"Veo muy probable que vuelva a haber una nueva rebelión"
La antropóloga, exdirigenta sindical y excandidata a la Convención Constitucional, Camila Delgado Troncoso, es la única candidata de la Región al Parlamento del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR).
Al respecto, señala que su candidatura por el Distrito 23 busca utilizar esta tribuna para "amplificar" la idea de una alternativa política que choque con la institucionalidad.
- ¿Por qué es la única candidata que lleva el partido, y solo en el Distrito 23?
- A nivel nacional estamos presentando 44 candidaturas a diputado y 18 a Core. En Temuco no quisimos apurarnos a hacer acuerdos electorales como sí se hizo en otras partes del país, pero estaba claro que no podíamos estar afuera de este escenario, ya que nos otorga una tribuna importante el conocer a muchas más personas, y nuestra apuesta busca construir a través del diálogo con ideas en términos políticos más que restrictivamente electorales.
- ¿Por qué quiere ser diputada?
- La idea es poder utilizar una tribuna. A nivel nacional todas nuestras candidaturas están ante notario realizando un compromiso que señala que en caso de salir electos, vamos a ganar dinero igual que un profesor o un trabajador calificado, y el resto del sueldo lo donaremos a diferentes luchas que se estén dando. Queremos demostrar en los hechos nuestra consecuencia, pues si estamos criticando hoy día a esta casta política por los sueldos de gerente, por los privilegios que tiene, nuestra consecuencia es estar en ese terreno, pero desde la posición de las y los trabajadores. También queremos ser una referencia política capaz de hacer una tremenda denuncia en la Región respecto del rol que tiene la derecha, las forestales, la militarización del pueblo mapuche y del sistema capitalista que impide un futuro a la juventud. Y, además, ser una voz, como mujer, de los derechos sexuales y reproductivos.
- ¿Qué ofrece este partido?
- Pertenecemos a una corriente internacional, donde nuestra mayor referencia está en Argentina, el Frente de Izquierda de los Trabajadores. Llegamos acá a Chile el 2001 y nos hemos venido construyendo, primero en el norte, donde está nuestra mayor apuesta (Antofagasta), luego Santiago, Valparaíso, Temuco y Arica. Tenemos una tradición troskista y nos ubicamos a la izquierda del Partido Comunista y del Frente Amplio; nuestra apuesta en Chile es construir un partido de trabajadores revolucionarios. En términos políticos y programáticos lo que buscamos es construir una alternativa con independencia de clase, eso significa que no nos aliamos ni con empresarios ni con ninguna variante, utilizamos todas estas tribunas parlamentarias para amplificar la idea de la construcción de una alternativa política que busque chocar con la institucionalidad, incluso con esta democracia que está hecha a la medida de los empresarios.
- ¿Cuál es su posición respecto de la CC?
- Hemos sido la organización más consecuente en términos de plantear que la CC es una trampa sin salida con el tema de los 2/3, con el tema de los acuerdos institucionales, donde siempre planteamos la libertad de los presos políticos de la rebelión. Siempre denunciamos el Acuerdo por la Paz, y en ese sentido toda nuestra apuesta fue defender una Asamblea Constituyente libre y soberana, que no es lo mismo que la Convención, al no contar con nexos ni con el gobierno ni con el Estado, sino que se constituye en un organismo que puede tocar cualquier tema sin ningún veto. Es muy loco que esté funcionando la CC y estemos en elecciones presidenciales, pues al final esto está dando cuenta de que el modelo estructuralmente se mantiene y que, en definitiva, lo que logró la CC fue institucionalizar una rebelión que estaba poniendo en jaque los pilares del modelo neoliberal y capitalista.
- ¿Cuál es su diagnóstico respecto del conflicto en La Araucanía y la solución?
- El diagnóstico que hacemos tiene que ver con el origen del conflicto, que no son ni siquiera las forestales, sino en cómo el Estado desde que se instala en esta Región comienza con una política de genocidio, de despojo, de usurpación, y hoy vemos de cooptación política, donde no se busca ir al fondo de este problema que tiene que ver con un tema del territorio. Y ahí es donde creemos que las forestales responden a un modelo que tiene que retirarse de esta Región, y de hecho no tienen que existir, porque al lugar que llegan comienzan a suceder sequías, militarizaciones, empobrecimiento y toda la riqueza acumulada se invierte para seguir expandiendo capital y no entrega ningún beneficio en términos concretos a la población. ¿Qué salida vemos al conflicto? Primero, la devolución del territorio y eso, probablemente, no se dará desde la vía institucional porque claramente sería poner en jaque toda la propiedad privada de la industria forestal y de los latifundistas. Incluso, si se discute la Plurinacionalidad, sin la devolución del territorio: carece de todo sentido.
- ¿Qué cree que ocurrirá respecto de lo que fue el estallido?
- Las demandas más sentidas planteadas en octubre, por ejemplo acabar con las AFP, que persista la militarización, la persecución al pueblo mapuche, que la industria forestal siga secando el territorio o que no se reduzca la jornada laboral, son todas demandas que pusieron en jaque la propiedad privada, y si la CC no pone en jaque el modelo neoliberal, si no se resuelven esas demandas, veo muy probable que vuelva a haber una nueva rebelión, una nueva manifestación más profunda.
- ¿Qué opina que el Banco Central le haya prestado el dinero a las AFP para los retiros?
- Es como dar cuenta de que en Chile el Estado prefiere, incluso, venderle el alma al banco que tocar los intereses de los empresarios. Sabemos de las grandes industrias que, a partir de la explotación y del saqueo en Chile, han podido internacionalizar sus capitales, como es el caso del modelo forestal, que ya está extendiéndose a Brasil y otros países. Es decir, a ellos no se les toca. Y allí, precisamente, hay mucho fondo para sacar en función de las diversas demandas.
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"Claramente, nuestra apuesta busca construir a través del diálogo con ideas en términos políticos más que restrictivamente electorales".
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"Si la CC no pone en jaque el modelo neoliberal, si no se resuelven esas demandas, veo muy probable que vuelva una nueva manifestación más profunda".