$2 mil millones en pérdidas deja atentado a planta de áridos entre Imperial y Labranza
INSEGURIDAD. Encapuchados armados intimidaron y golpearon a cuidador, para luego incendiar 13 camiones y máquinas. Dueño anunció demanda al Estado.
Dos mil millones de pesos en pérdidas dejó un atentado incendiario que afectó a una planta de áridos ubicada en el límite de las comunas de Temuco y Nueva Imperial.
El hecho ocurrió a eso de las 03:30 horas de la madrugada de ayer en la planta de la empresa de áridos y maquinaria Santa Elvira, ubicada en el kilómetro 19 de la Ruta S-20, justo en el límite comunal, entre los sectores de Rengalil (Labranza) y Boroa (Nueva Imperial).
Allí, un grupo indeterminado de sujetos encapuchados, y premunidos con armas de fuego largas, llegó hasta el recinto e intimidó al cuidador, que estaba en su casa. El relato de la víctima a la PDI da cuenta que los sujetos dispararon al aire, le propinaron golpes y lo mantuvieron reducido, apuntándolo con armas de fuego, mientras otros sujetos se desplegaron por dentro del terreno y comenzaron a incendiar los camiones y las máquinas que estaban estacionadas al interior.
Los individuos habrían utilizado acelerante, tipo bencina, para agilizar la combustión de toda la infraestructura y vehículos que había al interior y luego darse a la fuga, no sin antes dejar colgando un lienzo con la frase: "Fuera Áridos del Leufu, Liberación Nacional Mapuche, Libertad PPM".
En suma, fueron incendiados siete camiones tolva, dos cargadores frontales, una excavadora, una grúa telescópica, un tractocamión con cama baja para traslado de maquinaria y un camión cisterna de transporte de diez mil litros de petróleo. Además, fueron quemados dos galpones en los que había una cuatrimoto y lubricantes, entre otros insumos destinados para las labores de la planta.
Tras la huida de los encapuchados, el cuidador dio aviso de lo que ocurría a sus jefes y estos reportaron la situación a Carabineros, quienes acudieron hasta el lugar para asegurar el sitio y así permitir la llegada de unidades de Bomberos de Nueva Imperial, quienes solicitaron apoyo a Bomberos de Temuco.
Demanda al estado
Lo ocurrido fue informado rápidamente a los dueños de la empresa, con domicilio en la ciudad de Santiago. Frente al acceso de la planta atacada habló Ramón Ossa Infante, presidente de la empresa Santa Elvira, quien expresó su indignación e impotencia por lo ocurrido, lamentando que la situación deja sin trabajo a un total de 50 personas.
"Estamos en Bagdad, en un país en el que no hay Estado de Derecho. En la Novena Región ya no hay autoridad, no hay Estado de Derecho", lamentó.
"En esta zona, esta era la última empresa que quedaba por ser siniestrada. Nosotros no somos una empresa forestal, no explotamos bienes naturales del río, ni nada. Explotamos áridos que no son intervenidos del río, pero no obstante, nos han destruido igual. Entonces, no se trata de una reivindicación o actos por la naturaleza, se trata simplemente de actos delictuales sobre los cuales el Estado no está siendo competente para repeler", manifestó Ossa.
El empresario criticó en duros términos al Gobierno por la falta de seguridad existente en la zona y llamó a otras empresas que hayan sido víctimas de violencia a sumarse a él para interponer una demanda contra el Estado por "falta de servicio".
"Vamos a demandar al Estado, porque hay una falta de servicio (...) porque no hay seguridad para las empresas que desarrollan una actividad lícita, por no proteger a los trabajadores. Esto no es un problema social entre comunidades, es un problema de delincuencia, pura y simple. (...) Tenemos las mejores relaciones con las comunidades de acá, el mejor concepto de las comunidades. Esto no es un problema de comunidades mapuches, es un problema delictual, de terrorismo, un terrorismo que el Estado ha dejado que avance", sentenció.
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"Tenemos las mejores relaciones con las comunidades de acá. Esto no es un problema con las comunidades mapuches, es un problema delictual, de terrorismo".
Ramón Ossa,, dueño de empresa afectada
2 galpones con máquinas e insumos fueron quemados al interior de la planta ubicada a 19 kilómetros al poniente de Temuco.