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ENTREVISTA. Adrián Moyano, escritor:

"Las reivindicaciones indígenas ocupan un lugar marginal en la agenda política argentina y no tan potente como en Chile"

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Ricardo Olave Montecinos

Desde Vuriloche -el nombre mapuche para el sector de Bariloche- el escritor Adrián Moyano ha hecho de su pluma un punto de resistencia para la causa indígena en Argentina, levantando una mirada crítica y necesaria frente a los procesos de colonización que han ocurrido en el sur del continente, con la que se ha ganado una presencia en respetados medios de comunicación trasandinos. Con cuatro obras escritas en un periodo de 10 años, por primera vez todas ellas están disponibles en Temuco en la librería Ofqui, lo que permite adentrarse en la "rebeldía permanente" de los mapuche del otro lado de la cordillera. Moyano, en conversación vía correo, rescata el alma de sus libros y discute sobre eventos recientes que han ocurrido en Chile, como fue la elección de Elisa Loncon como presidenta de la Convención Constitucional.

- Por primera vez en Temuco, capital de La Araucanía, está toda tu obra disponible. Para quienes no conocen tu trabajo, pero que ansían comenzar a dudar de la historia oficial que se ha presentado a lo largo de los siglos sobre el pueblo mapuche. ¿Cómo invitarías a revisitar tus libros?

-Al menos en la Argentina, la distribución de libros para los escritores de la periferia o independientes, siempre es un problema, así que imagínense la alegría que me provoca ver una partida de mis trabajos en Temuco. En mis cuatro títulos puede diferenciarse dos momentos. "Crónicas de la resistencia mapuche" se publicó en 2008 y surgió al calor de mis primeras participaciones en organizaciones mapuches, con participación directa en los conflictos que tuvieron lugar en los 90 y a principios del siglo XXI. "Komütuam descolonizar la historia mapuche en Patagonia" (2013), es una suerte de continuación del anterior, aunque en diálogo con la así llamada opción de colonial o teoría del giro decolonial. Mi intención fue llamar la atención sobre la "invención" de Patagonia, ya que ninguno de los pueblos indígenas que aquí habitaban y habitan, pensaban en términos patagónicos antes de la Campaña al Desierto. En "A ruego de mi superior cacique Antonio Modesto Inakayal" (2017) me valgo de la figura del infortunado longko para reconstruir cómo fueron en Puelmapu los últimos 25 o 30 años de vida independiente. A diferencia de los dos primeros, es un libro de neta divulgación histórica y es por lejos, mi libro más emotivo. Por último, cronológicamente, "Por su valentía se llaman tigres. 'Indios rebeldes' en el País del Nahuel Huapi" (2019) es un libro que vale por sus hallazgos históricos, entre ellos, la existencia del linaje de los Mankewenüy (Amigo del Cóndor), en un lugar tan emblemático como el lago donde vivo. Es un recorte de tres siglos de historia mapuche vista desde este rincón del Puelmapu, con proyecciones hacia el Ngulumapu e intención descolonizadora.

-Uno de los libros disponibles es "Komuntuam", que invita a descolonizar la historia mapuche en Patagonia. ¿Cómo ve el proceso de reivindicación desde lo que hoy se conoce como Argentina frente a la autodeterminación de los pueblos originarios? ¿Qué tan distinto es al que se vive en Chile?

-Los procesos tienen similitudes y diferencias. Yo escribo historia mapuche pero en Argentina hay otros 35 pueblos preexistentes al Estado. A grandes rasgos, creo que las reivindicaciones indígenas ocupan en la agenda política de la Argentina un lugar marginal y no tan trascendente como en Chile. Es distinta la relevancia en el plano regional, donde las reivindicaciones mapuches están a la orden del día en las provincias de Río Negro (donde vivo), Chubut, Neuquén y en menor medida, La Pampa. El sistema federal que impera en la Argentina, tiene su pro y sus contras en ese sentido, porque las coyunturas en una y otra provincia pueden ser bastante diferentes. Sintéticamente, puede decir que al igual que en Chile, desde 1992 el pueblo mapuche vive un proceso de re emergencia. Si bien la relación colonial que se estableció a fines del siglo XIX no se modificó un ápice, creo que en los últimos 30 años, el pueblo mapuche ganó un visibilidad que antes no tenía y también avanzó en la satisfacción de algunas demandas.

-¿Crees que es posible erradicar las prácticas coloniales aún presentes en este siglo? ¿Qué rol cumple la memoria para dar cuenta de lo sufrido para poder comenzar una convivencia entre chilenos y mapuche?

-Es una necesidad. Se trata de construir una nueva convivencia que deje de considerar no humanos a los pueblos indígenas. En los discursos presidenciales, ministeriales, partes militares de la época de la Ocupación de La Araucanía o la Campaña al Desierto, solía afirmarse que los ejércitos estaban llevando a cabo una "conquista para la humanidad". Evidentemente, quienes pensaban en esos términos no consideraban humanos a los mapuche, gününa küna (tehuelches del norte) o aonik enk (tehuelches del sur), a quienes estaban masacrando y sometiendo a prácticas que precisamente, constituyeron delitos de lesa humanidad. En nuestros países, el proyecto de la modernidad se concretó a través del colonialismo. 140 años después, es tiempo de ponerle fin a los planteos mono culturales y de homogeneidad que cristalizaron en Estados usurpadores y esencialmente injustos.

La Convención Constitucional chilena

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Consultado respecto del proceso de la Convención Constitucional y los escaños reservados para los pueblos originarios, señaló que "la Convención Constituyente en Chile me genera muchas expectativas y creo que, en ese sentido, coincido con buena parte del activismo mapuche en Puelmapu. Pero no pierdo de vista que organizaciones muy importantes y de trayectoria, son muy escépticas al respecto e inclusive, llamaron a no votar. Coincido con el pensamiento que expresó en alguna oportunidad el actual convencional Adolfo Millabur: "Es una oportunidad para correr el cerco". Con respecto a la lamngen Elisa -quien estuvo en Bariloche unos años atrás-, ¿quién no se emocionó aquel domingo de asunción? Pero insisto: es historia que se está escribiendo en este mismo instante. Aquí, somos muchos los que estamos pendientes de qué se puede replicar y qué no de la experiencia en Chile".