Correo
Cajero automático entrega billetes en mal estado
Días atrás y a pesar mío fui al supermercado de estos que les llaman "amigables" con los vecinos, iba a comprar algunas cosas por encargo de mi señora.
Al no disponer de efectivo (como viejo me gusta usar billetes) acudí al cajero automático. Efectué la operación, tomé mi dinero y procedí a cumplir con el mandato de la autoridad. Ya cumplida esta parte de la operación pasé por caja, me indicaron la cantidad a pagar, saqué unos dineros de los recién obtenidos en el cajero y con sorpresa veo que la cajera me dice: "Señor no le puedo aceptar este billete". ¿Por qué señorita? "Le falta una esquina, no se aceptan billetes a los que falten trozos o estén escritos", me dijo.
Le dije que recién me lo había entregado el cajero automático. "Lo lamento no lo puedo aceptar", y no lo aceptó. "Reclame" me dijo la cajera. Ahí me dio rabia, pero no dije nada, simplemente le cambié el billete. Posteriormente revisé el resto de los billetes y encontré algunos que estaban muy escritos.
Reflexión: ¿a quién le reclamo?, ¿no cree que sería feo conversar con el cajero automático para reclamar?
Un señor amable me dijo que fuera al banco. Dejémoslo ahí, posiblemente me harían hablar con máquinas, llenar formularios y un sin fin de cosas más.
Señor Director, solamente deseo solicitar, por su intermedio, que los funcionarios encargados de hacer los fajos de dinero que ponen en los cajeros lo hagan responsablemente, se fijen en el estado de los billetes para no pasar por estas situaciones que echan a perder el día, por decir lo menos.
René M. Cifuentes Bobadilla
Política y calidad
Hace años que las dirigencias políticas y estatales chilenas han hecho lo que han querido. Aun cuando encuestas serias muestren que los chilenos quieren A, la dirigencia hace H o Z, según su propia conveniencia y, además, hizo cero esfuerzos para sacarlos de la ignorancia en ciertos temas.
Para qué hablar de la calidad de las leyes o el respeto a la Constitución o el respeto a la Alta Dirección Pública.
Esperemos que en los últimos días de sus períodos parlamentarios tengan la honestidad de legislar un presupuesto 2022 , sin que lo consideren un botín y puedan liberar Mill USD 8.000 al menos, de programas malos, pésimos desplazables y terminar con el pituteo y sueldos y gastos exagerados para estos tiempos.
Jorge Porter Taschkewitz
Yasna Provoste
Tan desapercibida ha pasado la candidatura de Yasna Provoste, que para tener algo de figuración ha debido inmiscuirse en discusiones ajenas y entrar al plano de la victimización para ser noticia.
¿Será que la poca participación que tuvo la primaria de Unidad Constituyente era un vaticinio de la poca convocatoria que genera la candidata? Al parecer sí, porque mientras más avanza su candidatura, más problemas ocurren al interior de su coalición, menos apoyo genera y más se desinfla su figura.
Belén Fernández
Ni el VAR lo salvó
Ni el mismísimo VAR pudo salvar a Jorge Osorio para que la ANFP, no lo removiera de su cargo de presidente de la Comisión de Árbitros. Entre las causas esgrimidas para su despido, fueron las últimas fallas de los árbitros en aplicar correctamente el VAR en los partidos de la competencia local.
O sea. "El que a VAR mata, a VAR muere".
Luis Enrique Soler Milla
Nuevos protocolos
Los nuevos protocolos de Carabineros para el mantenimiento y restablecimiento del orden público adolecen de conceptos ambiguos o poco claros que inhibirán a los policías para usar eficazmente la fuerza y evitar actos vandálicos cometidos por "manifestantes", tales como el incendio de las iglesias de la Asunción y San Francisco de Borja.
Llama la atención lo descrito en "Etapa de disuasión", que equivoca el concepto de disuasión, el que en pocas palabras podemos definir como "hacerle temer al adversario su propia victoria"; o la descripción del "principio de proporcionalidad" para el empleo de la fuerza: "Debe haber un equilibrio entre el grado de resistencia o de agresión que sufre un Carabinero y la intensidad de la fuerza que se aplica para lograr que la persona se someta al control policial".
A este último respecto: ¿qué se entiende por equilibrio?, ¿una equivalencia?, ¿piedras contra piedras? Evidentemente las instituciones encargadas del orden público deben actuar con una fuerza superior. La desproporción en el uso de la fuerza no solo puede predicarse respecto de la que es excesiva para cumplir con un determinado fin legítimo, sino que también respecto de la que es insuficiente para lograrlo.
Adolfo Paúl Latorre