"Quiero promover leyes que optimicen los recursos estatales"
La procuradora judicial y emprendedora del rubro gastronómico de la zona lacustre, Carolina Olate Sánchez, quien posee experiencia en el servicio público y privado, vuelve a la papeleta por segunda vez en el año, luego de haber competido por un escaño en la Convención Constitucional.
En esta oportunidad se presenta como candidata a diputada por el distrito 23, siempre militando por el Partido Nacional Ciudadano (PNC), y con un capital político previo de más de tres mil votos.
La pandemia impactó los locales que tenía en Villarrica, Licán Ray y Pucón, debiendo bajar la cortinas definitivamente, así es que la reactivación económica y el apoyo a las Pymes es un pilar estratégico de su campaña, la cual levanta "desde la austeridad" y priorizando el trabajo social en los sectores vulnerables de la zona lacustre.
De hecho, lidera un grupo de amigos que desde antes de la pandemia, y al margen de la campaña, visitan y entregan canastas familiares a los vecinos en situación de vulnerabilidad en sectores aledaños a Villarrica.
- ¿Cómo te afilias al PNC y te atreves con esta candidatura?
-Lo que pasa es que conozco desde hace muchos años al presidente del PNC que es René Rubeska, cuyo nexo es precisamente porque él era cliente de uno de los negocios que tuve. Con honestidad confieso que siempre me llamó la atención la política, no así los políticos, pero en él confié, ya que sintonizo con los valores del partido.
- Un compañero de lista, Omar Ortiz, definió el PNC como "ultra, ultra derecha" haciendo el símil con Pinochet. ¿Es así?
-Absolutamente no. Además, en lo personal, yo tampoco podría ser ultra derechista. En realidad el partido es de una derecha conservadora, pero esto tiene una explicación: es porque la derecha se focaliza en el ciudadano que no espera regalos del Estado y lo que hace es trabajar por sus propios medios. Y es desde esta definición de derecha que yo me posiciono como domicilio político. Además en el partido hay mucha gente de izquierda y de centro militando, así es que no estamos abanderizados con una ideología.
- ¿Qué opina del trabajo realizado hasta ahora por la Convención Constitucional, ya que desde la derecha hay voces que a priori rechazarán la propuesta en el Plebiscito de salida?
- Yo siempre pensé que iba a pasar lo que está ocurriendo: una disconformidad a nivel nacional. No en vano, mi postura siempre fue el rechazo. Esto ocurre porque las personas que están ahí no tienen la mejor preparación para enfrentar el proceso. Ellos asumieron una misión muy trascendental, pero resulta que su primera acción fue subirse el sueldo. Entonces, qué se puede esperar. Por otro lado, creo que la bajada legal del trabajo de la Convención está arreglado con anticipación por el Congreso, por lo demás no creo que existan grandes cambios.
-¿Por qué quiere ser diputada por el D23?
- Quiero ser diputada para reducir el Parlamento y dejar solo una cámara funcionando. También me gustaría que los diputados se bajen los sueldos, incluido el mío, porque lo que existe es excesivo. El trabajo parlamentario debería ser por vocación porque si uno está ahí es para ayudar y no para enriquecerse. También quiero promover leyes que permitan optimizar los recursos del Estado, ya que hay mucho despilfarro. Y en el ámbito del emprendimiento hay que terminar con la excesiva burocracia. Las Pymes representan el 17% de la economía chilena y es una enorme cantidad de trabas que impiden su desarrollo. Por eso quiero regulación y fomento.
- Durante la pandemia usted tuvo que cerrar locales gastronómicos que daban empleo, ¿no fueron suficientes las ayudas del Estado?
-Se supone que hubo un montón de ayuda para los emprendedores, pero con mucha letra chica de parte del Gobierno. La gente de Curarrehue es de campo y sin mayores conocimientos tecnológicos, si durante la pandemia ni siquiera podían ir a sacar su carnet. Entonces, muchos de ellos quedaron fuera de las postulaciones a los bonos por desconocimiento.
- ¿Porqué las ayudas del Estado no evitaron el cierre de sus locales?
- Llegué a tener cuatro locales, pero los tuve que cerrar porque la reducción de personal no daba para más. Yo, efectivamente, postulé a los bonos para las Pymes, pero era un financiamiento limitado que no alcanzaba ni siquiera para nosotros. Así es que lo único que quedaba era seguir y no seguir esperando ayudas.
- ¿Cuál sería la ruta ideal de la reactivación económica?
-De partida reducir enormemente los gastos del Gobierno y no dejar que Santiago sea Chile. Las medidas deben hacerse desde el perfil territorial.
- ¿Está de acuerdo con la extensión del IFE Universal hasta diciembre y la solicitud de que se condonen las deudas de los servicios básicos?
-Lo que pasa es que el pueblo, el chileno y el ciudadano, en general, se acostumbra a que le den todo, así es que no estoy tan de acuerdo con la manera en cómo se implementó el IFE. En mi opinión esto hace que la gente se acostumbre a recibir platita del Gobierno y la mayoría no quiere trabajar. Basta con ir a darse una vuelta al centro de la ciudad y está lleno de letreros con ofertas de trabajo cuyas plazas no están siendo ocupadas. El IFE debió ser más focalizado.
- ¿Está de acuerdo con el cuarto retiro de las AFP?
-Yo no he retirado ninguno, pero sí estoy de acuerdo porque la plata es de uno. Sin embargo, como esto se sumó al IFE Universal, solo se profundizó el problema porque la gente no quiere trabajar y se limitan a recibir el dinero de manera fácil.
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"Me gustaría que los diputados se bajen los sueldos, incluido el mío, porque lo que existe hoy es excesivo. El trabajo parlamentario debería ser por vocación".