de obra en los últimos dos años a nivel regional, lo que se traduce en una alta presencia de población adulta y el envejecimiento acelerado de la mano de obra en el sector.

Y esto es un reto si tenemos en cuenta la actual transformación productiva y del mercado laboral. Es más, nuestro estudio "Impacto y desafíos de la automatización en el empleo del sector construcción" ya planteaba en periodo pre-covid que la incorporación intensiva de tecnologías puede ayudar a resolver el estancamiento en la productividad de la industria chilena y mundial.

Para ello se requiere reducir las barreras técnicas y culturales, y ejecutar una adecuada preparación de la fuerza laboral para que el proceso de automatización y reconversión sea exitoso, abordando las brechas entre el capital tecnológico y humano que hoy existen. Y en tiempos en que en la fuerza laboral predominan los "novatos digitales" se requiere de su impulso en este proceso.

Además, necesitamos reencantar a los jóvenes con la industria, conocer por qué este segmento eleva la rotación del sector, cuáles son sus motivaciones y la menor valoración e interés por insertarse en esta industria aun cuando los ingresos son mayores a los de otros sectores.

Solo conociendo estos aspectos se podrá concientizar a los jóvenes respecto a los beneficios y proyección laboral de este sector productivo, lo que debe ser acompañado de formación laboral atingente a las nuevas necesidades y la reconversión de quienes deberán aportar desde otras funciones para una construcción más sustentable y automatizada.

Pamela Arellano P.,

gerenta de Gestión del Conocimiento

Corporación de Capacitación de la CChC