Calidad de vida en pandemia
Estudio reveló un empeoramiento del estado general de salud y del estrés de los adultos mayores. Expertos indican un incremento de la ansiedad, la depresión, el estrés y hasta el pesimismo, que son las primeras señales de trastornos de la salud mental.
Un empeoramiento del estado general de salud, de los problemas de memoria, de las afecciones gastrointestinales y del estrés reveló el estudio "Calidad de vida de las personas mayores durante la pandemia", que realizó un seguimiento de las consecuencias sociales, sanitarias y psicológicas que ha dejado el covid-19 en Chile.
El trabajo en el que participaron académicos de la Universidad Católica y Universidad de Santiago, consignó que hasta 2019 el nivel de satisfacción con la vida venía subiendo y ese segmento de la población consideraba que estaba viviendo de forma más activa, pero a partir de la llegada del coronavirus, el bienestar general de las personas se vio fuertemente deteriorado, sobre todo con un aumento en los problemas de salud mental, con síntomas depresivos y de ansiedad. Los investigadores han indicado que hay un efecto acumulativo de la pandemia que se está expresando en esa gran cantidad de problemas de salud mental, que es el resultado de los temores al contagio, a las cuarentenas y la falta de contacto social que hubo en la emergencia. El 56,5% de los consultados declaró que en pandemia ha tenido dificultades, especialmente por no poder salir del hogar, no poder ir a comprar y complicaciones cuando tenían que pedir permiso de movilidad.
Los expertos indican que el aumento de la ansiedad, la depresión, el estrés y hasta el pesimismo, son las primeras señales de trastornos de la salud mental, que influyen en la forma de comunicarnos y de relacionarnos con los demás, por lo que consultar a tiempo y reconocer los síntomas es fundamental para evitar el empeoramiento. En los casos extremos o con problemas mentales preexistentes, puede llegarse a comportamientos perjudiciales, como el suicidio o las autolesiones. La pandemia no significa eliminar los contactos, por lo que se requiere un diálogo permanente con las personas mayores, aunque sea a distancia, en algunos casos para valorar su rol en la familia, y en otros, para rescatarlas de la soledad.