"Hoy día está muy de moda ser independiente, pero yo no escondo mi bandera de lucha"
Como un candidato cristiano evangélico que busca aportar a la unidad de la Región a través del diálogo, se define Dorian Godoy Acuña, quien postula a una diputación por el Distrito 22.
Con una trayectoria de más de 10 años en el Partido Progresista y apoyando el ideario político del candidato Marco Enríquez-Ominami, busca alcanzar un escaño en la Cámara Baja para mejorar aspectos claves y urgentes en la zona de Malleco tales como salud, educación, el acceso a la vivienda y la creación de proyectos APR, junto con llevar adelante propuestas que aporten al debate y a la protección de la libertad de culto y la fe.
- Dorian, ¿qué lo motiva a postularse como diputado?
- Lo primero es poder darle representación al pueblo evangélico dentro de lo que es el mundo político. También conseguir un mayor espacio para el progresismo y poder llevar las ideas que transformen la Región a través del diálogo, el amor y la conversación.
- ¿Cuál es el aporte de su partido al momento político actual?
- Nuestro primer compromiso es de cara a la ciudadanía, sin esconder las banderas. Hoy día está muy de moda ser independiente y la verdad es que yo no escondo mi bandera de lucha en ningún momento. Soy progresista y lo lindo del PRO es que aquí todas las opiniones tienen espacio. Por ejemplo, hay temas valóricos que el PRO propone y que yo los entiendo, pero no los comparto.
- ¿Cómo cree que será posible restablecer las confianzas frente a una ciudadanía desilusionada de la política?
- Yo siempre he pensado que tanto en la derecha como en la izquierda hay gente buena y mala. Yo no voy al choque con el resto porque creo que ese tipo de política de desunir, de tratar mal a las otras personas, no genera confianza y finalmente todos nos vemos como los mismos políticos de siempre y añejos con los que la gente está aburrida. Yo no ambiciono el poder por el poder, si no que con un fin real que es ayudar a nuestros vecinos, a la ciudadanía y llevar ideas distintas al Congreso. La mejor manera de generar confianza es mirar a nuestros vecinos de frente y decirles: 'mira yo soy una persona normal común y corriente que vive las mismas cosas que tú'.
- ¿Cuáles son los temas más urgentes de abordar en el territorio de Malleco?
- El punto esencial para Malleco y la Región es poder lograr vivir en paz, sin el miedo que mañana pueda pasar algo. Entonces para eso es necesario aportar con diálogo, con conversación para encontrar soluciones. Es necesario abordar el tema de la pobreza que se genera a través de lo que se llama el efecto del péndulo, con muchas comunas dormitorio, sobre todo las comunas chicas donde mucha gente tiene que salir a trabajar a la capital, a Temuco, para llevar el sustento a sus casas. Además, es necesario terminar con las políticas extractivistas de las forestales que dejan el territorio sin agua, generando un solo tipo de empleo.
- ¿Ve posible una salida real al conflicto que se vive en La Araucanía?
- Hemos analizado bastante el tema y creo que hay que entenderlo en 3 partes. Una es la reivindicación legítima del pueblo mapuche. Sin embargo, aquí también hay un problema de tráfico de drogas y de tráfico de madera. Entonces tenemos tres aristas de un conflicto en el que todos los gobiernos han fracasado. Específicamente en lo que se refiere a las legítimas demandas del pueblo mapuche, tenemos que sentarnos a conversar en una mesa de diálogo donde estemos todos representados sin poner barreras de ningún tipo para poder llegar a un acuerdo.
- ¿Cuál es su opinión sobre el proceso constituyente?
- Yo tengo mucha fe en que el proceso constituyente va a llegar a buen puerto y que se va a lograr sacar una buena carta fundamental, pero tengo las mismas aprensiones que hoy día tiene el pueblo sobre algunos constituyentes que han fallado.
- A su juicio, ¿qué materias deben quedar consagradas en la nueva constitución?
- El derecho fundamental para mí es el derecho a la vida, a vivir en paz. Los tratados internacionales deben mantenerse y respetarse. El derecho al agua, los derechos de los niños, el derecho a la libertad, a la educación gratuita, de calidad, a una mejor salud y a una vivienda digna. Hoy día queremos ser una sociedad desarrollada, pero mientras no entendamos que la base de una sociedad desarrollada es la educación, difícilmente vamos a poder tener una sociedad desarrollada.
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"Yo tengo mucha fe en que el proceso constituyente va a llegar a buen puerto y que se va a lograr sacar una buena carta fundamental, pero tengo las mismas aprensiones que hoy día tiene el pueblo sobre algunos constituyentes que han fallado".