"Estoy por la creación de las comunas de Labranza, Licán Ray y Queule"
Hace nueve años se presentó por primera vez a una elección popular, justo un año después de ayudar a fundar en la Región el Partido Progresista de Chile (PRO) junto al candidato presidencial Marco Enríquez Ominami.
Desde entonces, el nombre del profesor de Historia y actual presidente regional del PRO, Marco Antonio Lobos Vásquez, ha estado en cinco oportunidades en la papeleta: concejal por Toltén (2012), diputado por el exdistrito 50 (2013), alcalde por Toltén (2016), core por Cautín 1 (2017) y concejal por Temuco (2021).
Después de pasar revista a sus excandidaturas, la conclusión de Lobos es optimista aunque no existan triunfos, argumentando que "de las derrotas uno solo saca experiencias buenas".
Así es que con las mismas ganas de siempre, por segunda vez en el año y sexta vez desde el 2012, Lobos vuelve a la papeleta, ahora para disputar uno de los siete escaños a diputado por el distrito 23.
- ¿Por qué persistir después de casi 10 años como candidato?
-Porque me motiva construir la otra política, la que se hace con las comunidades, los pueblos y los ciudadanos. Frente a una forma conservadora de hacer política, nosotros veíamos que había que cambiar la Constitución, a través de una Asamblea Constituyente, nos movilizamos y tuvimos razón. Por eso me motiva estar en instancias de elecciones, porque allí hay debate y discusión. Es cierto que hemos fracasado en lo electoral, pero hemos triunfado en las ideas.
-¿Por qué es el único candidato del PRO en el Distrito 23?
-Porque al inscribirse Enríquez-Ominami se rompió el Pacto Unidad Constituyente. Por eso voy solo en el distrito 23 y hay otro representante en Malleco. Todo se suscitó en el transcurso de horas y, efectivamente, estamos en desventaja, pero a nosotros siempre se nos ha hecho difícil el escenario político.
- ¿Por qué ME-O también persiste y va por cuarta vez?
- Porque apuntamos a la transformación y consolidación de los cambios. La Convención Constitucional está en proceso de cambiar Chile y como PRO hay que defender ese espacio político ganado por el movimiento social de octubre de 2019. El actual descrédito de los partidos tradicionales no ayuda a consolidar esos cambios, por eso Enríquez-Ominami persiste y no quisimos quedar al margen.
-¿El juicio de ME-O debilitó su imagen para esta elección?
-El PRO llega con la mejor energía, pero efectivamente se cuestionaron nuestras rendiciones en la presidencial. Creemos que hay mucho sesgo político, pues también hubo cuestionamientos a las rendiciones de la expresidenta Bachelet y de Piñera, sin embargo, quienes fueron enjuiciados en ese entonces fueron los encargados electorales, mientras que en nuestro caso se enjuició al candidato. Es un hecho que nos impactó, pero la gente comienza a reconocer que hemos sido consecuentes en ser generadores de ideas de transformación.
- Desde el oficialismo, algunos candidatos culpan al Grupo de Puebla (en donde ME-O es miembro) de orquestar el estallido. ¿Qué les responde?
- El Grupo de Puebla son dirigentes políticos de distintos países de Latinoamérica que tienen como principio profundizar la democracia, el desarrollo a escala humana y construir otra política desde la ética, así es que esta acusación es una falacia. El Grupo de Puebla nunca estuvo detrás del estallido. Lo que se instaló en Chile desde la dictadura militar, y que después se consolidó con la exConcertación, fue un neoliberalismo que profundizó las desigualdades: esta es la razón detrás del estallido social.
-¿Qué opina de la polémica instalación de la CC y qué espera que resuelva para La Araucanía?
-La CC es una expresión de la diversidad de Chile, por eso no hacemos la lectura de que esto es terrorífico. Es el Chile real que se manifiesta y que quiere que los presos de la revuelta sean liberados. Así es que no creo en estos falsos debates que acusan a la CC de provocar inestabilidad. En este momento constituyente hay que llegar a acuerdos sin excluir a ningún sector. Y para la Región, fue el Estado el que envió al Ejército de Chile a La Araucanía, así es que tras una nueva Constitución, es el Estado el que tiene que resolverlo. Quienes vivimos en la Región queremos ser felices y para ello hay que llegar a un entendimiento. Los distintos sectores deben sentarse a discutir cómo vamos a convivir.
-¿Cuáles son las propuestas que levanta su candidatura ?
-Mi candidatura se plantea como un profesor al Parlamento. Me he dedicado por 20 años a la docencia, por lo tanto, creo que la educación es un pilar fundamental para el país y la Región. En este ámbito debemos poner énfasis en hacer cambios en el currículo nacional, enfatizando la interculturalidad desde la primera infancia hasta las universidades. También me interesa desconcentrar el poder y para eso necesitamos que los territorios tengan sus propias atribuciones y administraciones. Por eso estoy por la creación de las comunas de Labranza, Licán Ray y Queule, de modo que vayan consolidando sus identidades. Quiero que en La Araucanía existan 35 comunas.
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"Es un hecho que nos impactó (juicio de ME-O), pero la gente reconoce que hemos sido consecuentes en ser generadores de ideas de transformación". La Convención Constitucional está en proceso de cambiar Chile y como PRO hay que defender ese espacio político ganado por el movimiento social de octubre de 2019".