Recuperación del empleo
En el presente año ya se aprecia un mayor crecimiento de la actividad productiva y, por consiguiente, de las ocupaciones. El año pasado el país mantuvo tasas de desocupación de dos dígitos, que en el presente año comenzaron a revertirse lentamente.
El año pasado se perdieron un millón 870 mil ocupaciones y 700 mil fueron suspendidas de forma temporal, como una de las consecuencias de la crisis sanitaria que obligó a disponer cuarentenas. De ahí que se adoptaron medidas para ir recuperando empleos perdidos, junto con el fomento de la inversión pública y privada, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas y una agilización de la acción del Estado.
Era esperable que los efectos de la emergencia sanitaria por el covid-19, que se inició en marzo de 2020, se traducirían en el cierre de empresas, en el desempeño a media marcha de otras, en una notoria baja en las actividades productivas y en el incremento de la cesantía. Ha sido un duro golpe que ha afectado a todas las economías en el mundo y Chile no ha sido la excepción. El menor crecimiento de la economía, sobre todo durante las cuarentenas, incidió en un incremento en las tasas de desempleo, debido al cierre de empresas y la menor actividad productiva. Como parte del plan de recuperación de las fuentes laborales, el Gobierno ha entregado subsidios al empleo, para incentivar la búsqueda de trabajo en medio de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, a partir del presente año ya se aprecia un mayor crecimiento de la actividad productiva y, por consiguiente, de las ocupaciones. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) que elabora el Banco Central creció 20,1% en junio, 18,1% en julio y 19,1% en agosto, comparado con iguales meses del año anterior. Y la tasa del desempleo que elabora el INE alcanzó 8,5% en el trimestre móvil junio-agosto, con una baja de 4,4 puntos porcentuales respecto a iguales meses del año pasado.
Se prevé que en el último trimestre de este año debiese notarse con más fuerza el efecto vacunas, provocando un repunte en el mercado laboral, con la apertura de actividades que estuvieron cerradas, y con la recuperación de los consiguientes empleos. En la medida que se vaya superando la emergencia se necesitarán esfuerzos enormes, disciplina y trabajo de toda la sociedad para iniciar la reapertura de empresas y avanzar en la creación de fuentes de trabajo.