Las estafas telefónicas y los llamados con el "cuento del tío", se han hecho cada vez más frecuentes y afectan sin distinción a todo tipo de personas. Algunas familias de nuestra Región aseguran haber recibido llamados donde les indican que tienen secuestrado a uno de los hijos y exigen un rescate, que algún integrante del grupo ha sufrido un accidente y hay que pagar una fianza, o que el dueño de casa envió a alguien a retirar artículos de valor.

Durante los períodos de retiros del 10% de los fondos de pensiones ahorrados por los cotizantes, se conocieron estafas o intentos de estafas en que personas llamaban supuestamente a nombre de la AFP, y se pedía a los trabajadores que entregaran sus claves para que se les hiciera el depósito correspondiente al retiro.

La delincuencia es cada vez más sofisticada y utiliza metodologías osadas que ya no sorprenden. Las bandas operan incluso desde las cárceles y pese a que el reglamento penitenciario lo prohíbe, los celulares son de uso frecuente, porque son llevados desarmados por los familiares, hasta que los reclusos rearman las piezas.

Por eso, las instituciones policiales han advertido a las personas que no deben creer inmediatamente en este tipo de llamados, a tener otro teléfono para verificar dónde se encuentra el familiar y verificar si está bien, a no entregar ninguna información del domicilio, nombres, ni decir con quién están.

También es usual que las personas reciban en correos electrónicos y celulares supuestas "ofertas", de fuentes que no son formales, para lo cual solicitan que el interesado entregue una serie de antecedentes personales, que constituyen el primer paso hacia las estafas. Es evidente el grado de sofisticación que alcanzan los delincuentes en algunas acciones y los recursos de que disponen para emprenderlas. Por eso, es necesario que estos temas sean conversados en la familia, para establecer un protocolo de prevención, advirtiendo especialmente a los niños, que suelen ser los que proveen más información en el caso de esos llamados.

Hace unos días, desde el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, Fosis, abrimos las postulaciones a la tercera etapa del programa Yo Emprendo dirigido a organizaciones productivas de la Región de La Araucanía. Este proyecto nació en 2019 gracias a fondos por $3.800 millones aprobados por el Gobierno Regional, que nos permitirán llegar a un total de más de 300 organizaciones, en las que participan cerca de 4.500 personas de la Región.

Este programa nace de la profunda convicción de que el trabajo colaborativo, la asociatividad y la complementariedad en el emprendimiento son valores fundamentales para lograr mejores resultados. En particular, de la certeza de que la suma de ideas, capacidades y talentos permite, a la vez, el desarrollo de más y mejores iniciativas.

Estas acciones las podemos ver reflejadas en grandes corporaciones, pero también en pequeñas iniciativas llevadas adelante por microemprendedores, que en base a la organización y el esfuerzo logran desarrollar acciones que, probablemente, por sí solas, tardarían más o incluso no llegarían a tener éxito.

Ahí es donde radica la importancia de esta iniciativa, la que incluso inspiró otra de alcance nacional, el Programa de Apoyo a Organizaciones Productivas que, durante 2021, apoyará a 109 organizaciones en 10 regiones del país. Con un monto de inversión de $9 millones por organización, estas podrán invertir en bienes y/o servicios como activos para sus emprendimientos, capacitación, mejoramiento de infraestructura, insumos o materiales de trabajo.

Esta convicción y compromiso es lo que seguiremos promoviendo desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, desde donde invitaremos a más personas, de La Araucanía y otras regiones del país, a sumar esfuerzos para reactivar las economías locales y aportar a la recuperación social y económica de Chile.

Felipe Bettancourt Guglielmetti,

director nacional